Privatizar playas y ríos “rompe con el marco regulatorio que existe en el mundo occidental"
Ríos, playas, bosques y montañas serán concesionables, y sobre esa concesión el titular tendrá derecho de propiedad.
Así lo establece una enmienda constitucional aprobada con votos de oposición y que da carácter de propiedad privada a los bienes nacionales de uso público que se entreguen en concesión.
“El principal cambio y lo más grave es que sobre las concesiones exista propiedad privada. Es un retroceso enorme y rompe con la lógica regulatoria que existe en el mundo occidental con respecto a estos bienes”, alerta el abogado ambiental y director de la ONG FIMA, Ezio Costa.
Según explica, el hecho de que exista propiedad privada, hace que para el Estado sea muy difícil regular esos bienes para que se proteja el medio ambiente o se dé acceso a las personas, una vez que se entrega la concesión.
“Está en línea con la ideología de extrema derecha y sus ganas de destruir lo público, que todo sea privado, y que se excluya por lo tanto a grandes mayorías del acceso a bienes comunes y derechos sociales. Básicamente le está quitando algo al pueblo de Chile para que lo tengan unos pocos como sus dueños”, agrega.
El debate trajo a memoria episodios como cuando el presidente de Gasco echó a mujeres del Lago Ranco por estar en “su jardín”, o la agresión al futbolista Mark Gonzalez por intentar ingresar a un cerro en Lo Barnechea.
Enmienda polémica
En materia ambiental, las enmiendas que se han aprobado hasta ahora borran del texto cualquier mención sobre cambio climático, protección de glaciares y principio de justicia ambiental.
La enmienda despertó críticas de consejeros y expertos de izquierda, que la califican como un “retroceso inmenso”.
Aunque ya fue aprobada en esta instancia, deberá ser discutida en el Comité Técnico de Admisibilidad y luego votada ante el Pleno para entrar definitivamente en el borrador de la nueva Constitución”.