Aunque fue un año lluvioso, científicos anuncian que la sequía no se acabó
Intensas lluvias como las de este invierno en la zona central de Chile no se veían hacía años. Aunque dejaron graves daños económicos e incluso personas fallecidas, también se puede ver el mayor vigor en la vegetación, lagos más caudalosos, la reaparición de la laguna de Aculeo y nieve acumulada en la cordillera.
¿Qué pasa entonces con la sequía que aqueja al país hace más de 10 años? “Con un solo invierno lluvioso aún es prematuro anunciar el término de la megasequía que ha persistido por más de una década”, matiza el Director del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), René Garreaud.
Pero también destaca que las precipitaciones sí interrumpen un prolongado período de déficit de lluvias en Chile central y aumentan la seguridad hídrica para los próximos meses, y sobre todo para el verano y otoño del 2024 desde el sur de la Región Metropolitana.
Garreaud alerta que Santiago aún mantiene un déficit de 15% en lluvias, y al norte de la V Región la condición se mantiene muy seca. Ovalle presenta un déficit de 80%, ejemplifica. Recuerda que en un contexto de largo plazo, la zona central de Chile seguirá experimentando años cálidos y secos por el cambio climático.
Sin embargo “lo ocurrido este 2023 es un buen recuerdo de que la atmósfera es muy variable y puede traernos lluvias intensas -incluso dentro de un periodo seco- frente a las cuales siempre debemos estar preparados”, concluye el análisis.