La honestidad brutal de la obra de Bastidas que ironiza con Jiles y Jackson
"Tres espermios desobedientes sin permiso de su mamá", es el título de la obra escrita por Rodrigo Bastidas que el también actor protagoniza junto a Fernando Larraín y Rodrigo Muñoz, un montaje que hace una descarnada revisión del actual Chile, marcado por los acontecimientos de nuestra historia reciente, en un contexto post estallido social, el hasta ahora frustrado intento por dotar al país de una nueva Constitución e, incluso, el escándalo derivado de los millonarios traspasos a fundaciones, además de una alusión al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson.
Cómo se concibe el montaje es lo que nos explicó el propio Bastidas en medio de un evento efectuado Teatro Mori de Parque Arauco, donde actualmente se está presentando en una temporada que se hará extensiva hasta el 26 de agosto (de jueves a domingo en distintos horarios a los que se puede acceder a través de su cartelera)
"Es una obra que, de alguna forma, tiene algo político, reírse un poco de la contingencia, de alguna manera ayudar a reírse de esta vorágine que nos tiene hoy este día a día que es tan contestatario, tan distante un lado de otro, donde hoy te tratan con mucha facilidad de 'facho', con mucha facilidad de 'comunista', como que hoy te tratan de catalogar y, una de las razones que tiene esta obra es un poco decir 'esto somos, revisémonos, tratemos de conversar, hablemos las cosas como son y hacer una crítica a esta sensación de que está desagradable vivir en Chile", sincera el ideólogo del guion.
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Y agrega que también el desafío está en "ver cuánto tiene uno para entregarle al otro, no puede ser que en una conversación yo sólo esté preocupado de lo que yo digo. La gente ya no escucha, quiere imponer su manera de pensar y obligar al otro a pensar como uno, entonces, aquí de alguna manera lo que hacemos es revolver todo".
Según lo que explica Bastidas, "esta es una especie de cazuela en la que incluso no se sabe bien qué es, un stand-up comedy, una obra, una mezcolanza. Hay momentos en que decimos cosas que son para reflexionar, para saber en qué estamos los chilenos hoy. La labor de uno, mía como dramaturgo es poner en el tapete los temas del país y ver de esa manera, cómo uno puede aportar. Yo sólo puedo aportar desde mi punto, como dramaturgo y director".
También en clave de humor, hay un desencanto y una honestidad brutal que se hace evidente, le comentamos a Bastidas, quien asiente rápidamente. "Esa es la idea, tratar de que lo que uno hace repercuta y remueva al espectador", sostiene antes de detallar cómo se generó la recién incluida alusión al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, el mismo día en que quedó al descubierto el robo de 23 notebooks desde la oficina de la secretaría de Estado que él lidera.
"Hoy (jueves) lo pensamos y dijimos: 'tirémoslo'. No recuerdo a quién se le ocurrió, pero lo incluimos porque funcionaba muy bien", comenta sobre una intervención que hizo reaccionar a un público que celebró el detalle.
¿Cuánto del desencanto que uno nota a través del guion hay en Bastidas? "Uno tiene una edad en que uno se empieza a sentir desplazado, como que te empiezan a correr, yo a veces me siento un poco ajeno a todo esto que está pasando", cuenta respecto de la obra que pasea al espectador por distintas problemáticas país, incluyendo temas como la permanente e intensa cruzada de la diputada Pamela Jiles por habilitar un nuevo retiro del 10% de los fondos de pensiones, el hasta ahora frustrado intento por dotar al país de una Constitución surgida en democracia y otros temas de contingencia tratados con particular ironía.