Madre busca ayuda para conseguir un concentrador de oxígeno para su hija de 13 años con enfermedad terminal
Colomba Miranda padece de una cardiopatía congénita que no tiene cura. A los 6 años, después de su segundo accidente vascular, quedó con daños psicomotrices. Meses después se convirtió en oxígeno dependiente.
Colomba lleva más de 8 años sin poder salir de su habitación, ya que debe estar conectada a una máquina de oxígeno que pesa más de 85 kilos. Solo puede salir a sus controles médicos, a los cuales acude en ambulancia.
Antes de ser diagnosticada y sufrir dos accidentes cerebro vasculares, Colomba "tenía una vida casi normal, pero ahora ha pasado a ser nada", dice su madre, Teresa Greve. Ahora, Colomba se encuentra con cuidados paliativos "ya que su situación está fuera de cualquier alcance, solamente con cuidados paliativos para tratar de mantenerla estable", agrega su madre.
"Ella no puede hacer nada, no puede correr como un niño normal, no camina como niño normal, Colomba no puede salir a una plaza como un niño normal, no tiene amigos más que sus hermanos que están en casa (...) La vida nos cambió al 100 por ciento", dice Teresa.
Por esto, Teresa Greve comenzó la búsqueda de un concentrador de oxígeno, ya que esta máquina sólo pesa 2 kilos, y a Colomba "le cambiaría la vida al 100 por ciento, ya que su vida depende de una máquina".
"Yo podría tomar su silla de ruedas, ponerle esa máquina que pesa solo 2 kilos y poder llevarla a la playa, porque el concentrador tiene 2 baterías que duran 12 horas cada una. Ella perfectamente podría andar con su equipo para todos lados y poder ir y conocer un zoológico, poder estar dos horas sentada al sol en una plaza, poder llevarla a un circo, a disfrutar de las cosas que los niños disfrutan", menciona Teresa.
Ahora, Teresa mantiene una campaña en redes sociales y en Change.org, llamada “Todos por Colomba”, con el objetivo de que el Ministerio de Salud le provea de este concentrador de oxígeno, además de reunir fondos para costear los gastos que Colomba necesita.
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“Le quiero pedir al Ministerio de Salud que nos tome en cuenta, que los niños con enfermedades terminales también tienen derecho a una vida digna (...) La pensión de discapacidad, que son 103 mil pesos, a los niños con discapacidad ni siquiera les alcanza para los pañales”, dice Teresa Greve, la madre y cuidadora de Colomba.