La isla Lacao en la bahía de Caulín en Chiloé está nuevamente en el centro de la polémica tras aparecer en venta por más de 3 millones de dólares en un sitio web de la proveedora Private Islands Inc.

Quienes viven el tema con mayor preocupación son las mismas comunidades mapuche huilliche a quienes se les entregó la administración y cuidado de este espacio, dado el uso ancestral que daban a la isla y el valor sagrado que le asignan.

El instrumento bajo el que se entregó esta isla es el Espacio Costero Marino para Pueblos Originarios (ECMPO); una herramienta de gobernanza creada en el 2008 bajo la ley Lafkenche.

Bajo ella, se entrega la administración de territorios marítimos a comunidades indígenas que demuestren el uso ancestral que hacían sus pueblos del lugar. Los propietarios actuales o futuros de las islas deberán coordinar con las comunidades las acciones a realizar en sus mares.

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El trabajo que se hace en la isla

La isla Lacao forma parte del ECMPO Caulín; uno de los primeros espacios entregados bajo esta figura. La administración de un ECMPO exige planes de pesca sustentable y de protección de la biodiversidad y los ecosistemas costeros, con metas de conservación y mecanismos de seguimiento.

“Los ECMPO se evalúan cada dos años y si hay una afectación a la biodiversidad, las comunidades pierden la administración. No es solo una herramienta de manejo pesquero, sino de conservación”, destaca Yacqueline Montecinos, encargada de biodiversidad marina de la ONG WWF Chile, que ha colaborado con comunidades que administran espacios costeros.

Las comunidades encargadas del ECMPO Caulín están trabajando la pesca y recolección artesanal de mariscos con prácticas sustentables, además de establecer junto a una ONG un laboratorio de algas pardas para la conservación de esta especie, y la firma de un convenio con la Universidad Austral para el cuidado de aves migratorias en el área.

Una biodiversidad única con humedales y alerces milenarios, además de sitios ceremoniales y arqueológicos, son algunos de los valores de esta isla.

“Estamos preocupados porque la isla ya había sido ofrecida en venta y el dueño vino a hablar con nosotros en aquel entonces, para tranquilizarnos y se comprometió a volver para coordinar mejor, pero no vino más. Estamos viendo cuáles serán los pasos a seguir”, manifiesta Francisco Vera, coordinador del ECMPO Caulín.

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