Muerte en el espacio público: Alertan de graves riesgos de personas en situación de calle
Considerando que el invierno está ad portas de llegar, y que este martes en la noche llovió en la capital, desde la Corporación Nuestra Casa, orientada a la superación de la exclusión social que produce la situación de calle, su gerenta, Francisca Navarro, explica a El Desconcierto los dolorosos aspectos que por esta cruda realidad enfrentarán durante los próximos meses más de 30 mil personas. Cifra nunca antes vista en Chile.
Se trata de una visión que toma en cuenta un catastro propio, que trasciende a las cifras oficiales.
"El último Registro Social de Hogares (RSH) cuenta 20.000 personas. Las organizaciones de la sociedad civil, hablamos de 30.000, haciendo una extrapolación de la cantidad de migrantes que recibimos en las residencias, albergues u otro dispositivo", detalla Navarro.
-¿Cómo se debiera abordar desde el gobierno el complejo problema de la gente en situación de calle, considerando que las cifras son mayores a lo que permite constatar el RSH?
Primero, es muy importante que la problemática de resuelva desde el punto de vista de la biografía personal, a través del acompañamiento psicosocial constante. Segundo, que puede sonar un poco obvio, se debe aumentar la oferta de 'camas', de acuerdo con el perfil de cada persona. Es decir, la habilitación de diferentes opciones para familias, jóvenes, parejas, adultos mayores, que sea capaz de ser variada, con diferentes requisitos, umbrales, porque no todas las personas necesitan lo mismo.
Importante recalcar que ambas medidas deben ir de la mano para que sea sostenible en el tiempo.
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-Si pudiera mencionar tres medidas urgentes de adoptar para ir en atención de esta realidad, ¿cuáles serían?
Obviamente, lo primero es la habilitación de dispositivos acorde a la demanda", (además de) hacer una diferenciación para las personas en situación de calle. Debido al deterioro que significa la vida en calle, la edad biológica y cronológica es diferente, por lo que muchas veces no pueden acceder a los programas porque su edad cronológica no lo permite, pero sí su edad biológica.
Intensificar la participación transversal de los ministerios. Actualmente, es prioridad solo del MDSyF (Ministerio de Desarrollo Social y Familia). Se debe incluir a Trabajo, Salud, Vivienda en las políticas de calle.
Descentralización. Los programas de intervención se centran, principalmente, en tres o cuatro regiones.
-¿Cómo ha visto el trabajo que se está haciendo desde el Ministerio de Desarrollo Social para enfrentar esta problemática?
Si bien se han notado los esfuerzos realizados desde el MDSyF, nosotros creemos que, para que la política pública sea efectiva, debe haber un trabajo interministerial. En términos concretos, se ha aumentado, por ejemplo, la cobertura del programa Vivienda con Apoyo, las gestiones realizadas en el operativo del eje Alameda.
Ahora bien, los cupos siguen siendo insuficientes y es importante que la oferta de habitabilidad apunte a soluciones en el mediano y largo plazo y no solo en la implementación de albergues.
-Una persona que habita en la calle, ¿a qué situaciones/riesgos está expuesta?
La cantidad de riesgos es infinita. El primero y más importante siempre es la muerte. Además, todos los riesgos que conllevan estar en el espacio público: asalto, atropellos. Y, algo que hemos notado últimamente, son los ataques por odio. El hecho de que una persona vaya a quemar un ruco.
En relación con las situaciones, las personas en situación de calle son permanentemente discriminadas, se hace muy complejo sostener un empleo, un tratamiento médico, no hay acceso a los servicios básicos, se es imposible conciliar el sueño.
-Con las temperaturas bajando y pronósticos de lluvias siendo una realidad, asumiendo además que el invierno está ad portas, ¿qué opciones existen hoy para que la gente en situación de calle lo deje de pasar tan mal en estos meses?
En esta fecha, además de la oferta permanente de las ONG y del Estado, se activa el Plan Protege, teniendo como objetivo cuidar la vida de las personas en situación de calle, que ofrece servicio de alojamiento, atención en calle, salud y alimentación. En este programa, se aumentan en casi 8.000 las atenciones entre los meses de mayo a septiembre, llegando a más de 14.000 personas.
-¿Cómo puede colaborar de manera real una persona, si ve a alguien en situación de calle?
Si bien está la ayuda más asistencialista que es entregar alimentos y elementos de invierno como carpas, ropa de abrigo, etc., siempre se recomienda generar un vínculo con la persona, para saber bien qué es lo que necesita.