A 3 años de la censura a Delight Lab: Investigación revela vínculo de grupo patriota La Diestra
El 18 de mayo de 2020, en una de las fachadas del edificio de la Telefónica, se proyectó la palabra “Hambre”, generando revuelo mediático tras la manifestación realizada ese mismo día por vecinos de la comuna de El Bosque, por falta de alimentos en el marco de la pandemia por Covid-19 que aquejaba al país.
Un día después, la proyección incorporó dos nuevas palabras sobre el frontis del edificio ubicado en Plaza Italia: “solidaridad” y “humanidad”. Pero la actividad fue interrumpida por la iluminación de seis focos, que impidió que se pudieran proyectar las palabras preparadas por el colectivo Deligth Lab, de los hermanos Octavio y Andrea Gana.
La secuencia de los hechos fue registrada por las cámaras de la Galería Cima, en calle Merced con vista a Plaza Baquedano, desde donde se grabó a las 20:55 a un camión blanco con su placa patente oculta, escoltado por dos vehículos policiales, apuntando sus focos en dirección al edificio Telefónica.
A tres años del episodio, con el proceso judicial concluido en Chile y uno en marcha en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se ha podido establecer que tras la censura al colectivo de arte lumínico estuvo un grupo de ultraderecha, La Diestra, dirigido por el hijo de un exmirista que aparece en la Comisión Valech.
El Desconcierto tuvo acceso a la investigación de la causa y pudo reconstruir la historia de una de las censuras más burdas desde el retorno a la democracia en Chile.
Las instituciones
La interrumpida performance, proyectada el 19 de mayo de 2022, generó revuelo en redes sociales. Lo primero que se supo es que la maniobra de sabotaje no había sido autorizada por la Intendencia y que junto a los Carabineros presentes en el lugar -de acuerdo a un video que circuló horas más tarde-, había otro vehículo de la Policía de Investigaciones.
El Intendente Felipe Guevara afirmó que tras los hechos ocurridos en Providencia, habría realizado “una denuncia oral ante el Ministerio Público a través de la PDI”. La Fiscalía Oriente, a continuación, desmintió que el procedimiento se haya realizado.
Un reportaje emitido por TVN el 27 de mayo de 2020, realizado por la periodista Paulina de Allende-Salazar, dio cuenta que la PDI sólo habría consignado la existencia de salvoconductos en los vehículos involucrados, evitando referirse a los alcances del acto de censura.
Hasta el día de hoy, ninguna de las instituciones públicas involucradas ha iniciado un sumario administrativo y el recurso de protección presentado por los hermanos Gana fue finalmente rechazado por la justicia.
Pese al fallo adverso, el abogado querellante y director ONG Acción Constitucional, Danny Rayman, valoró “la importancia de proteger la libertad de expresión y los derechos humanos en el contexto actual, donde la censura se ha vuelto una práctica recurrente, justificada y naturalizada por las instituciones encargadas de resguardar el orden público”.
El caso Delight Lab, agrega, sería un ejemplo de la necesidad de analizar el contexto político y los contenidos de las expresiones artísticas. “La criminalización de dichas expresiones por parte de autoridades públicas en esa época, así como los actos de censura previa y persecución que sufrieron, representaron una amenaza a su libertad de expresión, que debió ser garantizado en todo momento”.
La Diestra
Uno de los nombres que apareció en la investigación fue el del productor Manuel Guzmán, dueño de la empresa GGS, quien le habría encargado un servicio de iluminación a otra empresa del rubro, por un periodo de 5 días, luego de recibir una propuesta de alguien que pensaba hacer una suerte de “intervención urbana”.
Respecto a la participación de Guzmán, Octavio Gana lamenta que productores que conocían su trabajo se “vendieran” en un acto de “censura grosera”. “Una acción muy incongruente y de una bajeza, viniendo de un tipo que trabaja en relación a la cultura y el espectáculo, nunca se nos acercó para pedirnos disculpa ni una aclaración de lo ocurrido”.
En una declaración escrita dirigida a la Corte de Apelaciones de Santiago, el mismo Guzmán aseguró que como estaba viviendo fuera de Santiago y no contaba con giro de iluminación, derivó el trabajo a un conocido de la empresa Urdile UB-42. “Abel Badillo es alguien de confianza… le solicité ir a evaluarlo ya que yo no podía”, explicó.
Consultado por El Desconcierto, Badillo admite que lo llamaron. “No estaba nada claro, ni siquiera había productor. Cuando nos estaban sacando fotos, yo mismo saqué la patente de los vehículos que andábamos. Y apagamos las luces cuando entendimos que había que tapar unas letras. Ahí llamé a Manuel Guzmán y renuncié. Después Carabineros me llevó detenido”.
Fue el mismo Manuel Guzmán en su declaración quien reconoce que todo se habría iniciado luego de recibir un correo electrónico de Francisco Bustos Jara, quien le habría solicitado focos de alta potencia para “teñir unas fachadas”.
Luego se sabrían más cosas de Bustos. En el año 2021 fue jefe de campaña de la candidata independiente al Senado apoyada por el Partido Republicano, Beatriz Maturana, y desde hace tres años figura como el líder del grupo La Diestra, una agrupación de alrededor de 700 miembros de carácter patriota, vinculada activamente a las campañas del Rechazo y la defensa de Carabineros a través de redes sociales.
Bustos Jara accedió a conversar con El Desconcierto, intentando aclarar la procedencia del grupo y su real participación en el caso Deligth Lab. De entrada asegura que no se trataría de censura, pues ésta sólo se aplicaría en publicaciones de prensa o medios audiovisuales, y no en una dinámica donde se “pone uno encima del otro”.
Lo actividad la asocia más bien a un acto de “publicidad callejera política”. “En la última campaña pusimos más de 60.000 afiches sobre los afiches del Apruebo. Y a la noche siguiente, el Apruebo nos ponía nuevos afiches encima. Es parte de la publicidad callejera, yo llevo años en eso. Estamos acostumbrados a que nos tapen los afiches”, dice.
Lo curioso es que la inspiración para sus actividades proviene del bando contrario: la Brigada Chacón. “A la centro-derecha le falta atreverse a creer que la calle es un espacio político en disputa y que lo podemos ganar”. En redes sociales aseguran que hace poco pintaron un mural pidiendo la intervención de las fuerzas armadas.
También conocido como Francisco de La Diestra o Capitán Levi, Bustos organiza visitas “humanitarias” a Punta Peuco y según pudo comprobar este medio es hijo de un exmirista que aparece en el informe Valech.
“Mi papá estuvo preso dos años, fue exonerado, y se dio cuenta que muchos líderes llegaron con estudios, plata y puestos políticos, mientras los jóvenes que lucharon en Chile estuvieron presos y los torturaron. Él entonces tuvo una metamorfosis grande y ese aprendizaje también fue parte de mi vida”.
Francisco Bustos Jara asegura que la agrupación se autofinancia y no descarta conformar en los próximos años un partido político llamado patriotas. Dice que la idea está ganando fuerza y que están en condiciones de armar un grupo con gente normal, sin militancia y con ganas de que todo vuelva pronto a la “normalidad”.