Tenso quedó el ambiente en la Comisión Experta tras la presentación de más de 900 enmiendas, la mayoría sin consenso, lo que reveló un descontento que se había cultivado al interior del órgano, especialmente en los comisionados oficialistas, autores de la mayoría de las indicaciones.

En la oposición, por su parte, se hizo evidente la incomodidad e incluso hay algunos comisionados que consideran que los sectores de centro izquierda buscan "borrar con el codo" lo previamente acordado.

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Así lo expresó Máximo Pavez (UDI), quien cuestionó que “una cosa es perfeccionar y enmendar algo, pero otra cosa muy distinta es desfigurar lo que haya sido aprobado. Tenemos que ir caso a caso, discutiendo con mucha franqueza y honestidad intelectual lo que nos parece y lo que no”.

Por su parte, Catalina Lagos (PS) desestimó las críticas. A su juicio, “presentar enmiendas no puede ser entendido como ir en contra de un acuerdo, porque lo que se acordó y se manifestó en el Pleno fue aprobar en general, para realizar cambios que cada lado considerara pertinentes”. 

Paridad y salud al banquillo

Entre las normas presentadas, hay varias que se contraponen entre sí. En consecuencia, cuando sean remitidas a su respectiva subcomisión para ser discutidas, existe la posibilidad de que terminen en empates técnicos que dejen sin propuesta varios artículos.

Esto queda expresado en temas como la paridad, en donde la oposición ingresó una enmienda para que sea el legislador quien decida cómo será implementada, mientras que en el oficialismo apuestan a consagrar en la Constitución la democracia paritaria.

En relación a esto, Pavez comenta que si bien es necesaria la igualdad entre hombres y mujeres en todos los niveles de Estado, esto debe ser un proceso paulatino.

“Hay que disminuir las brechas existentes actualmente, pero son muy distintos los mecanismo de política pública que se usarán, tomando en cuenta la experiencia en otros países, ya que no hay normas parecidas a las que nos han presentado”, sostuvo.

Por su parte, Magaly Fuenzalida (Ind. FRVS) considera que “el tema de paridad viene incluso de antes del proceso constituyente y, si casi todas las elecciones y conformación de organismos han sido así, no veo por qué les causa suspicacias ahora”.

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Otro tema que se ha tomado las discusiones es salud. La oposición, quiere dejar estipulado un sistema mixto de previsión, para que sea la persona quien elija cómo quiere atenderse, basado en el derecho a elección. Mientras que el oficialismo quiere que el derecho a la salud esté en la propuesta acompañada por la libertad de elegir al prestador de servicios, pero que el parlamento decida el tipo de sistema.

“Preferimos que sea el legislador el que tome la decisión de dónde va tu tu cotización, porque la discusión ahí adentro se ha dado respecto a la constitucionalización de las isapres o la libertad de elección”, aseveró Magaly Fuenzalida. 

Contradicciones en sistema político

Las diferencias se agravan aún más en la Subcomisión de Sistema Político, donde todas las enmiendas presentadas son contrarias entre sí. El oficialismo quiere eliminar los pactos electorales para erigir elecciones con listas cerradas, normas antidíscolos, entre otras, para potenciar el umbral del 5% de entrada al Parlamento. 

La oposición, por su lado, busca mantener los pactos electorales con listas abiertas y espera aplicar una cirugía a la distribución de los distritos bajando el número de cupos repartidos.

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Lo anterior, contradice las primeras conversaciones en la instancia, donde se había consensuado que, para darle sentido al umbral, esto debía ir con listas cerradas y sin pactos. 

No obstante, con el pasar de los días la derecha fue dejando esta postura atrás, debido a los cálculos electorales con estas fórmulas los perjudicaban. Según ellos, la gente no vota por los partidos de derecha, y una elección sin fijarse en los nombres los perjudica, de igual forma con los pactos, ya que el sector siempre acude con esta medida a los comicios.