Crítica de Cine: “Brujería”, un acto de supervivencia
Rosa Raín es una jovencita chilota que trabaja como sirvienta en la casa de una familia de colonos alemanes. Con su serena y tranquila imagen comienza la película Brujería, pero a los pocos minutos de mostrarnos la rutina del desayuno de un día cualquiera, se instala el hecho que quebrará no solo la rutina, sino sobre todo la inocencia de la chica, pues será testigo del brutal asesinato de su padre.
A partir de ello empezará su búsqueda de justicia; primero ante la autoridad civil chilena y luego ante sus hermanos de raza, el pueblo huilliche.
Ambientada en 1880, el tercer largometraje de ficción de Christopher Murray, se inspira en ciertos sucesos acaecidos y registrados en Chiloé relacionados con el famoso juicio a los brujos del lugar. Se trata pues de una película de época, lo que implica salvar una serie de desafíos para contribuir a la verosimilitud de la narrativa.
Por eso, el primer acierto de esta obra es el elenco. La debutante Valentina Véliz resulta muy convincente como Rosa, la niña huilliche, porque logra reflejar con su acting la fuerza interior que se aloja en un exterior frágil e indefenso.
Si a esto se suma la presencia escénica del experimentado Daniel Antivilo como el líder indígena, se obtiene una dupla que dota a la película de dos personajes entrañables y creíbles.
Ahora bien, aun cuando es indudable la fascinación que causan las historias con elementos sobrenaturales ligadas a nuestra cultura, el segundo acierto de Brujería es que pudiendo resultar muy local, aborda una temática tremendamente universal.
Más allá de centrarse en la búsqueda concreta de la protagonista –brindándonos de paso un estupendo arco de transformación de personaje– consigue adentrarnos en la vida de una comunidad que se ve desplazada a los márgenes de la dignidad y la justicia.
Por lo mismo resulta tan interesante el tránsito de Christopher Murray entre El Cristo Ciego (2016) y Brujería; desde la pampa del Tamarugal al Chiloé profundo. Interesante y coherente, pues denota una constante creativa y una búsqueda en las problemáticas sociales, políticas y culturales.
La religión en una y la magia en la otra se barajan como posibles salidas ante situaciones difíciles de manejar e incluso de entender a cabalidad; sobre todo en un ambiente escindido por clases sociales o razas, cuando una se considera superior a la otra.
Por otra parte, es tan paradojal como fascinante que dos sistemas tan reñidos históricamente confluyan en su condición de atenuantes o liberadores.
Dadas las características del cine de Murray, que se nutre de historias del acervo nacional, desdibujando por momentos la ficción para dotarla de realidades que se consideran más propias del documental, Brujería es una película enriquecida con muchas capas o dimensiones.
La primera capa que vemos y que nos atrapa –porque empatizamos con la pérdida de la niña– se convierte en un tan bello como estremecedor relato de maduración en el que buscando justicia, logra conectarse con quién es ella verdaderamente, dotándola de un sentido de pertenencia con todo lo que eso implica.
Otra capa es la que vincula la historia de Rosa con las raíces de nuestra identidad, la que se tambalea entre sus pretensiones de pureza y civilización sin reconocer que los problemas no resueltos del presente nos persiguen desde hace cientos de años.
Una tercera dimensión es la posible interpretación de la figura de la preadolescente Rosa Raín como la nación aún inmadura que no ha superado los efectos de la colonización y que debe ser más consciente de sus señas de identidad para encontrar un camino a la liberación de los constructos sociales añejos.
En suma, Brujería de Christopher Murray es una cinta que aporta a la reflexión y a la mirada hacia nuestra idiosincrasia, regalándonos una cinematografía de alto nivel que habla a través de sus bellas imágenes, impecables detalles de sonidos (incluidos los silencios) y actuaciones que logran un registro equilibrado, permitiendo mantener el tono establecido desde el principio con el epígrafe que anuncia la premisa: “Para los chilenos y colonos que llegan esta isla es el final del mundo. Para los que estamos desde siempre, su comienzo”.
Ficha técnica
Título: Brujería
Año: 2023
Dirección: Christopher Murray
Guion: Christopher Murray, Pablo Paredes
Reparto: Sebastian Hülk, Daniel Antivilo, Valentina Véliz, Daniel Muñoz, Neddiel Muñoz Millalonco.
Música: Leonardo Heiblum
Fotografía: María Secco
Países: Chile, México, Alemania
Casa productora: Fábula
Idioma: español, mapudungún, alemán
Duración: 100 minutos