A pocas horas de frustrarse el millonario asalto en el aeropuerto de Santiago el miércoles último, dejando un saldo de dos fallecidos, un delincuente y un funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el Ministerio del Interior presentó una querella para perseguir responsabilidades en los ilícitos comprometidos en los hechos.

"Deducimos querella en contra de todos quienes resulten responsables como autores, cómplices o encubridores de los delitos de robo calificado por homicidio previsto y sancionado en el artículo 433 número 1° del Código Penal, en relación con el artículo 450 del mismo cuerpo normativo; así como de cualquier otro ilícito que pueda configurarse a partir de los hechos descritos en la presente querella y aquellos que se determinen durante el transcurso de la investigación que desarrolle al efecto el Ministerio Público", detalla el escrito en representación de la titular de la secretaría de Estado, Carolina Tohá.

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“El 8 de marzo del año en curso, a las 7:30 horas aproximadamente, en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, de la ciudad de Santiago, la aeronave de la aerolínea Latam, número 595, proveniente de la ciudad de Miami, se encontraba realizando la maniobra de descarga posterior, para luego transitar por las pistas del aeropuerto hasta llegar al punto de despaletizaje. El referido avión traía de la ciudad de origen una importante cantidad de dinero en dólares”, se lee en el escrito contextualizando los hechos.

Posteriormente, detalla el documento que respalda la acción judicial, "los antisociales se dirigieron hacia el avión de la aerolínea Latam ya individualizado, para arremeter en contra del camión de valores de la empresa Brinks que se encontraba en el lugar a la espera de recepcionar el dinero que transportaba el avión".

“Al percatarse del plan criminal, funcionarios de la DGAC intentaron repeler el robo mediante el uso de armas de fuego, produciéndose en dicho momento una balacera. Pues, los autores de los hechos también portaban armas de fuego, las que fueron percutidas en contra de los funcionarios de la DGAC para asegurar su impunidad y lograr su huida. Como consecuencia de esto último, y de manera intencional, los imputados dieron muerte a don Claudio Alonso Collao Vidal, funcionario de la DGAC”, detalla la querella.

Paralelamente, esta releva que ese día, "un conjunto de sujetos aún no identificados, burlando los mecanismos de protección de ingreso al Aeropuerto de la ciudad de Santiago, y mediante intimidación a los guardias de seguridad del recinto, ingresaron al sector de las losas del aeropuerto y se dirigieron directa y decididamente hacia el preciso lugar en que la aeronave de la aerolínea Latam, número 595, proveniente de la ciudad de Miami, se encontraba descargando una cantidad importante de dinero para cargarla en el camión de valores de la empresa Brinks".

"Ello, con el objetivo de arremeter en contra del camión, impidiendo la entrega del dinero para lograr su sustracción mediante apropiación con ánimo de lucro, y por medio de la utilización de coacción con armas de fuego.

"Ponen en evidente riesgo la vida" de quienes estaban realizando su trabajo

Respecto de los hechos que redundaron en la pérdida de la vida de Claudio Collao, la acción judicial relata que, "en dicho contexto, para lograr repeler la oposición al delito ejercida por funcionarios de la DGAC, los sujetos dispararon armas de fuego en contra de uno de los funcionarios de la DGAC, representándose como suficientemente probable, y aceptando el resultado de dicha acción: su muerte".

Y a renglón seguido, el escrito releva que los hechos constituyen "un innegable atentado a la sensación de tranquilidad de un sector determinado de la población".

"Dicha sensación de inseguridad se ve agravada si se considera que el delito en comento tiene la idoneidad suficiente para poner en riesgo bienes jurídicos personalísimos como lo son la vida, cuestión que ocurrió en el caso objeto de la querella", plantea a continuación Interior en medio de su arremetida judicial tras la constatación de lo sucedido.

En consecuencia, agrega, "los hechos como el descrito no sólo ponen en evidente riesgo la tranquilidad de las personas, sino que además la vida de ciudadanos que se encontraban realizando su trabajo de administración y seguridad del aeropuerto de Santiago, recinto público".

"El ostensible e innegable resultado de conductas como la descrita en la presente querella, es la generación de temor en un sector determinado de la población -en este caso, los pasajeros y sus acompañantes, que se encuentran obligadamente en dicho lugar con ocasión del embarque de un vuelo y los funcionarios que mantiene en funcionamiento el terminal aéreo- de ser víctimas de uno de los delitos de mayor gravedad previsto en nuestro ordenamiento jurídico, a saber: aquel que, con ocasión de la sustracción de una cosa mueble y ajena, pone término a la vida. Más aún si se considera que los hechos fueron cometidos utilizando armas de fuego", se lee en la parte final del escrito.

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