Boric, no te entusiasmes
La encuesta del mes de febrero de Research Chile arrojó que la aprobación del Presidente Gabriel Boric subió 8% (en relación al mes anterior), llegando a los 34 puntos de aprobación. El alza obtenida por el Presidente (que ha sido posteriormente reflejada en otras encuestas) es una clara señal que el impacto derivado del caso indulto ya pasó, por lo que la crisis autoimpuesta a fin del año pasado estaría viviendo sus últimos momentos.
Lo paradójico es que el alza se produce en medio de una de las peores crisis forestales que ha vivido el país, si a esto le sumamos el hecho de que el manejo inicial de los incendios forestales fue al menos displicente, resulta contra intuitivo que la adhesión al gobierno haya aumentado, pero ¿por qué ocurrió este fenómeno?
Cuando terminaba enero, aún se veía al Presidente molesto con las preguntas que le hacía la prensa (que en toda democracia sana se hacen) sobre los indultos. Los cuestionamientos tenían (y tienen) asidero, y el Presidente lejos de resolver las dudas daba pie para que estas crecieran. Por ello, el inicio de sus vacaciones era la oportunidad de oro para recomponer fuerzas y pensar las acciones a seguir en un año políticamente activo. No fue extraño que, en los primeros días de la crisis, Gabriel Boric siguiera de vacaciones con la esperanza de que esta no fuera tan grave. Sin embargo, los hechos fueron tan evidentes que no tuvo otra opción que interrumpir sus vacaciones.
Es en este momento cuando, sin quererlo, surgió el Boric que sus adherentes quieren ver. Un Presidente no sólo activo, recorriendo las zonas afectadas, sino que cercano y humilde. Uno podrá estar de acuerdo o no con el ideario que tenemos de un Presidente, pero nadie podrá negar el hecho de que la calle le sienta bien y que Boric se desenvuelve sin mayores problemas en estos escenarios.
Las razones del alza se encuentran precisamente en aptitudes más carismáticas que de gestión. No es que la ciudadanía haya visto, o crea, que se realizó buen manejo de la crisis (es más, no tiene grandes diferencias a las acciones realizadas en 2017 o 2019), pero su despliegue territorial le permitió volver a aglutinar en torno a su figura a aquel votante suyo que se enojó con la decisión de indultar y que volvió a confiar en él al verlo cercano y ameno con las víctimas y la ciudadanía afectada.
Digo esto porque el alza obtenida puede ser un distractor que haga pensar que lo peor ya pasó. El pasado 14 de febrero señalé en este medio que los niveles de adhesión obtenidos en nuestra encuesta se asemejaban a los niveles del mes de octubre de 2022, cuando aún se sentía el impacto de la derrota del plebiscito constitucional, donde en un hecho inentendible el Presidente apostó su capital político en un proyecto que ya estaba desahuciado.
Toda crisis tiene una oportunidad (el rescate de los mineros hizo que Piñera superara los 60 puntos de apoyo), pero también es una trampa que enceguece e impide tener a la vista los elementos que desencadenaron el declive popular. El Presidente debe entender que la peor oposición no está en Chile Vamos o en republicanos, sino más bien en los propios errores que este gobierno ha cometido, por lo que, si no hace frente a estas caídas, será imposible detener la irrupción de agendas paralelas a su gestión. y esta alza será sólo una calma dentro de una larga y tortuosa tormenta.