Despidos y clientelismo en la SUBTEL
El pasado 26 de enero, junto a otros funcionarios, fui desvinculado de la Subdirección de Telecomunicaciones (SUBTEL) en medio de una clara operación política.
En mis 24 años de ejercicio profesional, de los cuales 21 han sido en el servicio público, 17 de ellos ligados al mundo del trabajo y con gran orgullo y satisfacción. puedo decir que he contribuido decididamente a la implementación del sistema de mediación laboral de la Dirección del Trabajo, a la creación del Archivo Histórico Sindical que obra en la Biblioteca Nacional; fui el impulsor de la Ley N° 21.054, del año 2017, que terminó con la distinción obrero-empleado que afectaba a las y los trabajadores más vulnerables en su acceso a la seguridad y salud en el trabajo; y gestioné el primer estudio de brechas salariales con enfoque de género en un servicio público en Chile, junto a la OIT y la ANEF.
Ya en la SUBTEL, mi principal objetivo fue mejorar las condiciones laborales de sus funcionarios y funcionarias. Así logramos elevar en un 30% el presupuesto operativo del servicio y con ello renovar todo el equipamiento tecnológico y el parque vehicular de los fiscalizadores. Impulsamos la habilitación de espacios refaccionados, correctamente ventilados y climatizados, con nuevo mobiliario, equipos computacionales, aires acondicionados, como también distribuimos equipos de trabajo, logrando altos estándares de seguridad laboral y confort de las personas al aumentar metros cuadrados por funcionario.
Impulsamos una exitosa política de intermediación laboral al interior del servicio, elevando la eficiencia organizacional y logramos aumentar la remuneración, tanto parcial como permanentemente, de un 15% de las y los funcionarios, sin aumentar el costo para el Estado. En el mismo sentido y como presidente del Consejo de Bienestar, impulsé que la asignación de beneficios incorporara tanto un enfoque de género como un enfoque regional.
Impulsamos también el proceso de retorno post pandemia y una de las condicionantes más importantes de un amplio y muy numeroso grupo de funcionarias y funcionarios era que resultaba urgente terminar con el abuso de unos pocos, que bajo la excusa de licencias médicas o “situaciones personales” no acreditadas, generaban una sobrecarga a aquellos que cumplían con su jornada de trabajo de manera normal y dedicada.
Así fue como iniciamos el estudio de licencias, recurriendo para ello al órgano competente que es la Compin, protocolizamos el actuar frente a las sospechas de haber contraído el Covid, pero con las vacunas ya operando plenamente, y definimos un procedimiento, inexistente a nuestro arribo, para la recuperación de licencias médicas que, por ley, toda institución pública debe realizar.
Todas estas medidas señaladas precedentemente, entre otras tantas, apuntaron a proporcionar directo beneficio a los hombres y mujeres que trabajan en la SUBTEL. Sin embargo, no solo no han tenido el reconocimiento por parte de quienes se apuran en señalar como negativo aquello que les incomoda, o derechamente les perjudica en tanto afectan sus agendas propias, políticas y clientelares, sino que se recurre a la mentira, arrastrando en ello a profesionales intachables como el caso del señor Marco Silva, abogado, y que se desempeñó como fiscal en SUBTEL, quien jamás ha sido militante de partido político alguno.
Pero la solicitud de renuncia existió y ello se debe simplemente a una decisión política de los actores, especialmente el ministro Juan Carlos Muñoz Abogabir, que deben adecuarse a la contingencia. En efecto, para nadie es desconocido que el PPD hoy está reclamando más espacios en el gobierno y que hay actores disponibles, como es el caso de RD en la SUBTEL, para avanzar en alianzas que consoliden un nuevo eje de poder a costa de otras fuerzas, en este caso el Partido Comunista. Lejos de dramatizar esto, asumo que es parte de la dinámica con que se maneja la gestión del Estado, no la valido –aspiro a un ejercicio de la política más abierta, transparente y dialogante–, pero la reconozco.
No obstante lo anterior, y si de razones no explicitadas se trata, no es menor la señal que se da al desvincular a toda la plana de sustento político y administrativo del subsecretario comunista. El mismo equipo que, llevando adelante una política de ordenamiento interno, se encontró con situaciones irregulares que dieron origen a sumarios, desarrollo de procedimientos y auditorías internas, no es descartable entonces que ello haya incomodado a algunos y se tomara la decisión de interrumpir ese trabajo de normalización por los riesgos en que se podría incurrir.
Finalmente, tanto como militante comunista, como profesional de larga y distinguida trayectoria de más 20 años en el servicio público –con los distintos gobiernos de turno–, mi principal preocupación ha sido mejorar las condiciones laborales de los y las trabajadoras de Chile. Quienes sostengan lo contrario, simplemente atentan contra la historia de la que he sido parte en instituciones, como la Dirección del Trabajo, el Instituto de Seguridad Laboral y la SUBTEL.