Periodista peruana Josefina Townsend: “Hay indignación y sensación de abandono”
La periodista del programa informativo peruano Sálvese Quien Pueda, que todas las semanas desmenuza la realidad política de su país, analiza los factores tras la forzada salida del expresidente Pedro Castillo que ha desatado una ola de protestas donde ya han muerto más de 60 personas, y los alcances de esta nueva crisis que sacude a nuestros vecinos del norte.
-¿Hay, tras la salida de Castillo, una suerte de estallido social o es otra cosa? ¿Qué es lo que se agita en el fondo de las protestas?
-Está todo desarrollándose. La voluntad de Castillo fue dar un golpe de Estado y cerrar el Congreso de manera inconstitucional. No contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas y buscó asilarse en México. En ese interín fue detenido y está en detención preventiva. Para sus simpatizantes fue como si lo hubieran sacado del poder. El presidente con el que se identificaba la zona más postergada del país, el sur, de repente ya no estaba. Y entonces asume la vicepresidenta, Dina Boluarte, que estaba a favor de una asamblea constituyente y que ahora dice que los que quieren eso, recuren al bloqueo de carreteras como una forma de chantaje. Entonces se siente que hay una arbitrariedad y que no pasa todo por el golpe de estado. Aunque en las protestas hay cuestiones que llaman la atención, como las tomas simultáneas de aeropuertos, blancos muy determinados como el poder judicial y las comisarías. Pero también hay una razón fuerte de reclamos sociales y políticos que vienen del sur. Alguien recordaba que en cinco años ningún presidente de la República viajó nunca a Puno. Entonces sí se siente un gran abandono.
-El alegato del sur andino, mayoritariamente pobre, es también por inequidad: sienten que viven rodeados de riqueza, de una pujante minería, pero que aún continúan postergados.
-Hay esa impresión, hay indignación y una sensación de abandono. Y con lo que ha sucedido ahora, es difícil que se vayan a calmar los ánimos, porque las muertes en Ayacucho, una ciudad muy sufrida por el terror de Sendero Luminoso, y el rechazo en Puno a que se les llame terroristas a las personas que salen a protestar, es porque existe un reclamo popular y mucha indignación.
-¿Cuánto ha influido la mirada anti indigenista de la élite peruana respecto a lo que esta sucediendo?
-Habría que remontarse a muchos años atrás, pero por supuesto que sí, quienes son parte de la élite y quienes no también. Pero creo que se debe fundamentalmente al abandono del Estado. Mi impresión es que ese abandono se agudizó por la pandemia, cuando el desamparo fue absoluto. Somos el país que más muertes per cápita tiene en el mundo asociadas al Covid. Eso también explica, sumado a la sequía y a un gobierno que dijo que era de los pobres y que no le compró fertilizantes a los agricultores ante la guerra de Ucrania. Todo al final se ha juntado ahí.
-¿Cuál es la imagen que tiene la gente de Dina Boluarte? ¿La considera una traidora?
-En la última encuesta el 50% decía que se identificaba con las protestas, lo que es bastante. Ella tiene en la actualidad 71% de desaprobación y el Congreso 9% de aprobación. La salida de Castillo no ha significado que suba la popularidad del Congreso y el sector que antes estaba en contra de él, ahora está a favor de ella (Boluarte). En Lima, sobre todo. Y ese sector, incluidos los medios de comunicación grandes, tienen esa línea de que resista hasta que se calme la situación.
-Boluarte ha comentado que a los manifestantes les importa generar caos. ¿Qué piensas de esa narrativa que también se usó en Chile para desacreditar las demandas sociales?
-Ella incluso dijo "son terroristas" junto a un policía herido. Y es peligroso porque eso nos remonta a la violencia atroz de Sendero Luminoso. Y es peligroso porque quienes la apoyan ahora, no necesariamente su gobierno, hablan de terroristas. Es más, los detenidos en la Universidad de San Marcos fueron llevados a la dirección contra el terrorismo. Uno sólo se ha quedado detenido y a los demás no se la ha encontrado antecedentes. Entonces generalizar con esa palabra que tiene un significado tan duro para nuestro país, un recuerdo tan fuerte, es muy peligroso.
-¿Petro incluso solicitó la intervención del Consejo permanente de la OEA en Perú, luego del desalojo de los manifestantes en la Universidad de San Marcos?
-Lo que pasa es que Gustavo Petro, el presidente de Colombia, no creyó en el golpe. Dijo que no había ningún golpe de estado y que había resucitado Pinochet cuando Chile votó en contra del texto constitucional. No sé, entonces, si la mirada de él se acerca a la realidad. Lo que si creo es que en San Marcos, la misma rectora se ha lavado las manos respecto al operativo policial y el ministro del Interior ha dicho que se enteró por televisión. Están tomando distancia de una imagen muy violenta: entrar a una universidad con una tanqueta, con ciudadanos que venían del sur y estudiantes tirados en el piso.
“No se ve una salida”
-Van más de 60 muertos y no son pocos los que piden la renuncia de Boluarte. ¿Cómo ves ese factor?
-Ella insiste en que no va a renunciar. Aunque si renuncia, precipitaría las elecciones, porque asumiría el presidente del Congreso y tendría que convocarlas de inmediato. En principio ella dijo que se quedaba hasta el 2026, junto con el Congreso, que en su gran mayoría quisiera mantener sus curules hasta el 2026. Pero al ver las protestas, adelantaron algo hasta el 2024. Porque deberían cambiar la constitución para que se hagan elecciones en el 2023. Eso siempre cuando renuncie, pero hasta ahora ella no ha tomado esa decisión.
-¿Y sobre una eventual nueva constitución que también es una demanda de los manifestantes?
-Según las encuestas ha aumentado la cantidad de gente que quiere una asamblea constituyente, pero claro, ahí nuevamente estamos en extremos, que fueron los que ganaron las elecciones. Los dos candidatos estuvieron a favor de la pena de muerte y en contra de modificar la constitución para que exista matrimonio entre personas del mismo sexo. O sea, sería una constitución bastante conservadora socialmente. Pero sí, ha aumentado el porcentaje que quiere una nueva constitución.
-El gobierno prohibió la entrada de Evo Morales a Perú. ¿Crees que el expresidente de Bolivia es una amenaza o es la excusa para deslegitimar las movilizaciones?
-Han echado tantas culpas desde el poder, perdiendo credibilidad cada uno de los discursos que han dado. Después prometieron no más muertes y volvieron a ocurrir muertes. Se pudo demostrar, eso sí, que podían reprimir una manifestación sin muertes como sucedió en Lima. Entonces yo no veo que prohibirle la entrada al país sea determinante, si hay otras manera de influir sin entrar. Yo creo que eso es quitarle razones o peso a las protestas que existen en el sur del Perú. Tú las ves en las calles. Se nota.
-¿Cuánto ha influido la decadencia de los partidos políticos en esta inestabilidad que vive Perú desde hace un tiempo?
-Por sus propias culpas, como el caso del Partido Aprista peruano, que al final fue un partido que no formó más cuadros, que tuvo un dirigente como García y donde no había nadie más que pudiera dirigir, que además estuvo acusado por corrupción. Así se fue desprestigiando muchísimo el partido más antiguo y también Alberto Fujimori hizo lo suyo culpando a los partidos de casi todos los males de nuestro país.
-¿Ves alguna salida respecto a esta crisis?
-No, no, todavía no se ve una salida. Hay actos de violencia, protestas en las calles y mañana anuncian que los universitarios van a salir a marchar. Se han tomado fundos en el sur del Perú, hay mucha indignación por las personas que han muerto. Desde el gobierno dijeron que la situación estaba controlada y no lo está. Es difícil ver cuál va a ser la manera de buscar una cierta tranquilidad.
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