Crítica de cine| “Punto de Encuentro”: Cuando la categoría es insuficiente
El Festival de la Cineteca Nacional, en su onceava versión preestrenó el documental “Punto de Encuentro” de los realizadores Paulina Costa y Alfredo García, quienes más allá de su bagaje técnico y experiencia en la industria, se encuentran muy comprometidos con esta realización.
“Punto de Encuentro” nos trae la historia de un hijo que recorre los últimos días de la vida de su padre en un centro de tortura. Para esto los realizadores utilizan técnicas que colindan con el teatro para recrear escenarios y realidades sumamente complejas.
En rigor, esta obra es un documental, sin embargo, categorizarla parece insuficiente. En muchos momentos estamos frente a algo más parecido a un making of. Desde el inicio vemos la trastienda de la producción, de hecho somos testigos de la producción de un documental y no de un documental en sí mismo. Haciendo el parangón del “teatro en el teatro”, podríamos decir que esto es “documental en el documental”. Iniciamos así un viaje inesperado y necesario sin haberlo previsto, pues más que otra película de Memoria, estamos en presencia de una obra que nos adentra un paso más hacia la comprensión del quiénes somos a través del reflejo de la historia de padres, madres, hijos, hijas, nietos, nietas, actores, actrices y equipo de producción, que más allá de mostrar su oficio se abren en canal para exhibir con profesionalismo y humanidad el dolor que trasciende generaciones, la fragilidad humana, la ternura y el humor que es capaz de sostener a una audiencia comprendiendo desde la microhistoria la Historia de una Dictadura que nos pertenece y nos toca a todos, incluso después de 50 años.
El cosmos haciendo gala de su presencia entre nosotros, marca como día del preestreno de este documental un 18 de enero, justamente el día del último adiós de Alfredo García a Silvia su esposa y “Alfredito”, su guagua de 18 días para dirigirse a su punto de encuentro, del que no regresaría más. Parece ser que este instante en la memoria relatada a Alfredo (hijo) por su madre a través de los años es el episodio que permitió que hoy tengamos una película, de alguna manera el documental nos va mostrando los diversos caminos que nos hacen llegar a la puesta en escena de este momento cotidiano, sin mayor relevancia para quienes nos seguimos despidiendo a cada día de nuestros afectos, pero que significan el mundo para otros.
“Punto de Encuentro” innova en su estrategia. Da vuelta las cámaras, se filma a los realizadores que se convierten en protagonistas de su propia obra y así, el foco se pone en una imagen de introspección que se exhibe.
Por otro lado, se recrean escenas y escenarios, con la invaluable colaboración de Silvia Vera, esposa de Alfredo García y Luis Costa, compañero de celda de Alfredo en Villa Grimaldi. Presenciamos cómo se elabora una escena de película desde la idea, pasando por el casting de actores, caracterización de personajes y la grabación. Y los actores, sin haberlo previsto, realizan un doble juego, son actores, caracterizan a sus personajes y también se les ve como individuos experimentando toda una gama de emociones que incluso parecen tocar la psicomagia.
Hay también expresión teatral, se usa como escenario de pruebas la sala de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile y sus dependencias. Vemos cómo los diseñadores teatrales de la escuela construyen taladro en mano las escenografías que nos llevarán a vivir una experiencia de encarcelamiento de los días más oscuros de este país.
Paulina Costa comparte que desarrollar un proyecto como este toma muchos años. En el caso de “Punto de Encuentro”, ella lo sitúa en siete. Luego de ver esta película y escuchar al equipo realizador parece que el documental supera ampliamente la idea de un proyecto laboral, toda vez que parece un camino de vida que estaba destinado a proyectarse en la gran pantalla.
A la audiencia se le quedan revoloteando las ideas de sincronía, fragilidad, arte, magia, compasión y sentido del humor.
Esta película que tiene su punto de partida en el pasado, es una película del ahora.
Ficha Técnica
Dirigida por Roberto Baeza
Guion: Alfredo García, Paulina Costa y Roberto Baeza
Casa productora: La Toma
Producción ejecutiva: Paulina Costa
Producción: Alfredo García, Paulina Costa
Dirección de fotografía: Alejandro Carrasco
Cámara: Felipe Bello
Montaje: Carlos Dittborn
Sonido: Cristián Freund y Pablo Mardones
Música: Ricardo Santander
Artículo publicado en alianza con Culturizarte.
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