Atria: “No creo que el rechazo a la nueva Constitución haya sido un rechazo al contenido"
Fernando Atria, abogado, académico y exconstituyente, concedió una entrevista a La Tercera, medio en el que desmenuzó el post Plebiscito en el que su postura, Apruebo, fue rotundamente derrotada.
“Durante la campaña yo dije, y me vapulearon por eso, que si ganaba el Rechazo el país quedaba en un callejón sin salida. Bueno, ahora estamos en un callejón sin salida”, es parte de su poco auspicioso análisis en momentos en que estamos ad portas de cumplir tres meses de dilatadas negociaciones para implementar un nuevo proceso constituyente por el que el Presidente Gabriel Boric abogó este sábado, atendiendo a la perentoriedad por zanjar un consenso que actualmente se ve lejano. E incierto.
"Chile necesita darle solución a una crisis institucional muy profunda. Ha sido acallada por la pandemia, por la inflación, pero sigue exactamente ahí. Y lo que es peor, es que hoy día no tiene un camino para darle legitimidad”, asegura Atria.
Sus poco optimistas definiciones lo llevan a concluir, incluso, que el acuerdo que se está negociando, radicado en el Congreso, es el mismo camino que por 30 años mostró ser insuficiente para dar solución a los problemas ciudadanos.
“Seguimos parados en la misma crisis que teníamos. El acuerdo del 15 de noviembre fue celebrado como la construcción de un camino de salida para una crisis profunda. Ese camino demostró ser un callejón sin salida. No llevó a ninguna parte”, dice.
Y agrega que, en consecuencia, “hoy estamos en el mismo tira y afloja al que nos acostumbramos durante 30 años. Se está buscando un acuerdo que no sea muy de verdad. O sea, que esté predeterminado en sus contenidos y sometido a decisiones previas”.
[caption id="attachment_781971" align="alignnone" width="640"] "Espero que este acuerdo no se siga dilatando, porque quienes hicieron campaña, legítimamente, por el Rechazo, pero prometiendo una nueva Constitución, es importante que se hagan cargo de esa promesa», dijo este sábado el Presidente Boric- Foto: Agencia Uno[/caption]
Los hechos nos llevaron a ninguna parte, plantea. “Terminamos en un proceso constituyente que no va a ser un proceso constituyente”, es su lapidario diagnóstico.
Para Atria, la idea de que 'se farrearon la oportunidad’ pone lo sucedido “en términos moralistas, es como que fueran responsabilidades individuales. Entonces, sí se perdió una oportunidad y es grave”.
“El proceso constituyente sólo fue posible por las circunstancias en que se dio. Aquí estaba amenazada la continuidad democrática. Hasta ahí tuvo que llegar la crisis institucional causada por la Constitución de 1980. Y cuando una crisis llega a ese nivel, es porque en el camino se fueron dañando muchas otras cosas más. Se destruyeron los partidos políticos, por ejemplo. Eso se observó claramente en la Convención”, dice luego respecto de la génesis que propició la instalación del fallido órgano cuyo texto fue masivamente rechazado en septiembre.
Con certeza, el académico transparenta que “las condiciones en que se desarrolló el proceso constituyente eran poco propicias para su éxito. Durante todo el desempeño de la Convención, muchos (advertimos los riesgos) lo hicimos, pero ninguno tenía un predominio como para dar instrucciones”.
"Hay gente que prefiere que la opinión que defiendo no esté hoy en la discusión"
¿Por qué hay quienes lo han responsabilizado a él de la debacle electoral? Atria lo tiene resuelto y así lo evidencia. “Esto es una cuestión política. Hay gente que prefiere que la opinión que yo defiendo, no esté hoy en la discusión. Entonces, si a mí me convierten en el responsable principal, logran ese efecto. Supongo que hacen ese cálculo”, reflexiona.
“Por años, la derecha mantuvo la Constitución del 80 a rajatabla. Luego, en la Convención, la iniciativa pasó a la izquierda, a una posición de que ‘ahora somos nosotros los que podemos ignorar a la derecha y hacer la Constitución que queremos’. Respondieron, por así decirlo, con la misma moneda. Eso llevó al fracaso y ahora la situación se vuelve a dar vuelta. La derecha puede volver a poner sus condiciones. Ese es el problema de este callejón sin salida”, dice luego compartiendo su análisis del tema que actualmente parece entrampado en la mesa negociadora.
Y respecto de la actual oposición y su rol en el proceso, plantea que “se podría decir que la derecha lo arriesgó todo por no entender que tenía que hacer un cambio constitucional a tiempo. Y, por otro lado, hay una izquierda que lo perdió todo por no entender que para resolver el problema constitucional, tenían que incorporar a la derecha. La pregunta es qué va a venir ahora”, dice luego haciéndose eco de la incertidumbre que rodea el tema sobre el que no se visualiza un consenso satisfactorio para atender las crecientes demandas ciudadanas.
[caption id="attachment_792051" align="alignnone" width="900"] Imagen referencial Agencia Uno[/caption]
Optimismo es lo que menos hay en las palabras de Atria, quien dice que “ojalá no venga más de lo mismo. Porque ahora hay una derecha que cree que ganó y que, por lo tanto, puede decir que nunca hubo una verdadera demanda por una nueva Constitución. Entonces, se va a permitir una reformita por aquí y una reformita por allá. En el fondo, cada uno se aprovecha del poder que tiene en un determinado momento”.
“La embriaguez de la derecha con su Constitución llevó a que este país estallara. ¿Eso no es una farra también?”, se cuestiona el abogado. “Por eso digo que nos vamos a ir de farra en farra hasta que alguien esté en condiciones de cerrar el tema constitucional”, es su poco alentador diagnóstico.
Mea culpa por haber sido parte de un proyecto fracasado existe. De hecho, Atria parece tener claro dónde estuvieron las falencias de su sector. “Debimos haber dicho más claramente que no estábamos dispuestos a seguir conversando si no se incluía al menos a una parte de la derecha. Pero también hay que decir que fuimos nosotros los que nos opusimos a dejar a la derecha fuera de la mesa. Tanto es así, que se produjo un quiebre en el Frente Amplio. Luego, en la Comisión de Sistema Político, hicimos esfuerzos por llegar a una solución conjunta hasta que algunos queridos compañeros de Apruebo Dignidad acusaron al Frente Amplio de estar pactando con la derecha”, comenta.
Respecto de los resultados, en todo caso, ofrece un matiz. “No creo que el rechazo a la nueva Constitución haya sido un rechazo al contenido de la propuesta. La gente sigue queriendo derechos sociales, que el sistema político pueda ser más eficaz para procesar las demandas sociales y protegerlos de los abusos. Por lo tanto, no me parece que el resultado del Plebiscito deba llevarnos a revisar el diagnóstico de que la gente quería una Constitución distinta”, asegura.
“Mi impresión es que la demanda por transformación, por derechos sociales universales, se ha manifestado persistentemente en los últimos 15 años”, dice luego.
Y apela que no sobreinterpretar el resultado del 4 de septiembre, atendiendo a que “lo que hubo fue un rechazo a la labor de la Convención. No a una nueva Constitución. Eso sigue completamente vigente”.
“La necesidad de una nueva Constitución, persiste. El problema es que ya pasó el momento del impulso político”, concluye.
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