Comida infantil hecha en casa tiene tantos metales dañinos como la industrial
Los alimentos infantiles preparados en casa en Estados Unidos tienen una proporción de metales tóxicos -plomo, arsénico y cadmio- muy alta, similar a la de los alimentos industriales para bebés hechos a base de verduras y cereales, según un estudio.
El trabajo de la organización Healthy Babies Bright Future (Niños sanos, futuro brillante) señala que en ambos casos se encontraron "niveles peligrosos" de metales pesados. En un 94% de purés y otros alimentos cocinados en casa (conclusión llegada tras analizar más de 7.000 muestras de alimentos) y la misma proporción de 94% en los alimentos industriales, esta última cifra procedente de un estudio anterior.
El arroz parece ser el ingrediente más peligroso, pues en muchas de sus variantes hay presencia alta o muy alta de metales pesados, siendo el caso más grave el de las galletas de arroz y el arroz inflado, con altos niveles de arsénico inorgánico, el más tóxico.
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Arroz blanco o integral, palitos de arroz para chupar, hojaldre de arroz, barras de granola con pasas y cereales de avena están también entre los 10 alimentos más contaminados, y les siguen algunas verduras como zanahorias y patatas dulces.
Según el estudio, estos datos ponen en cuestión la pertinencia de costumbres arraigadas en Estados Unidos, como ofrecer a los niños fruta en conserva (en lugar de la fresca) o barritas de arroz para aliviar los dolores de encías durante la dentición de los bebés.
El estudio señala además que no hay gran diferencia entre las variedades más comerciales y las llamadas "orgánicas", pues la contaminación procede del mismo suelo y no de los fertilizantes.
No todo es catastrófico, pues existen alternativas más saludables, como puede ser optar por fruta fresca como bananas, naranjas, manzanas y sandías, carne de cordero y de cerdo, huevos o carnes elegidas específicamente para marcas infantiles.