Luego de que durante su discurso en La Moneda este martes, en la conmemoración del tercer aniversario del estallido social, el Presidente Gabriel Boric aludiera a las violaciones a los derechos humanos que se constataron en el país durante este período, la derecha reaccionó indignada por su alusión a hechos de connotación sexual por parte de personal de Carabineros.

“Debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable, hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune, y no se puede volver repetir”, fueron los dichos que gatillaron la inmediata y airada reacción desde Chile Vamos, donde un grupo de diputadas de la UDI decidió oficiar a la Fiscalía y al Poder Judicial, pese a la existencia de decenas de denuncias por abuso sexual en medio del estallido.

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Y mientras desde RN anunciaron que oficiarían a Presidencia, buscando aclarar la razón por la que Boric apuntó a la ocurrencia de estos delitos, manifestándose ofendidos por este injusto acto de descrédito a Carabineros, en su opinión particular, este miércoles la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, respaldó a Boric, luego de que Amnistía Internacional Chile y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) hiciera lo propio tras la polémica instalada desde la oposición.

"No son dichos falsos, es distinto que haya llegado a término a que el hecho nunca haya ocurrido y hay evidencia suficiente en informes internacionales, como también en casos que ya se han presentado ante la justicia y ayer el INDH pidió que los juicios se realicen más rápidamente para que podamos tener una verdad común al respecto", dijo.

Al respecto, la ministra aclaró que "la violencia sexual siempre tiene una tasa más baja de denuncia que de su ocurrencia total. Porque es un delito muy difícil de denunciar, porque es una situación de violencia muy particular y además donde hay una baja percepción de la posibilidad de hacer justicia".

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Y argumentó que esto sucede "porque muchas veces no hay testigos y todo se reduce al testimonio de las víctimas versus el del agresor. Y en segundo lugar, esto se complica aún más cuando los posibles perpetradores son agentes del Estado. Y eso tiene evidencia internacional".

Posteriormente, ejemplificó con los casos de "México, de Guatemala en Latinoamérica y también en el caso de Chile, donde a pesar todas las décadas (que han transcurrido), todavía no hay una ley de violencia política sexual, que también está dentro de las categorías que a nosotras nos interesa reconocer".

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"Es muy importante recordar una clásica distinción de las escuelas de derecho que (alude) a que la verdad procesal no es necesariamente la verdad material. Hay muchos casos en los que sabemos que ocurrieron delitos en los que no necesariamente se llegó a término en un juicio. Pese a eso, existen al menos tres informes internacionales. Aquí hubo investigadores que tomaron testimonio y tuvieron evidencia suficiente para poder informar a organismos internacionales de que aquí había ocurrido violencia sexual", agregó.

E incluso, luego hizo una aclaración. "Lamentablemente aquí hay gente que considera que violencia sexual se remite sólo a violación. Tiene muchas formas y tienen todas que ver con lesionar la indemnidad sexual", sostuvo.

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