Vecinos de Curicó se unen en Ollita Solidaria para ayudar a comunidad de adultos mayores
“La pandemia nos trajo miseria”, señalan los miembros de la Ollita Solidaria, instancia creada para paliar el aumento en el costo de la vida que afectó a una comunidad de adultos mayores en Aguas Negras, en Curicó.
El sector corresponde a viviendas unipersonales, donde no cuentan con asistencia médica ni redes de apoyo municipal o estatal.
Paola Saavedra, vecina del sector y líder de la instancia colaborativa, explica que el alza en los precios de los medicamentos los llevó a priorizar entre su salud y su alimentación.
Ante ello, Saavedra se preguntó cómo podría ayudarlos, y halló la respuesta en Cristián Iturriaga, un amigo de su hijo.
“Tía, ¿y si hacemos una ollita solidaria?”, le dijo Iturriaga. Así, armados de un fondo, una cocina y un gas, emprendieron la misión de alimentar a más de 40 personas en la Junta de Vecinos “Nuevo Amanecer”.
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La mercadería salió de vecinos y amigos, y la primera comida fue el 29 de mayo de este año. En primera instancia funcionaba solo dos días a la semana, pero gracias a las donaciones comenzó a funcionar lunes, miércoles y viernes.
Carne, legumbres, verduras y frutas eran parte del menú, abastecido por las donaciones desinteresadas de los vecinos, que iban desde alimentos, rebajas en los precios en la carnicería o dinero para comprar el pan.
A fines de agosto, la ollita recibió una importante donación de la Fundación Hecho que los salvó de su fin. Sin embargo, septiembre sería el último mes en que la instancia funcionaría por la inminente falta de recursos.
¿Se termina la ollita?
En un momento crítico para la olla común, la historia llegó a oídos de la diputada Mercedes Bulnes en Curicó, quien desplegó a su equipo en el lugar y contactó a la Seremi de Desarrollo Social del Maule ante la necesidad de contar con programas de apoyo para la comunidad solidaria.
Bulnes destacó la iniciativa, pero subrayó que “estas personas mayores no deben tener una comida por solidaridad, porque es un derecho. Han trabajado toda su vida y merecen una vejez plena, feliz y no esperar caridad”.
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La diputada enfatizó en la lentitud del Estado para resolver estas problemáticas, y manifestó que “es su deber desplegar recursos y programas para que los adultos mayores estén protegidos (...) Contacté a la Seremi de Desarrollo Social, que entregó mochilas de aseo y abarrotes para las personas mayores. Es un inicio pero no será el fin”, precisó Bulnes.
A ello se suma la colaboración de la municipalidad de Curicó, quienes realizarán un catastro, a cargo de asistentes sociales, para revisar las necesidades médicas, de vivienda y alimentarios de la comunidad.
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