Directora de Integra y fin del cargo de primera dama: "Me genera cierta nostalgia"
La semana pasada, Irina Karamanos, coordinadora sociocultural de la Presidencia y pareja del Presidente Gabriel Boric, anunció el traspaso de las fundaciones que se encuentran bajo su gestión, cumpliendo así su promesa de restarse del cargo de primera dama.
El directorio de Fundación Integra, una de las seis que presidía Karamanos, fue el primero en votar de manera favorable el cambio de estatutos, y su directora ejecutiva, Nataly Rojas Seguel, agradeció la decisión destacando que viene a “elevar el rol social que tiene Integra”. Ahora, será el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila el que designe la presidencia que continuará orientando el trabajo del directorio.
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En tanto, desde la oposición pidieron que se citara a Irina Karamanos a dar explicaciones en la comisión de Educación de la Cámara, acusando que es “incomprensible” que “una decisión de esa envergadura no esté sujeta a la reflexión parlamentaria”, según se lee en una carta firmada por diputados de Renovación Nacional difundida este miércoles.
Para la directora de Integra, este “cambio significativo” se ha hecho “de manera responsable” y paulatino, considerando en todo momento la protección de las y los trabajadores y familias. En conversación con El Desconcierto, Nataly Rojas explica los detalles del traspaso, los beneficios que tendrá, y cuáles han sido sus metas desde que asumió la dirección ejecutiva en septiembre del presente año.
- ¿Cuál es su opinión frente a la decisión de pasar Integra al Mineduc?
Creo entender que esta es una decisión que se da en el contexto de una promesa de campaña. Es una medida que se valora desde la Fundación porque releva el valor de las trabajadoras y trabajadores de nuestra comunidad.
Se nos ha hecho ver que es fundamental que quien cumpla este rol debe tener las credenciales y la trayectoria específica para cada temática y conocimiento. En ese sentido es que yo entiendo esta decisión, pero no puedo dejar de señalar que también me genera cierta nostalgia, porque creo que Irina Karamanos ha sido una excelente presidenta, muy cercana a la Fundación, y muy presente durante este tiempo.
- ¿Qué cambios positivos se podrán realizar, ahora que Integra tendrá relaciones más estrechas con el Ministerio de Educación?
Hay una serie de cambios positivos. Primero, el cambio de estatuto implica que quien ejerza esta función va a ser una persona nombrada por el ministro de Educación. Este presidente o presidenta nacional del Consejo de la Fundación va a tener que contar con alguna trayectoria laboral destacada en educación inicial, una formación profesional idónea, y además experiencia en un cargo de liderazgo en educación.
Para nosotros es muy importante enfatizar en esto, debido a que el presidente o presidenta impacta directamente en la relación que tenemos con las trabajadoras y los trabajadores, nuestras familias, etcétera. Considero que este paso de trascender desde la arbitrariedad de los nombramientos a un criterio de idoneidad, significa un paso muy relevante para la Fundación.
- ¿Qué problemas resuelve el hecho que la Primera Dama ya no presida el directorio de Integra?
No creo que estemos hablando de problemáticas en particular, pero sí entendemos que este es un paso necesario y no es un traspaso al Mineduc. Nosotros ya tenemos un vínculo con el Mineduc. Hay que recordar que la Fundación es una institución privada, sin fines de lucro, que tenemos financiamiento público a través de los recursos que nos transfiere la Subsecretaría de Educación Parvularia. Por lo tanto, en términos estructurales, nosotros mantenemos nuestra estructura, nos mantenemos como Fundación, y vamos a seguir recibiendo los presupuestos.
Es un cambio significativo en términos políticos, pero en términos estructurales, los trabajadores deben tener la tranquilidad de que esta es una innovación, una modernización para garantizar el rol social que tiene la Fundación.
- En ese sentido, ¿Cómo ha sido recibida esta decisión a la interna, por los trabajadores de Integra?
La decisión se ha basado en un proceso de trabajo de manera responsable, en el que se ha generado una serie de conversaciones y reuniones con todas las personas implicadas –me refiero a dirigentes sindicales, a directores nacionales, directoras regionales–. Ha sido un sello dialogante el de Irina, un sello participativo en nuestra institución, y eso ha sido informado y conversado con las distintas organizaciones, por lo tanto, hasta el momento hemos tenido una muy buena recepción de parte de los trabajadores. Hay un anhelo de generar un cambio, una modernización respecto de cómo se nombran los presidentes y presidentas.
Debo señalar también que la Fundación Integra tiene una historia de nombramientos a dedo. Por ejemplo, en los años 90, las directoras regionales eran las esposas de los intendentes, así como la presidenta era la esposa del Presidente. Hoy día avanzar hacia un modelo distinto de idoneidad también es relevante.
- Mencionaba que la decisión ayudará a “elevar el rol social” que tiene Integra, ¿En qué sentido?
Primero, todos estos ejercicios de garantizar que la persona idónea, o con ciertas credenciales o trayectoria específica, llegue a la presidencia tiene un impacto significativo en términos que, por ejemplo, se toman decisiones distintas. La Fundación Integra, por primera vez, eligió a sus directores y directoras regionales, a través de un concurso abierto, mixto, donde participaron tanto personas internas como externas. Ahí hay un cambio que puede ser muy puntual, pero ya sienta los cimientos de cómo queremos conducir a nuestra Fundación, en ese sentido más público y social.
- Con esta reestructuración, ¿cambian las metas de Integra?
No cambian. Hemos tenido un camino que se ha ido trazando a lo largo de la historia de la Fundación, y en particular este año, desde que asumimos la dirección ejecutiva, hemos estado levantando un proceso de planificación estratégica con la participación de las y los trabajadores.
Al momento han participado más de 31 mil personas a lo largo de Chile en talleres presenciales, en formato online, en distintas metodologías que desarrollamos para poder diseñar nuestra carta de navegación que vamos a implementar en los próximos años. Si hay un cambio, efectivamente es un cambio que se va a basar en la oportunidad que han tenido de participar trabajadoras, trabajadores y familias en la conducción de la fundación.
- ¿Cuál es el siguiente paso a seguir en relación a este cambio?
Este va a ser un proceso paulatino. Irina Karamanos sigue trabajando con nosotros, acompañándonos, haciéndose presente en los distintos procesos de la Fundación. El estatuto laboral no se va a modificar en nada, por lo que la Integra sigue siendo de carácter privado, y no se van a modificar los contratos de los trabajadores. Por el momento, hemos trabajado en este sello de relacionamiento, de vínculos y de participación para poder desarrollar esta transición de la manera más informada y prudente posible.
- Recién en septiembre asumió como directora ejecutiva, ¿Cuál será su meta principal a cargo de Integra?
Efectivamente asumí en septiembre, pero estoy en la Fundación desde el mes de abril. Mi meta es poder culminar este año con los lineamientos respecto del desarrollo de nuestra planificación estratégica. Estamos en la etapa final, ya se levantó toda la información relevante. Además, estamos trabajando con las distintas direcciones nacionales y regionales en reestructurar ciertos espacios de trabajo, entre organizarnos y también tener una perspectiva y un desarrollo de lo que significan las infancias en este momento post-pandemia.
También soy mujer de región, y para mí el sello de la descentralización y estar más cercano a los territorios, de visibilizar lo que sucede en distintos espacios de Chile es muy relevante. Además la dirección que han recibido los directores regionales es de volcarse a los territorios, volver a los jardines infantiles, y recoger desde ahí las necesidades para poder transformar nuestro trabajo recogiendo las experiencias desde abajo hacia arriba.