Marisa Monte ante la elección Lula vs Bolsonaro: “Nunca fue tan importante defender la cultura”
A comienzos de 2020, Marisa Monte -ícono de la música popular brasileña con más de tres décadas de trayectoria- se preparaba para retornar al estudio de grabación. Las canciones de Portas, su más reciente disco, ya estaban listas. Pero llegó la pandemia, azotando el mundo entero, y los planes debieron posponerse. Durante ese período, el repertorio creció. Nacieron “Vagalumes”, “Sal”, “Você não Liga” y “Espaçonaves”.
En noviembre de ese año, con mascarillas y PCR negativos, ella retomó sus actividades en Río de Janeiro. Pero la producción del disco inconcluso implicó coordinar reuniones vía Zoom con sesionistas de Estados Unidos, España y Portugal.
Hoy, cuando el COVID-19 parece haber menguado, Marisa regresa a Chile para presentar Portas el 1 y 2 de octubre en el Teatro Nescafé de las Artes.
- Su último álbum fue grabado durante la pandemia. ¿Cuáles fueron las cosas más difíciles en ese momento? ¿Le tenía miedo al COVID-19?
Fue un momento memorable para todos. El aislamiento, la falta de contacto social, la falta de libertad, el miedo y la incertidumbre impusieron grandes dificultades. Fue desafiante grabar. Optamos por un método de producción mixto, alternando grabaciones en vivo en Río de Janeiro con grabaciones remotas en Lisboa, Madrid, Barcelona, Nueva York y Los Ángeles. Para mi sorpresa, la tecnología ha hecho posible que experimentemos con formas de relación que no hubiéramos probado de no ser por la necesidad, y funcionó muy bien. En ese sentido, la conectividad digital del mundo contemporáneo fue liberadora en ese momento crítico. Portas terminó siendo un disco que hice con más colaboraciones internacionales, en más ciudades diferentes, sin salir de Río y sin perder la calidez ni el espíritu colectivo.
- ¿Cómo fue para usted, cantante, quedarse en casa por obligación? ¿Sintió angustia o desesperanza en algún minuto?
La pandemia golpeó duramente la actividad cultural. Fue una situación sin precedentes en mi vida profesional estar tanto tiempo sin viajar, conocer público y pisar un escenario. Pero logré producir mucho, componer mucho, grabar y producir un álbum completo de 18 canciones nuevas.
[caption id="attachment_778417" align="aligncenter" width="1872"] Foto: Leo Aversa[/caption]
- ¿Fue complejo volver a la presencialidad? ¿Extrañó los escenarios, compartir con los músicos y el público?
Fue bastante complejo ensayar musical y escénicamente un espectáculo durante el brote de ómicron a inicios de año. Aunque todo el equipo está vacunado, tuvimos que hacer muchos tests, llevar muchas mascarillas y tener mucho cuidado. Ahora todo parece más tranquilo y éste era un reencuentro muy esperado. Es emocionante ver al público entre lágrimas y sonrisas sobre los escenarios del mundo. El sentimiento es una mezcla de alegría, alivio y añoranza.
- ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración para componer?
La vida, la naturaleza, la música misma, el arte, la imaginación, los encuentros y el mundo sentimental. La música que hago es el resultado de todo lo que he escuchado a lo largo de mi vida, una caldera sonora que se mezcla creando una nueva combinación de referencias muy personales, fruto de mi experiencia de vida. Portas es un álbum que celebra el colectivo en el arte y la vida con un formato de producción en vivo en el estudio, con su propia dinámica, intensidad y alivio de la respiración humana.
- ¿Por qué le tomó diez años lanzar un álbum con material nuevo?
Cuando terminó la última gira, hice un disco en vivo y un DVD. Luego, hice una serie de proyectos colaborativos con varios artistas interesantes, en un diálogo que me gusta mucho, pero que no encuentro tiempo para hacer durante mis giras. Hice el proyecto Samba Noize en el BAM de Nueva York, una gira nacional con Paulinho da Viola, un disco inédito y una gira internacional, y un disco en vivo con Tribalistas. Ya tenía un repertorio listo y estaba preparada para entrar al estudio cuando vino la pandemia. Después de esta fase de colaboraciones, sabía que era hora de volver a mí y extrañaba mi expresión en solitario. Fue un tiempo y un proceso natural.
- Algunos críticos musicales brasileños han elogiado su disco por tener una “resistencia poética y amorosa”. ¿Una resistencia a qué? ¿Cómo definiría su álbum?
Las puertas son elementos muy simbólicos, que traen en sí mismos la idea de apertura, transformación, elección, paso, opción, decisión, cierre. Estas aberturas pueden ser internas o externas. Quería crear un universo lúdico, pasajes a la imaginación, un soporte poético para los momentos difíciles que atravesábamos, donde lo único que más deseábamos eran salidas. El arte nos da apoyo para soportar lo insoportable.
- ¿Por qué eligió Portas como título de su disco? ¿Cree en el dicho “cuando una puerta se cierra, otra se abre”?
“Portas” es una canción que habla de opciones, oportunidades, elecciones, decisiones, cambios, transformaciones. Una canción que me gusta mucho, muy filosófica y profunda. De hecho, creo que todos siempre tenemos varias puertas para abrir y experimentar.
[caption id="attachment_778418" align="aligncenter" width="2560"] Foto: Leo Aversa[/caption]
- Las elecciones presidenciales en Brasil se llevarán a cabo este domingo. ¿Cree que es probable que gane Lula da Silva? ¿Cuán políticamente polarizado está Brasil hoy?
Las elecciones de este año serán fundamentales, pero tengo mucha esperanza de que Brasil supere este momento de retracción histórica. Tenemos que pasar la página del retraso. Brasil necesita gestión y leyes conectadas con el futuro, con la sustentabilidad, con energías limpias; necesita un proyecto de inclusión a través de la inversión en capital humano, en educación. Por mi parte, votaré por candidatos/as que estén comprometidos/as con mis principios. Que respeten y protejan el medio ambiente, la ciencia, el arte, la cultura, las minorías, las mujeres, los pueblos indígenas, los más frágiles, y que tengan una visión sostenible de progreso. Realmente, necesitamos mejorar la calidad de nuestros representantes en la legislatura. Este año también elegiremos un nuevo Congreso. Nunca fue tan importante defender la cultura. Y seguiré haciendo una resistencia poética para calmar los corazones y ampliar la imaginación y la creatividad, un campo donde todo se puede imaginar y soñar. Necesitamos poder soñar con un país mejor para transformar lo ideal en real.
- Muchos artistas dicen que el gobierno de Bolsonaro fue/es una dictadura. Como mujer y cantante, ¿cuál es su opinión de esa administración?
Triste y retrógrada. Me gustaría un gobierno en Brasil más consciente del poder económico que representa la cultura y la industria creativa. Veo hoy una falta de conciencia de esta grandeza y un gran derroche de cómo se trata la cultura. Lo lamento. Pero esto me hace sentir más motivada para hacer arte y cultura.
- ¿Se enteró del Plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución en Chile? ¿Cómo ve las dinámicas sociales en América Latina?
Sí, supe y seguí con interés la movilización y discusión sobre la posible (y rechazada) nueva Constitución. Veo que los países latinoamericanos, a pesar de sus diferencias, poseen varios rasgos en común, democracias recientes, historias de dictaduras. Son países jóvenes, aún en formación, con dolores de crecimiento, con grandes desafíos sociales y una cultura riquísima.