Nueva evidencia del impacto de mascotas en fauna nativa reabre debate sobre Ley Cholito
Un estudio difundido la pasada semana evidenció la amenaza que supone la presencia de perros y gatos en entornos naturales, para los mamíferos nativos de la zona central de Chile. Este estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia sobre la problemática, que aviva el debate sobre la tenencia responsable de mascotas en el país y su regulación. A la opinión del movimiento animalista se le oponen voces desde el ámbito de la conservación y del mundo rural, donde se proponen cambios a la legislación para dejar más herramientas al control del problema.
“La ley de tenencia responsable (o ley Cholito) no resuelve el problema, así lo demuestran los números. Y no lo va a resolver porque no existe la capacidad de fiscalización. Las municipalidades no tienen los fondos ni personal suficiente y el proceso de educación es lento. Dejar a los perros sueltos o llevarlos a lugares naturales son asuntos culturales muy arraigados en la población”, analiza Gonzalo Medina, veterinario e investigador del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello.
“Es importante no perder de vista el origen del problema, que tiene que ver con el abandono de animales y la falta de una cultura de tenencia responsable, que es a lo que apunta la ley. La ley es buena, pero el problema es que no se está cumpliendo”, comenta Nicolás Escrig, integrante del área legislativa de la fundación Derecho y Defensa Animal.
El último estudio sobre el tema, publicado por el proyecto GEF Montaña, caracteriza la presencia de gatos y perros como la principal amenaza a mamíferos nativos de la zona central, además de evidenciar el frágil estado de conservación de casi todas las especies nativas estudiadas, y en particular del gato andino, que está en peligro de extinción.
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Propuestas y soluciones
Un punto de coincidencia entre ambas posturas es la convicción de que las municipalidades no tienen la capacidad suficiente para hacerse cargo de la fiscalización. “Los municipios tienen demasiadas funciones bajo su control y es entendible que esto no quede entre lo principal. Creo que una buena vía de acción sería crear un organismo especializado en protección de animales que vea exclusivamente estos temas. Obviamente eso requiere de inversión pública pero al ser un problema grande es importante dimensionarlo y tal vez amerite ponerse las manos al bolsillo”, opina Nicolás Escrig.
Gonzalo Medina también apunta a la existencia de una institución especializada, pero con la capacidad de utilizar el control letal o eutanasia cuando se agotan otras opciones. “En países desarrollados hay una institución que remueve a los perros sueltos y si no los reclama un dueño y no los logran poner en adopción, proceden a la eutanasia. Esto es un tema de números, nadie se puede hacer cargo del costo que significa un número tan grande de individuos encerrados en un refugio de por vida. Y se hace en países que no tienen la cantidad de perros y gatos sueltos que tenemos en sudamérica, que es un problema creciente. La esterilización y liberación de estos animales, que es la alternativa que se plantea, no ha funcionado para frenar que sigan presentando una amenaza en el entorno natural”, sostiene.
El uso de control letal es una de las propuestas que han surgido para proteger la biodiversidad nativa, y es el punto que genera mayor controversia en la sociedad. Un estudio del Instituto de Ecología Biológica propone ajustar la definición de perro asilvestrado para que sea más fácil de identificarlo, como sucede con otras especies invasoras, y someterlo a mecanismos de control que podrían eventualmente incluir el control letal. “Cuando te niegas al control y a la eutanasia de animales que son especies invasoras, ahí también hay muerte. Esos perros, gatos, y otras especies invasoras están matando animales nativos silvestres por competencia, transmisión de enfermedades o depredación", explica Gonzalo Medina
Mientras tanto, desde grupos animalistas rechazan la eutanasia como una opción. “La matanza de perros asilvestrados nunca será la solución. No se puede definir hoy a simple vista si un perro es o no asilvestrado, y aunque se aplique la eutanasia a todos los perros eso no va a terminar con el problema de que la gente abandona animales. Lo importante es que se aplique la ley con toda la fuerza que debe aplicarse, con más educación y fiscalización”, opina Nicolás Escrig.
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