Exclusivo: Habla chileno que grabó video del atentado a Cristina que dio la vuelta al mundo
Cristóbal Elgueta llegó el año 2015 a estudiar medicina en Argentina. Hoy cursa sus últimos años de carrera y ha vivido todo este periodo como uno de los tantos estudiantes chilenos que viajan para estudiar de forma gratuita al otro lado de la cordillera.
Fue así como ayer, junto a un grupo de compañeros de facultad, acudió a la intersección de las calles Juncal y Uruguay, en el exclusivo barrio de La Recoleta, para observar la dinámica diaria que enfrenta a opositores y partidarios de la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, luego que la fiscalía trasandina solicitara 12 años de prisión en su contra por delitos de corrupción. En eso estaba, celular en mano, cuando registró la imagen del frustrado magnicidio que dio la vuelta al mundo.
-¿Han estado muy caldeados los ánimos en Argentina?
Han estado caldeados, los adherentes de Cristina se han estado movilizando todos estos días afuera de su casa, una esquina emblemática en uno de los barrios más ricos de la ciudad, en respuesta a una concentración inicial de opositores. Esa dinámica se ha mantenido durante más de 10 días y lo de ayer se entiende como una manifestación de apoyo irrestricto de todos quienes quieren y siguen a la expresidenta.
-¿Por qué decidiste ir al lugar?
Estábamos haciendo una actividad con unos compañeros y uno me dice “che cris, vamos a Juncal después de la Facultad ", le dije que tenía que estudiar y al final me terminó convenciendo. Fuimos dos compañeros y dos compañeras como simples espectadores, sin intención de participar en el esquema donde los partidarios hacen cordones de seguridad. Porque todos los días, entre las 8 y las 10 de la noche, la gente espera que Cristina llegue a su casa desde las labores del Senado de la Nación. En ese contexto, teníamos la leve esperanza de verla y después ir a cenar con mis amigos.
-¿Cómo estaba el ambiente previo al registro que realizaste y que luego se viralizó por todo el mundo?
Estaba el cordón de seguridad de gente militante y nosotros nos quedamos ubicados más cerca de la esquina. Pero como la puerta de entrada al edificio estaba más adentro de la calle, le dije a un compañero que nos acercáramos más. Había un montón de gente y quedamos a unas tres personas del cordón de seguridad. En ese momento llegan los autos, pasa primero el de Cristina, y detrás se estaciona uno de la custodia que queda justo frente a nosotros. Cristina se baja y empieza a saludar a la gente. Generalmente saluda un poquito y entra, pero en esta ocasión cruza hacia la vereda de enfrente y empieza a saludar, a firmar libros, a dar abrazos, besos y sacarse fotos.
-¿En ese momento empezaste a grabar?
Sí, como soy alto, puse el celular por encima y cuando veo que se viene acercando comienzo a enfocarla, siempre viendo a través de la pantalla. Ahí siento un movimiento rápido, me imaginé que alguien le había lanzado algo. Fue en ese momento que escucho “qué haces, qué haces”, y noto que Cristina se agacha a recoger algo y que después nos enteramos que era un libro. Nunca se dio cuenta de lo que había pasado. En el tumulto comienzan a rodear al tipo entre cinco monos, a preguntarle qué tenía y lo comienzan a registrar.
Video original, más extenso, captado por Elgueta en las afueras del departamento de Cristina Fernández.
-¿Nunca te percataste de la pistola?
En ese momento no, pero cuando reducen al chabón veo que cae algo de metal al suelo. En el ajetreo lo patean un poco y una persona que estaba al frente mío la pisa y no se mueve más de su lugar. Al atacante al final lo sacan de la escena, entre 5 o 6 personas, y ahí le dije a mi amigo que nos quedáramos a ver qué tenía el tipo bajo el pie. Intuía que era un arma, pero al final nos sacaron del lugar.
-Ahí pudiste revisar con calma las imágenes…
Sí, mientras la policía federal arma un cordón de seguridad alrededor de esta persona, empezamos a revisar los videos. Primero vemos el de mi amigo, pero no se ve nada. Después revisamos el mío y me doy cuenta que se ve todo clarísimo. Se ve el tatuaje, el arma, como gatilla dos veces. Ahí decidimos acercamos al personal de custodia de Cristina.
-¿Te hicieron declarar?
Nos hicieron entrar al departamento de Cristina. Nos toman los datos, nos preguntan lo del video y si lo habíamos mandado a alguien. En ese momento no se sabía si ya se había difundido la imagen, porque la verdad es que habían hartas cámaras de televisión, todos apuntando, y la primera imagen que vimos fue una del canal 5N, que era de bastante lejos. La policía al final nos liberó y nos dijeron que nos iban a llamar para declarar.
-¿A quién mandaste por primera vez el video?
Apenas reviso la grabación, me doy cuenta de lo que tengo. Era un video muy largo, porque grabé desde que Cristina se bajó del auto, así que lo corto y dejo el final que es la parte que se divulgó en todos lados. Después se la mando a una amiga a través de airdrop, como una manera de resguardarlo también. La policía que custodia a Cristina también nos había pedido el video y cuando se dan cuenta que ya era público, nos dicen que hagamos lo que queramos con él. Ahí mandé el video a mis compañeros y se difundió en todas partes. Lo publicó el Washington Post, la secretaría del Partido Laborista y hasta Maduro.
-¿Tuviste la oportunidad de ver al sujeto? ¿Estaba muy asustado? ¿Qué impresión te dio?
En el revuelo alcancé a apreciar cuando lo agarran, estaba con un gorro de lana negro y al principio negaba todo, decía que no tenía nada que ver. Intuyo que como no le pudieron encontrar el arma, lo sacaron de la escena rápidamente. Pero estaba muy nervioso. Los policías incluso nos dijeron que en el video se ve el arma y el tatuaje que tiene en el antebrazo y en la mano.
-El video en el fondo es una prueba…
Claro, porque a diferencia de las primeras imágenes que circularon de las cámaras de televisión que estaban al frente, un poco más lejos, en el video mío se ve mucho más nítido porque al lado de nosotros había una cámara, que no estaba grabando, pero tenía una luz bien potente. Eso hizo que se viera mucho mejor toda la escena.
-¿Y qué piensas ahora, cuando hay varios perfiles del tipo que lo identifican como filonazi? ¿Cómo se ha interpretado eso en Argentina?
He visto un par de perfiles, pero entiendo igual es que es una combinación de muchas cosas. Argentina es un país muy politizado, donde se genera un caldo de cultivo para estos tipos más reaccionarios de la sociedad. El odio que se genera lo vimos en las protestas del año pasado, donde habían muñecos que colgaban en la Plaza de Mayo o pancartas de Cristina con un tiro en la cabeza. El atacante presumo que tendrá alguna condición psiquiátrica, vi que salieron un par de amigos a hablar de eso, pero obviamente este clima se ha alimentado por algunos medios de comunicación altamente antikirchneristas.
-¿Cómo ves el clima político en Argentina después de este intento de magnicidio?
Es complejo, seguro se va a estar hablando todos estos días y el análisis es para largo. Si bien puede que exista una falla en la seguridad de Cristina, el mismo Macri y Néstor Kirchner eran muy de meterse entre la gente, saludar y abrazarse, porque nadie espera que alguien pueda llegar a hacer esto, por más odio que le puedan tener a una persona. Eso también va a sentar un paradigma en la forma de hacer política o de relacionarse con los públicos. Por otro lado, hoy se decretó feriado nacional y a las 12 del día se realizó una gran concentración. Este fenómeno es interesante porque para los que esperaban que Cristina quedara manchada por la corrupción en los medios internacionales, les salió el tiro por la culata porque esto reavivó una esperanza militante que no veíamos desde hace años.