Mauricio Redolés, poeta y músico: “El 5 de septiembre va a ser antipoético”
Con 69 años, el joven Redolés ya es sujeto de culto por las nuevas generaciones, como la que hoy conquistó el gobierno. Su canción “¿Quién mató a Gaete?” ha sido considerada icónica-irónica para mostrar la otra cara de los años ‘90 chilenos, la época del “Jaguar de América Latina” y del éxito del modelo de la Concertación, de la transición democrática asimilada al modelo neoliberal de la dictadura.
Sobreviviente de un ACV, tras un difícil periodo de recompostura, Mauricio Redolés hace rato que retomó las tablas, las curvas y las rectas, publicando otros libros, dando conciertos e incluso sacando nuevos discos y temas como “La turba” dedicado al estallido social.
Residente de casi toda la vida en el Barrio Yungay del Santiago poniente (salvo cuando estudió Derecho en Valparaíso a comienzos de los ‘70, estuvo preso después del Golpe y vivió exilio en Inglaterra), y de improviso se allegó como vecino suyo el Presidente Gabriel Boric. La libertad de la que hace gala y cotidiano vivir lo convierte naturalmente una rara avis en el siempre compuestito y gris deambular de los varones chilenos. Es por eso que Pancho Sazo, vocalista del grupo Congreso, una vez proclamó: “Yo creo que Mauricio Redolés debe ser financiado por el Estado de Chile solamente por existir”.
Dice: “Estuve casi muerto hace seis años. Pero ahora estoy con mucha actividad. Con Los Monos Cultivos, un experimento, tocaremos como un regalo a una vecina que tiene un restaurant chiquitito en el Barrio Yungay, la señora Julia, en la calle Chacabuco 784. Vamos a tocar gratis para ella y para los que estén almorzando, el 2 de septiembre. Pero la banda mía, mi proyecto, se llama Redolés nomás, y vamos a estar tocando el 10 de septiembre en el CEINA. Tocaremos antes y después del Plebiscito: dos días antes y seis días después”.
– Esta serie se llama Muerto, no estaba, pero casi estuviste muerto. Tuviste un ACV hace unos años, pero hoy estás muy activo: en pocos días tienes un concierto. ¿Quién mató a Gaete y no pudo matar a Redolés?
Fíjate que el Partido Socialista le hizo la vida imposible a Gaete. Iba de candidato a alcalde y lo sacaron y pusieron a otra persona. En su funeral la viuda dijo: “Qué curioso el destino de mi marido, Pedro Gaete, lo vino a despedir un partido que ya no existe y el partido en que él militaba no se apareció por acá. Militaba en el Partido Socialista y no llegó nadie, pero llegó todo el MAPU en masa, un MAPU que ya no existía no; él había sido mapucista, y hasta Óscar Guillermo Garretón llegó, imagínate cómo sería… La canción partió con Pedro Gaete, a propósito del café que tenía en la Casona de San Isidro ubicada en la Alameda.
– Entonces ese Gaete era real. Ese tema para muchos es la banda sonora de la transición.
Sí, la han denominado así: el “Himno de la Transición”, como “La Voz de los Ochenta”, de Jorge González, que es la canción en tiempo de la dictadura. Gaete es como de la transición. ¿Y quién mató a Gaete? La respuesta no tan metafórica podría ser: “una pandilla de oportunistas”, “creo que fue el Partido Socialista” (risas), así dice la letra… Esta cosa del socialismo democrático con que se hinchan la boca supone un socialismo no democrático: un socialismo que está permanentemente dándole señales de buena voluntad y de buen comportamiento a la derecha. Radomiro Tomic lo dejó claro hace muchos años: cuando se gana con la derecha es la derecha la que gana y el Partido Socialista decidió tomar esa opción; de ganar con la derecha y de disfrazarse de socialismo democrático. Yo creo que la Concertación fue un proyecto no de la izquierda: fue un proyecto que benefició a la derecha, mantuvo a la derecha, alimentó a la derecha.
– ¿Te sorprende el liderazgo en la campaña del Rechazo de alguien del mundo de la cultura como Cristián Warnken, o de Javiera Parada, de una familia emblemática en sufrir lo más cruel de la dictadura?
De alguna forma se realinean las fuerzas que siempre estuvieron a la derecha. Sí pudiera haber alguna sorpresa en el caso de Javiera Parada, bastante doloroso el caso diría yo. Pero el resto de la gente que está ahí se ha realineado. Y nadie me va a decir que el Chino Ríos era de izquierda y que se pasó a la derecha, tampoco (Álvaro) Rudolphy. Es gente de derecha que siempre fue de derecha. Además, la nueva Constitución no es de izquierda tampoco. Un constitucionalista muy moderado, Javier Couso, dijo de manera bastante sensata que si estuviéramos en Inglaterra la nueva Constitución tendría todo el apoyo del Partido Laborista, que no es la izquierda tampoco; son partidos de derecha que pretenden salvar el sistema con política más inteligente que los conservadores, y acá la Concertación fue eso también. Lagos fue eso, Bachelet fue eso. La derecha financiera cometió un gran error al apoyar a Piñera porque la Concertación podía manejar mucho mejor los asuntos en su favor, lo hacía con más inteligencia, con más tacto, con más tino, con más cuidado y con más engaños también. Ha habido movimientos sociales que cristalizan en el estallido de octubre, pero que es una acumulación de malestar de mucho tiempo.
– Pocos saben de tu interés por la astrología. De entrada, preguntas de qué signo es uno. El sicólogo y astrólogo Gonzalo Pérez, y otros astrólogos, plantean que, coincidente con la llegada de este gobierno millenial iniciamos la Era de Acuario.
Lo mío es un mero interés, no soy astrólogo ni mucho menos. Yo soy géminis, mis hijos son acuario. Y terminamos la Era de Piscis, ¿no? Y esta nueva era es de muchos cambios. Cambió el signo y cambió la forma de hacer política también. Aunque yo no le creo mucho al gobierno joven, hay gente que sí me parece más cercana a lo que pudiera ser un gobierno joven, como Camila Vallejo y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara. A ellas les creo más. Pero la verdad es que este gobierno es como los de la Concertación, que tiene mucho miedo de pisar callos. Y el problema es que hay cansancio de la gente, cansancio de los mapuches, cansancio de ver de nuevo lo mismo y de seguir avanzando con pequeños cambios de tipo cosmético y no de profundidad. Todas estas negociaciones que hay ahora para rebajarle un poco el carácter de la nueva Constitución…
– ¿Falta coraje?
Falta coraje, indudablemente. Vi una entrevista a un periodista que creo es corresponsal del New York Times y que estuvo en Chile en el ‘90, acompañó a Aylwin a varias giras y tengo entendido que se fue y volvió hace unos atrás y sigue en Chile. Hizo un análisis y dijo que Aylwin podía haber hecho muchos más cambios que los que hizo, porque tenía a su favor a toda la gente, venían saliendo de una dictadura, no tenía que haber dialogado tanto con la derecha. Lo dice un periodista norteamericano, no un guerrillero comunista. Y creo que ahora está pasando lo mismo. Hubo un envión, hubo una fuerza con la que sube Boric, y se habla de la nueva izquierda y una esperanza para la izquierda... Todos necesitamos un Presidente joven, como dijo León Gieco, ¿pero dónde están los cambios de verdad? Sigue el discurso antiguo de que se va a dividir el país. ¿Y quién lo dice? Los que han estado en el poder durante 200 años de vida independiente, aunque estaban en el poder antes también. Los que terminaron etnias completas en la Patagonia son los que están diciendo: ahora nos quieren dividir, y se niegan a una Constitución que está haciendo un mero reconocimiento a todos esos habitantes originarios asesinados y anulados culturalmente.
– ¿Y la nueva Constitución te parece un buen avance?
Es algo evidentemente positivo, pero ya le pisó los callos a Paulina Vodanovic, la presidenta del Partido Socialista. Apareció reclamando que hubo muchos independientes en la Convención… ¡Por favor! Desde hace tiempo que la política como actividad está muy desprestigiada. Pero hoy día no es tanto, ¿y por qué no es tanto? Porque mucha gente se metió en la política: los independientes empezaron a hacer política, aprendieron a hacer política, aprendieron a negociar, aprendieron a entender los mecanismos de la política y empezaron a quitar poder a los partidos políticos y ese era el reclamo de la señora Vodanovic y del Partido Socialista. Dicen: ¿quiénes son estos gallos que ahora vienen a discutir de igual a igual si ellos no existían? ¡Es que ahora existen! Aquí hay un hecho interesante: una generación política nueva aprendió a hacer política en estas circunstancias, y no le quita el culo a la jeringa de la política. Uno ve jóvenes de 15 y 16 años que hablan de política y que se encantaron con la política, y con una mirada muy realista, además. Digo realista en el sentido de que no les van a venir a contar cuentos como tal vez se contaban en las juventudes de los partidos políticos de la Concertación. A estos jóvenes no: ellos no creen en nada que venga de arriba; ellos quieren hacer su propia experiencia, como decía Gramsci: las personas tienen que cambiar con sus propias piernas, nadie puede caminar por ti.
– Además los chilenos sub 40 están acostumbrados a la autogestión. Tienen en su cabeza que nadie les va a dar nada, que todo lo tienen que conseguir con sus propias manos.
Claro. Hay una nueva generación, y eso podría estar relacionado con esto de la Época de Acuario, que está mirando las cosas por primera vez. Hay gente mayor también que viene luchando desde muchos años y que hoy día ve sin escándalo esta nueva oleada de jóvenes de ímpetu.
– Hay una pugna generacional de los viejos en contra de los jóvenes, y viceversa. Tu antiguo poema “No importa” tiene versos de mucha vigencia pues reivindican el alma joven, el amor, el feminismo, asunto en que los viejos no creían. Giorgio Jackson dijo que hay una generación (ellos) que no está casada ni contaminada con muchas cosas de las generaciones mayores y le dieron duro. Tuvo que pedir perdón.
La derecha ha hecho escándalo de las cosas más sensatas. Lo que dijo Giorgio Jackson es lo más sensato del mundo. La derecha se aprovecha hasta de las cosas más chicas para tratar de ensuciar, tirarle pelos a la sopa. No debió haberse arrepentido ni haber entregado disculpas, porque lo que estaba diciendo es algo absolutamente real. Es una nueva generación, una generación que no viene con los traumas de tener a gente de la hediondez de Oscar Guillermo Garretón, por decir algo. Todos esos personajes están en mi poema “Los tangolpeando”, cuando aparece la viejita que creía en el socialismo… La viejita termina fundando el Partido de Izquierda Campesino Obrero, por sus siglas, PICO. ¿Quién se preocupa de los derechos humanos en Chile? El PICO… Cuando yo digo “la derecha” no me refiero solamente a la UDI: me refiero también a la DC, a Ximena Rincón, a (Felipe) Harboe, que pasan por centroizquierda, pero son de la derecha. La derecha trata de imponer un protocolo de buenas costumbres y de moral, de ética, política, a tal punto que, si alguien se sale de este esquema que ellos arman, entonces vienen las acusaciones de que “no corresponde”, “nos están ofendiendo”, “han agraviado a la república”. Lo hicieron durante años con el Partido Comunista, ahora lo hacen con cualquiera cosa que no les guste de parte del Frente Amplio, y lo van a seguir haciendo y lo hicieron con sectores de la Concertación que eran más progresistas. Con eso hay que terminar de una vez.
– ¿Cómo vas a amanecer tú el 5 de septiembre? ¿Va a ser antipoético?
El 5 de septiembre va a ser antipoético porque un 5 de septiembre nació Nicanor Parra, en primer lugar. Va a amanecer con el alma henchida de banderas porque el 5 de septiembre se fundaron la Juventudes Comunistas de Chile, que han dado grandes héroes a este país como Gladys Marín y los compañeros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Y va a amanecer con la esperanza de que vamos por una nueva Constitución porque ganamos con el Apruebo.
Vea la entrevista completa en video acá:
https://youtu.be/QJy_rLai-AA