Plan Autopista Segura: Denuncian que Carabineros hace “vista gorda” por no contar con chalecos antibalas
“Soy funcionario de la 57ª Comisaría Motorizada y le escribo para ver si puede interceder para que termine mi angustia que vivo día a día”. Así comienza la denuncia de un funcionario policial, enviada a través de un mensaje de WhatsApp, a la ONG “Quiero Vivir sin Delincuencia”.
La denuncia fue realizada el día 4 de agosto, a las 13:43 horas, por un funcionario que no se identificó -modalidad habitual para evitar represalias al interior de las filas-, detallando una serie de irregularidades que estarían afectando a policías de la unidad motorizada (57ª Comisaría motorizada y 32ª Comisaría del Tránsito y Carreteras) que se encuentran desempeñando funciones en “toda la Región Metropolitana”.
-Antes nadie se atrevía a cuestionar la gestión de los mandos institucionales, pero desde que conformamos la ONG nos hemos transformado en una especie de voceros de miembros de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, que a veces no tienen otra opción que denunciar de manera anónima- asegura Esteban Infante, presidente de la ONG y exfuncionario policial.
La declaración del motorista en cuestión es particularmente preocupante debido a que se identifica como miembro operativo del “Plan Autopista Segura”, programa implementado en marzo de 2019 por la policía uniformada con el objeto de reducir riesgos delictuales en las rutas, y que hoy cobra singular vigencia producto de las balaceras ocurridas durante “encerronas” al interior de autopistas concesionadas.
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“Hoy las autopistas están siendo fiscalizadas para poder detectar delincuentes que están realizando portonazos, encerronas, que están manejando vehículos sin patente. Los resultados nos han permitido identificar personas que están con antecedentes penales u órdenes de detención pendientes”, explicó Karla Rubilar -entonces intendenta metropolitana- en la primera evaluación del proyecto en agosto de 2019.
El programa implementado hace más de tres años es el que ha provocado angustia entre los funcionarios, según consigna el mensaje y posterior denuncia entablada por la ONG a Carabineros, debido a que “todos los días salimos a trabajar con el miedo a perder nuestro trabajo” y “sin portar el elemento de protección antibalas”.
Los funcionarios no sólo se lamentan respecto a la posibilidad de perder la vida ejerciendo sus funciones, sino por verse imposibilitados de cumplir de buena forma sus funciones.
“Para el servicio policial no se contempla este esencial y básico medio de seguridad personal, situación que hace que tengamos muchas veces como Carabineros tener que hacer vista gorda cuando visualizamos vehículos que potencialmente tengan encargo policial vigente o en su interior circulan individuos que requieren que se realice un control de identidad”, se lee en la denuncia.
Una situación que reviste de absoluta gravedad para la ONG, debido a que no existirían garantías de seguridad en la materia. “Carabineros anda preocupado del presupuesto, pero si quieren una policía profesional tienen que invertir en implementos de calidad y capacitar a los funcionarios en su uso. Es mentira que todos cuentan con chalecos antibalas, es sólo un porcentaje. Es patético ver a los funcionarios amarrados de manos saliendo a la calle, son verdaderos leones sin dientes”, asegura Infante.
Frustraciones y temores
La denuncia no sólo deja traslucir la eventual carencia de chalecos antibalas, sino que pone en contexto la coyuntura a la que se han expuesto los policías de las unidades motorizadas.
El funcionario en cuestión precisa que el OS-7 de Carabineros acaba de desarticular a la banda delictual del “Macako”, implicada en la balacera ocurrida en Espacio Riesco, recuperando 5 armas de fuego y 6 chalecos antibalas. “Los delincuentes usan antibalas y nosotros no contamos con ellos”, se lamenta. “Es más, en la Región Metropolitana no hay ningún inspector municipal que no cuente con el implemento básico de protección como el chaleco antibalas”, agrega.
La utilización de implementación de seguridad está contemplada en el ámbito internacional por las “Directrices para la aplicación efectiva del código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” de la Asamblea General de las Naciones Unidas del año 1989, donde se establece la obligación de proporcionar a las policías “una remuneración suficiente y condiciones de trabajo adecuadas”.
Debido precisamente a la carencia de chalecos antibalas, para protegerse de “agresiones de impacto balístico o armas cortantes”, el funcionario asegura que tanto él como sus compañeros han sido enviados a realizar “servicio de autopista” a Chicureo, en la comuna de Colina. “Para mí es frustrante tener que decirle a mi acompañante menos antiguo que hagamos vista gorda ante la presencia de vehículos y motos con encargo policial vigente”, comenta el denunciante.
Antes de finalizar su relato, el funcionario manifiesta su temor a exponerse a una baja institucional, recordando la suerte que corrió el carabinero Breant Rivas, fallecido en Chillán a principios de mayo de este año, en medio de un procedimiento policial donde no portaba el chaleco antibalas.
“Todo lo que digo es corroborable”, insiste el policía. Luego, a modo de corolario, deja planteada una inquietud. “Pregunten cuánto tiempo ha pasado que funcionarios de la 57 Comisaría han recuperado móviles con encargo policial vigente y se darán cuenta que no lo hacemos sólo por temor a ser herido o muerto, (sino) por no contar con los implementos básicos de protección”.
Al ser consultados por El Desconcierto respecto a varias inquietudes que emanan de la denuncia, Carabineros de Chile reconoció estar al tanto del documento, pero descartó que los funcionarios de la 57ª Comisaría motorizada no cuenten con los elementos de seguridad correspondientes, asegurando que “tienen de cargo un chaleco antibalas y es obligatorio su uso en el servicio”.