Crisis energética: Unión Europea cataloga el gas y las nucleares como “energías verdes”
Este miércoles 6 de julio, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y las centrales nucleares dentro de la denominada taxonomía verde, de tal forma que estas dos tecnologías se equipararán a las energías renovables en los programas de finanzas sostenibles.
La propuesta fue elevada por la Comisión Europea en febrero de 2022 y ahora ha quedado ratificada por la mayoría de los europarlamentarios.
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De acuerdo a lo informado por el medio español Publico, durante el proceso de votación en las diferentes cámaras de la Unión Europea se han mostrado claras divergencias entre los estados miembros. Países como España, Luxemburgo, Austria, Irlanda y Países Bajos han sido los Gobiernos que se han manifestado radicalmente en contradel nuevo reglamento de taxonomía.
En contraparte, Francia, el país con más reactores nucleares de Europa, ha conseguido recabar apoyos de Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovenia. A su vez, Alemania ha sido el Estado con mayor interés en tipificar el gas dentro del nuevo catálogo de inversiones sostenibles, aunque su coalición de Gobierno ha estado dividida, con Los Verdes en contra de la taxonomía y los socialdemócratas del (SPD) a favor.
Cabe recordar que el reglamento de la taxonomía verde tiene el objetivo de orientar las inversiones privadas hacia prácticas económicas que sean más respetuosas con el medio ambiente y que ayuden a impulsar la transición ecológica y energética del viejo continente.
Críticas de la comunidad climática
El cambio en la taxonomía verde ha contado con el rechazo de los partidos ecologistas europeos, de los grupos ambientalistas y de la propia comunidad científica. De hecho, los expertos independientes que asesoran a la Comisión Europea emitieron en enero un informe en el que se cuestionaba la decisión de catalogar el gas y las nucleares como verdes.
Respecto al gas, los científicos señalaban que "no es verde en ningún momento de su vida" y ponían el foco en las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su uso. En cuanto a las nucleares, el documento publicado evidenciaba los riesgos que supone esta tecnología para la "protección de los recursos hídricos y marinos, la transición a una economía circular o la protección y restauración de la biodiversidad y ecosistemas".
Por su parte, ONGs como Greenpeace han anunciado su intención de llevar a la Comisión Europea a los tribunales “por adoptar una taxonomía que no cumple con los objetivos climáticos pactados en el Acuerdo de París”.
Por su parte, Ester Asin, directora de la oficina política de WWF en Europa, indicó que “el gas y la energía nuclear no son verdes, y etiquetarlos como tales es un flagrante caso de greenwashing’”.