El hijo de Tony Blair que se hizo millonario con su startup de estudiantes en práctica
Tras haber pasado la adolescencia en Downing Street, el hijo mayor del ex primer ministro británico Tony Blair, Euan, se ha convertido en uno de los emprendedores millonarios de más éxito en el Reino Unido con su startup educativa Multiverse.
La firma, que gestiona a través de una web programas formativos y prácticas en grandes empresas, está valorada tras su última ronda de financiamiento en 1.400 millones de libras (1.640 millones de euros), por encima del umbral en el que los nuevos proyectos vinculados a la tecnología reciben la etiqueta de "unicornios".
Con 38 años, Euan Blair cuenta con una fortuna personal de entre 400 y 800 millones de euros gracias a la compañía que fundó en 2016, y recientemente ha adquirido una mansión en Londres por unos 25 millones de euros, según han publicado los tabloides, más del doble del valor de la vivienda de su padre en la capital británica.
La crisis del mercado laboral que ha traído la pandemia ha contribuido a impulsar su idea de negocio: poner en contacto a firmas con candidatos sin estudios superiores que recibirán la formación específica que necesita la empresa.
Multiverse -que hasta el año pasado se llamaba WhiteHat-, ha doblado su valor en ocho meses y sus ingresos se han multiplicado por nueve en dos años, según estima el diario Financial Times (FT).
Blair, graduado en Historia Antigua por la Universidad de Bristol en 2005, ha logrado que empresas líderes en sus sectores como Cisco, Verizon y Visa se apunten a sus programas.
Euan sigue un camino opuesto al de su progenitor, que trató de impulsar la educación universitaria desde su gobierno laborista -entre 1997 y 2007- y este mismo año ha divulgado un informe a través de su "think tank" en el que defiende el objetivo de que el 70 % de los jóvenes puedan acceder a ella.
Su primogénito, en cambio, insiste en publicaciones y entrevistas en que los estudios superiores están en ocasiones sobrevalorados. "A las empresas les importa mucho más las competencias y las capacidades que el conocimiento" y "no hay una correlación entre el rendimiento académico y el laboral", ha señalado el emprendedor a la cadena "Sky News".
Su propuesta ha ganado tracción tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, donde las compañías encuentran problemas para llenar millones de vacantes tras la pandemia y donde los universitarios en muchas ocasiones deben asumir enormes deudas para estudiar en la universidad.
"Uno de los aspectos que funciona tan mal del sistema actual es que trata de convencernos de que un grado universitario de tres o cuatro años es suficiente para guiarte en una carrera (laboral) de varias décadas", ha escrito Blair en la red social LinkedIn.
"Nosotros no cometeremos ese error. (...) Nuestra visión es la de un sistema en el que cualquier persona pueda volver a hacer prácticas cuando lo necesite para impulsar su carrera", agrega.
El programa de prácticas formativas remuneradas en el Reino Unido, conocidas como "apprenticeship", es precisamente una de las medidas que han impulsado los últimos ejecutivos conservadores para tratar de integrar a los jóvenes expulsados del sistema educativo en el mercado laboral.
Multiverse asegura en su página web que sus aprendices cobran un salario mínimo de 15.000 libras al año (17.500 euros), aunque subraya que la remuneración media asciende a entre 18.000 y 21.000 libras (de 21.000 a 24.500 euros).
Parte de ese costo puede estar subsidiado por el Gobierno, que ofrece ayudas a las empresas para contratar a trabajadores en prácticas en función de su volumen de negocio.
Buena parte de la oferta que gestiona la startup de Blair está enfocada al sector digital y tecnológico. Algunos de sus programas exigen haber superado ciertos cursos de formación profesional, mientras que otros requieren solo educación secundaria.
Para acceder a un programa de análisis de datos, por ejemplo, los únicos requisitos son haber terminado la secundaria con una nota de 4 (en una escala de 9) en inglés y matemáticas, contar con permiso de trabajo en el Reino Unido y haber residido en el país durante al menos tres años.