Diego Córdova, Criteria: “El Presidente Boric logró frenar su propio desangramiento”
Tras la primera Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric, este jueves se publicó una nueva versión de la encuesta Criteria. El sondeo evidencia una leve mejoría frente a la desaprobación, tanto del gobierno como del mandatario, entre abril y mayo. Mientras la primera pasó de 58% a 55%, la segunda cayó de 52% a 49%.
Sin embargo, la aprobación del jefe de Estado y de su gestión se mantiene estancada. La medición reveló que ambos índices descendieron un punto porcentual, llegando a 32% y 30% respectivamente.
Por otro lado, las proyecciones de intención de voto para el plebiscito de salida del 4 de septiembre no sufrieron variaciones en mayo: Un 39% se inclina por rechazar el nuevo texto constitucional, un 31% por aprobar y un 30% aún no lo tiene decidido.
El punto negativo del sondeo lo marcó la percepción ciudadana de la economía: un 57% dice que es mala (+2 puntos) y solo 2% asegura que es buena. En la misma línea, la situación económica personal sigue siendo claramente más negativa (38%) que positiva (9%) frente a una mayoría que la considera regular (53%). Y cuando se proyecta la situación económica personal a 12 meses, vemos que las expectativas negativas en torno al horizonte económico personal siguen empeorando (+2 puntos) y las visiones positivas se mantienen bajas, aunque estables.
[Te puede interesar] ¿Un discurso para unificar el Apruebo?: Analistas desmenuzan primera Cuenta Pública de Gabriel Boric
Si bien, los cambios porcentuales no son significativos —evidenciando un estancamiento en esta medición— eso no implica que las conclusiones de la encuesta no sean relevantes, sino todo lo contrario.
Así lo expresa el director de cuentas del área de Asuntos Públicos de Criteria, Diego Córdova, quien interpreta estos resultados para El Desconcierto y establece que el Presidente Boric logró frenar la fuga de "aprobadores" que tenía en un momento, añadiendo que "los destinos de Boric y de la Convención están atados y la ciudadanía logra hacer esa traducción".
Córdova asegura que esta repuntada tiene que ver con que los constituyentes empiezan a "estar menos visibles para la opinión pública", y también con un Gabriel Boric que logra tener más protagonismo en el gobierno.
- ¿Cómo queda parado ahora el gobierno luego de la Cuenta Pública?
Eso está por verse, porque tiene que ver con la capacidad que tenga el gobierno de llevar a cabo una agenda de múltiples compromisos que estableció en la Cuenta Pública, que fue bastante extensa.
Tiene que ver también con qué celeridad se le da a ciertos cambios concretos y específicos. Estamos frente a una ciudadanía que está muy exigente, con expectativas que las cosas empiecen a pasar ya. Desde el estallido social hasta ahora, hubo un lapso de dos años donde muchas transformaciones no se vieron y, peor aún, las condiciones de vida materiales, económicas, las proyecciones sobre el rumbo del país, el aumento de la inflación, de alguna manera han horadado las expectativas que la ciudadanía tiene respecto a los cambios. Ha pasado muy poco después de los últimos dos años.
- ¿Y qué pasa con la figura puntual del Presidente?
Yo coincido con lo que dijeron la mayoría de los analistas. Al Presidente le sienta muy bien hablar. Tiene la capacidad de empatizar, de establecer un relato, de conectar con los públicos a los que les conversa. Creo que una de las fortalezas del Presidente Boric es lograr sintonizar.
Pero cabe señalar -y esto está bien estudiado- que los discursos tienen poca capacidad de aumentar significativamente los puntos de aprobación de un mandatario o de un gobierno de manera inmediata. Lo que sí podría suceder, probablemente, es que este discurso le permita al Presidente seguir manteniendo unos índices de aprobación cercanos al 30%, lo que en los tiempos de hoy pareciera ser una base de apoyo a lo menos relevante para navegar por épocas bastante convulsas.
- ¿Crees que ayer el Presidente le habló al mundo del Apruebo? ¿Podría mover eso la aguja respecto a la intención de voto en el plebiscito de salida?
No, no lo veo factible. De hecho, tiendo a pensar que el Presidente trató de ser lo más neutral posible cuando se refirió a las alternativas en juego para el plebiscito. Si bien, es de público conocimiento la opción que respalda el gobierno, no siento que el discurso tenga particular capacidad para movilizar votos hacia el Apruebo o el Rechazo.
- ¿Qué pasa con la mala percepción económica que tiene la gente del país? ¿Crees que los anuncios hechos aportan a mejorar eso?
Eso depende del impacto visible que tengan en los bolsillos de las personas. Hoy la gente está cuestionando y evaluando a las administraciones fuertemente respecto a sus vivencias más cotidianas. La inflación como fenómeno socioeconómico es una cuestión muy compleja, porque las personas la palpan todos los días.
En ese sentido, tiene que ver más con el rol que pueda tener Mario Marcel y con ciertas medidas que se están tomando para amortizar un poco el alza significativa de los combustibles. También las políticas que se han hecho sobre el sueldo mínimo, por ejemplo. En la medida que esas cosas empiecen a marcar diferencia en los bolsillos de las personas, recién ahí podrían empezar a sentir que efectivamente el rumbo del país mejora.
Pero esto es difícil que pueda concretarse al corto plazo.
- ¿Qué es entonces lo más revelador de la encuesta Criteria de este mes?
La noticia es que no hay mucha noticia, pero eso igual nos dice algo, en la medida en que, a pesar de que las expectativas económicas son negativas, el Presidente ha logrado frenar su propio desangramiento, estableciendo un camino de estabilidad, donde él puede tomar las riendas.
Eso de alguna manera es una buena noticia para el gobierno porque, si bien las expectativas siguen siendo negativas, esto no tuvo un correlato inmediato en la desaprobación gubernamental, entonces es una noticia en desarrollo. Hay que ver de qué manera se aprovecha este ‘tiempo fuera’ que está teniendo el gobierno para encauzar el rumbo, también entendiendo lo relevante que puede ser el plebiscito de salida.
- En tu opinión, ¿cuáles fueron los momentos que afectaron más en el alza de desaprobación del gobierno?
Creo que hay tres hitos que son muy claros. El primero tiene que ver con el avión de migrantes y la "chambonada" de la ministra Izkia Siches. Recordemos que ella estuvo en la primera línea, un ícono muy relevante, era la ministra mejor evaluada en el primer momento del gabinete. Entonces ese error, mostró cierta tendencia a la improvisación. Si los atributos que hicieron vencer al gobierno era su juventud, que significaba cambio, al poco andar la juventud significó inmadurez, infantilismo.
En segundo lugar aparece el tema de los retiros, eso impactó fuertemente a la imagen de Gabriel Boric, sobre todo porque se estableció un cierto imaginario respecto de que era un Presidente que iba a cambiar y entregar muchas cosas de manera muy rápida. Y, en tercer lugar, el Presidente tomó una estrategia de estar tras bambalinas en los primeros meses del gobierno, lo que genera un quiebre emocional en términos simbólicos respecto a sus primeras apariciones y la cercanía que mostraba. Por lo mismo, no es extraño que ahora, que el Presidente ha empezado a tener un protagonismo más relevante, el desangramiento se haya frenado.
Y también me atrevería a decir que hay un cuarto punto, que tiene que ver con el fuego amigo. Los primeros meses del gobierno se vieron enfrentados a artillería pesada de gente que pertenece a la misma coalición, pienso en Daniel Jadue. Pero también pienso en la bancada del quinto retiro, y personas de su coalición que no estaban de acuerdo, por lo que se veía un bloque desorganizado, con poca conducción y liderazgo interno, y donde hay críticos muy ácidos al interior que sientan en la ciudadanía una percepción de ingobernabilidad.