Ambicioso, pragmático, realista, centrado, robusto y larguísimo. Estos son algunos de los conceptos que surgieron espontáneamente al preguntar por el discurso de dos horas y 16 minutos que realizó el Presidente Gabriel Boric durante la Cuenta Pública este 1 de junio.

En El Desconcierto hablamos con cuatro analistas políticos para desmenuzar la primera alocución del mandatario, quien desde el Congreso Nacional se dirigió al país a dos meses y medio de asumir su gestión.

Con un discurso dividido en cinco ejes principales -Derechos Sociales, Mejor Democracia, Justicia y Seguridad, Crecimiento Inclusivo, y Medio Ambiente-, las y los expertos destacaron los anuncios del jefe de Estado, que si bien pueden ser “ambiciosos”, retoman la agenda de transformaciones que presentó durante su campaña de gobierno.

Para Javiera Arce Riffo, académica y magíster en Ciencia Política de la Universidad Católica, el discurso de 136 minutos —el tercero más extenso de los últimos 10 años— fue “larguísimo”. También concuerda con esto el analista Mario Álvarez Fuentes, doctor en Comunicación de la Universidad de la Frontera (UFRO), a quien le llamó la atención que el Presidente terminó “un poco apurado”.

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"Un discurso que le habla al Apruebo"

Sin embargo, para ambos fue un discurso correcto. Arce establece que Boric “está haciendo un llamado a ordenar la coalición y sobre todo a reinstalar el diálogo, y el derecho a disentir sin ofender, cosa que usualmente hace su coalición”.

Por su parte, Álvarez comenta que le llamó la atención que “cuando habla de las víctimas de violencia en La Araucanía, las menciona como víctimas de la delincuencia en general, y no lo relaciona con los pueblos originarios. La situación propia en La Araucanía, la encuadra no como un tema de violencia, sino como un problema de confianza y restitución de tierras”.

Esto, explica el experto, se debe a que, al ser el Ejecutivo “incapaz” de establecer un enfoque claro para lidiar con el conflicto en la Macrozona Sur, lo que puede mostrar como “éxitos” son cosas diferentes a lo que tiene que ver con seguridad y orden, bastiones propios de la oposición: “La instalación de mesas de diálogo, la reactivación de la compra de tierras y la generación de confianzas. Terminar este año con la ministra (Izkia) Siches recibida por comunidades sería un golazo”, asegura.

No obstante, en términos generales, para el académico de la UFRO el Presidente “le habla al Apruebo. Sin querer queriendo, más queriendo que no, él tiene que asumir su responsabilidad de articular el Apruebo sin hacer campaña, que es una jugada muy delicada. Pensemos que él se ve como el articulador del acuerdo que nos trajo hasta acá, por lo tanto, tiene que asumir alguna responsabilidad”.

En tanto, para el analista político, sociólogo y director de Tú Influyes -que elabora la encuesta Data Influye- Axel Callís Rodríguez, este fue “un discurso de tercera vuelta”, donde no se “echó de menos ningún tema”.

“Es un discurso súper ambicioso que se hace cargo de la mayoría de las preocupaciones de chilenos y chilenas. Me gustó el diagnóstico, tiene claras las prioridades (...) me pareció que le hizo muchos guiños a la derecha, entendiendo que este es un gobierno que requiere los votos de la oposición”, plantea.

“El principal activo del gobierno”

Daniela Campos Letelier, magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile, discrepa con sus pares asegurando que el discurso fue “ameno y preciso en el tiempo”, pero concuerda en la solidez de lo expuesto por el líder de Apruebo Dignidad.

Afirma que el mandatario entregó una alocución “absolutamente realista”, pero simbólica a la vez, evidenciando que “se hace cargo del país que recibió, y del que ahora está gobernando”. Por ejemplo, la docente de la Universidad Andrés Bello (UNAB) destaca la decisión del mandatario de designar a la senadora Fabiola Campillai como coordinadora de reparación para las víctimas del estallido social, pues “eso puede ser simbólico pero a la vez muy realista”.

En tanto, Javiera Arce considera que el magallánico se percibió “realista, prudente, y bastante centrado”, análisis con el que concuerda también Axel Callís, quien evaluó positivamente al expositor diciendo que lo hizo “súper bien”.

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Más aún, de acuerdo con Mario Álvarez, Boric es “el principal activo del gobierno”, ya que mezcla “muy bien el anuncio de carácter técnico con otras observaciones de carácter afectivo”.

Para el doctor en Comunicación, este “probablemente este sea el mejor momento del gobierno desde los balazos a la ministra Siches, por fugaz que sea y por poquito que dure, es un buen momento”.

Callís también afirma que si el discurso del Presidente mueva la aguja o no, sobre su aprobación y desaprobación, es algo que “va a depender cómo se implemente” lo anunciado. En la última Data Influye, publicada por la organización que dirige el analista, la aprobación de Gabriel Boric mostró un alza de tres puntos, alcanzó el 35% y estrechó su diferencia con la desaprobación (49%).

“Hay que ver si eso se sostiene”, aseguró el especialista.

Fortalezas y debilidades

El especialista en comunicación, Mario Álvarez, asegura que la mayor fortaleza del gobierno en esta Cuenta Pública no fue algún anuncio o proyecto en específico, sino el tono afectivo del Presidente. 

“Primero, no se puede entender este gobierno sin el anterior. Venimos de un gobierno que dejó al país descontrolado, que tenía cero relación afectiva con las personas, que dejó a la gente con una sensación de desolación, sobre todo cuando sales de Santiago. Entonces, el gobierno sale fortalecido en transmitir esos elementos que se necesitan”, explica el analista.

Para Campos, uno de los proyectos con los que más se fortalece el gobierno es el Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario, anuncio que fue uno de los más aplaudidos dentro del salón.

“Es una gran noticia para Chile, los países desarrollados cuentan con un desarrollo ferroviario donde uno pueda viajar, así que me pareció una súper buena noticia. También me pareció bien el proyecto de ley sobre el derecho de las mujeres a tener una vida libre de violencia”, dice la analista de la Red de Politólogas, destacando también -entre otras- el Sistema Nacional de Cuidados, el proyecto para asegurar el pago de la pensión alimenticia, y la iniciativa para otorgar Verdad, Justicia, Memoria y Reparación tanto a las víctimas de la dictadura como del estallido social.

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Asimismo, Arce evalúa de forma positiva “las alusiones al decir que ‘esto no es una hoja en blanco’, sino que hay capacidad instalada”, y que “incluso reconoce a los gobiernos de derecha (...) me parece una estatura democrática interesante, que ha madurado bastante”.

Mientras, para Axel Callís lo que le favoreció más al oficialismo en esta pasada fue el anuncio de la reforma de pensiones en agosto, además de los 250 mil pesos como una nueva pensión garantizada universal.

En cuanto a las debilidades del discurso, el sociólogo expresa que “el gran anuncio que uno esperaba me pareció que aún le falta un poquito de desarrollo, que es el paquete legislativo contra el crimen organizado”.

También apunta a que el gobierno se vio “un poco más débil todo lo relacionado con el MOP y las obras públicas en general. Todo lo que tenga que ver con infraestructura, porque eso mueve mucho trabajo, mucha inversión. Ahí noté la oferta más raquítica”.

Arce va un poco más allá y hace una evaluación más general, asegurando que le preocupan particularmente las cifras entregadas sobre la economía.

“Yo no sé si en un contexto de recesión global, y guerra, inflación, llamando al consejo nacional de productividad, vayamos a poder crecer un 4%. Eso a mí me preocupa en términos macroeconómicos, eso no es factible. Si hablas con cualquier economista te van a decir que no, y hay una estricta dependencia directa, entre este crecimiento y la agenda expansiva de derechos, entonces ahí también cuidado con las expectativas”, recalca la cientista de la Red de Politólogas.

Finalmente, para Álvarez el Ejecutivo “sale debilitado en no transmitir más autoridad a los abusos financieros o empresariales. La dimensión de consumidores de las personas no aparece bien protegida. Abusos como el de Metrogas y las colusiones de precios no aparecen bien mostradas, yo esperaría la misma autoridad que se muestra contra el narcotráfico”.

“En la persecución de la delincuencia -al abordarla de manera más policial- no se nota un gobierno frenteamplista, y tampoco en la delincuencia de cuello y corbata. Uno esperaría que se fortaleciera más la FNE, la supervisión de los mercados financieros, la regulación bancaria, por ejemplo, que son demandas de la gente”, concluye.