Salario mínimo y subsidio a MiPymes: intereses gremiales y políticos
Con sólo una abstención, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de aumento en dos etapas del salario mínimo a $ 400 mil. Y también acordó el subsidio de $ 22 mil mensuales por trabajador para las Micro y Pequeñas Empresas (MiPymes), y a las medianas con un aporte decreciente.
El proceso no fue sencillo, partiendo porque en la primera etapa la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se concentró en las conversaciones con la CUT, dejando fuera del debate a los gremios MiPymes, que somos quienes tenemos contratados a la mayor cantidad de trabajadores con salario mínimo. En la segunda etapa, y después de reclamar por todos los medios, el ministro de Economía, Nicolás Grau, nos incluyó en la discusión del subsidio y con él se llegó al acuerdo ya descrito.
Pero la batalla por el subsidio recién empezaba. Cuando ya habíamos llegado a un acuerdo, luego de 5 horas de negociación, Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial, uno de los gremios MiPyme que participaba en la negociación, recibe una llamada telefónica, luego de la cual se niega a firmar el acuerdo, argumentando que se debía aumentar el monto del subsidio. Al día siguiente, Héctor Sandoval, dirigente de los colectiveros (Conatacoch) desautoriza la firma del acuerdo por parte de la Conapyme, dirigida por Juan Araya, y se presenta en una nueva reunión, en la que declara que ellos no apoyan el alza del salario mínimo y que se aceptaría siempre y cuando el Estado pagara todo el incremento salarial. Lo increíble es que los colectiveros no tienen empleados con sueldos mínimos.
Posteriormente en la presentación y defensa del acuerdo ante las comisiones de Hacienda y Trabajo de la Cámara de Diputados, los únicos beneficiados directos -la CUT- no se presentan a defender el proyecto. A pesar de todo, la Cámara asumió nuestros argumentos y los del ministro Grau y aprobaron unánimemente el proyecto de ley.
De esta forma, los trabajadores chilenos con sueldos mínimos recibirán un incremento salarial muy superior al IPC acumulado y con eso podrán resistir de mejor manera la inflación que ya estamos viviendo y la que se anuncia a futuro. En este camino, los trabajadores junto a los gremios MiPymes estamos alineados y tenemos intereses comunes. Pero hay algunas excepciones a nivel de dirigentes MiPyme, como las de Juan Pablo Swett, Héctor Sandoval y Rafael Cumsille, quienes han priorizado sus intereses políticos particulares, tratando de echar abajo los acuerdos alcanzados, para de esta forma atacar al gobierno, con camiones en las carreteras y recurriendo a viejos dirigentes que sabemos sirven al poder económico, sacrificando a sus propios trabajadores.
En este proceso, las confederaciones y gremios de las MiPymes ganaron en unidad y en identidad propia, diferenciándose de las grandes empresas que nos quieren sumar a su estrategia y utilizarnos como carne de cañón. A su vez, las autoridades de gobierno pudieron conocer de primera mano a los dirigentes que no cumplen con la palabra empeñada y que priorizan sus intereses políticos por sobre los intereses de los trabajadores y MiPymes. De esta forma, la Multigremial tendrá que seguir sola en su guerrilla contra este Gobierno y la Conapyme se seguirá dividiendo y agotando.
Mientras tanto, los trabajadores podrán cobrar su aumento de sueldo, y con la amplia unidad gremial Mipyme conseguida, nos aprestamos a seguir el diálogo con el Gobierno y el Parlamento, para mejorar la situación del millón trescientos mil pequeños empresarios y sus trabajadores. Porque tenemos una visión y planes ambiciosos que queremos concretar para nuestro sector, queremos avanzar rápido y transformarnos en un eje de desarrollo para nuestro país. Así es que manos a la obra, porque hay mucho trabajo por hacer.