Cómo nos afectaría si se elimina el aborto en EE.UU.
De acuerdo a una filtración del portal de noticias Politico, la Corte Suprema de Estados Unidos cambiaría el histórico fallo que despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo en 1973, conocido como el caso Roe versus Wade, y que permitió que el país avanzara en pro de los derechos de las mujeres. Y retrocedería en casi 50 años con la decisión de los jueces de revocarlo.
El caso Roe versus Wade abrió un camino de resguardo para los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas. Permitió que se pudiera acceder a un aborto legal, tomando en cuenta que el derecho a la privacidad de las mujeres debía ser respetado conforme las decisiones individuales y su libertad de decidir como sujetas de derechos.
Con los años, este fallo fue tomando mayor relevancia en sentencias posteriores. En 1992, por ejemplo, el caso Planned Parenthood versus Casey lo tuvo como antecedente y la Corte Suprema decidió ampliar el acceso al aborto contemplando la libertad de edad gestacional límite. Eso sólo en Estados Unidos.
Este fallo ha sido un ejemplo en Latinoamérica y el mundo para conseguir leyes menos restrictivas respecto al aborto, apelando a la autonomía reproductiva y la libertad de decidir. Sin embargo, ahora esto podría estar en peligro y provocar un retroceso en 50 años en materia de derechos sexuales y reproductivos.
La decisión de los jueces, según la publicación, sería revocar este histórico fallo para dejar el aborto en manos de legisladores estatales que deberán evaluar, según sus propias políticas, si lo permitirán o no. Sabemos que en Estados Unidos el movimiento anti derechos se fortaleció aún más en el periodo de Trump. Según el Instituto Guttmacher, hay 26 estados con leyes que indican que tienen la intención de prohibir los abortos, nueve estados ya tienen prohibiciones previas al caso Roe que podrían aplicarse si se anula el fallo, y 13 estados tienen “prohibiciones desencadenantes”, lo que significa que el aborto se prohibirá casi de inmediato si el fallo Roe vs. Wade ya no está en vigor.
Si la decisión de los jueces es esa, esto sería gravísimo y podría tener repercusiones en países como el nuestro. Los movimientos religiosos, católicos y evangélicos han movilizado todos sus recursos para retroceder en materias sanitarias. Tenemos los ejemplos de Jair Bolsonaro en Brasil restringiendo el acceso a la IVE, a José Antonio Kast que en su campaña prometía derogar la ley de aborto en tres causales en Chile y, por cierto, Nayib Bukele en El Salvador, donde aún es totalmente penalizado el aborto en cualquier circunstancia y cuya pena de prisión efectiva de libertad en contra de quienes se realicen abortos llega hasta los 40 años. Por tanto, este nuevo fallo podría ser una hoja de ruta de lo que desean conseguir los grupos fundamentalistas religiosos.
Tal como señaló Simone de Beauvoir, los derechos de las mujeres nunca se dan por sentados y no faltará una crisis política para que estos se pongan en duda. Y es, efectivamente, lo que estamos viendo en este caso. La protección de los derechos humanos de las mujeres debe tener una protección extrema. Es por esto que en Chile nos encontramos en un momento clave para asegurar y proteger la dignidad de las mujeres y las niñas: la constitucionalización de los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo una perspectiva de género en los sistemas de justicia. Estas demandas no son vanas exageraciones, son protecciones adecuadas ante la posibilidad permanente de su vulneración.
Si bien la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso de Roe v Wade aún no es oficial, ya ha generado protestas de mujeres a nivel mundial. Desde Chile, estaremos expectantes para no retroceder en nuestros derechos, y apoyando a las mujeres del norte que, sin lugar a dudas, llenarán las calles exigiendo lo que hace más de cien años venimos pidiendo: ser sujetas plenas de derecho.