Los bosques del mundo hacen mucho más que almacenar carbono, revela nueva investigación
Los bosques del mundo desempeñan un rol mucho mayor y más complejo en la lucha contra la crisis climática de lo que se pensaba, debido a sus efectos físicos en las temperaturas globales y locales, según una investigación recién publicada.
El rol de los bosques como reservorio de carbono está bien establecido. Pero nueva y completa información sugiere que los bosques ofrecen beneficios climáticos mucho más allá del almacenaje de carbono, ayudando a mantener el aire fresco y húmedo, tanto en cercanía como más lejos, debido a la forma en que transforman físicamente la energía y el agua.
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El estudio, que es el primero en identificar los beneficios distintos del dióxido de carbono de múltiples bosques, ha encontrado que la gran banda de selvas tropicales que abarca América Latina, África central y el sudeste de Asia genera los principales beneficios locales y globales.
Investigadores de EE.UU. y Colombia han descubierto que los bosques en general mantienen el planeta al menos medio grado centígrado más frío cuando los efectos biofísicos – desde compuestos químicos hasta las turbulencias y el reflejo de la luz – se combinan con dióxido de carbono.
En los trópicos, desde Brasil y Guatemala hasta Chad, Camerún e Indonesia, el efecto de enfriamiento es de más de un grado. En resumen, si bien todos los bosques proporcionan múltiples beneficios, algunos son más importantes que otros para mantener el clima estable.
"A pesar de la creciente evidencia de que los bosques ofrecen innumerables beneficios climáticos, los árboles todavía son vistos como depósitos de carbono por muchos formuladores de políticas en el ámbito del cambio climático", ha dicho Louis Verchot, científico principal del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y coautor del estudio The Unseen Effects of Deforestation: Biophysical Effects on Climate. "Los bosques son clave para la mitigación, pero también para la adaptación".
La deforestación tiene impactos devastadores en la biodiversidad, la seguridad alimentaria y el calentamiento global. Un informe reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió sobre las consecuencias catastróficas que enfrenta la humanidad con el aumento de las temperaturas.
Los hallazgos, publicados en la revista Frontiers in Forests and Global Change, sugieren que los bosques son importantes para la mitigación y la adaptación, enfriando el aire y protegiéndonos de las sequías, el calor extremo y las inundaciones causadas por el colapso climático.
El enfriamiento de los bosques se debe a una serie de efectos biofísicos, como el aspecto físico de la madera, las hojas y la densidad de los árboles, a diferencia de factores bioquímicos como el carbono.
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Los investigadores han descubierto que los bosques emiten sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles biogénicos (BVOC, en inglés) que crean aerosoles que reflejan la energía entrante y forman nubes, ambos son efectos de enfriamiento. Si bien también conducen a una acumulación de dos gases de efecto invernadero (ozono y metano) en equilibrio, el enfriamiento supera el calentamiento.
Las raíces profundas, el uso eficiente del agua y la irregularidad del dosel también permiten a los bosques mitigar el impacto del calor extremo.
Estas cualidades físicas permiten a los árboles alejar el calor y la humedad de la superficie de la Tierra, lo que enfría directamente el área local e influye en la formación de nubes y lluvia, lo que alcanza efectos muy lejanos geográficamente.
En los trópicos, donde las tasas de almacenaje y secuestro de carbono forestal son las más altas, los efectos biofísicos de los bosques amplifican los beneficios del carbono. En otras palabras, la deforestación tropical aumenta inmediatamente el calor extremo a nivel local y disminuye las precipitaciones regionales y locales.
"Los factores biofísicos no enfrían el planeta, pero sí cambian la forma en que experimentamos el calor, y eso importa", dice Deborah Lawrence, profesora de la Universidad de Virginia y autora principal. "El corazón de los trópicos está en el corazón del planeta y estos bosques son críticos para nuestra supervivencia".
Muchos expertos consideran que una mejor protección, expansión y mejor manejo de los bosques del mundo se encuentra entre las soluciones más prometedoras basadas en la naturaleza.
Michael Coe, director del programa de trópicos en el Centro de Investigación Climática Woodwell y coautor del estudio, dice: "Sin la cubierta forestal que tenemos ahora, el planeta sería más caliente y el clima más extremo. Los bosques nos proporcionan defensa contra los peores escenarios de calentamiento global".