La mujer y la sostenibilidad ¿Una conexión natural?
El desarrollo sostenible depende de las mujeres, dice la Cepal, porque desempeñan un papel fundamental en la gestión, conservación, explotación y aprovechamiento de los recursos naturales como consumidoras y educadoras, a pesar de contar con serias limitaciones para su acceso y control.
Y para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la igualdad de género es la mejor oportunidad que existe para afrontar algunos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, desde la crisis económica y la falta de atención sanitaria hasta el cambio climático y la escalada de los conflictos. ¿Por qué? Porque las mujeres no sólo se ven más seriamente afectadas por estos problemas, sino que tienen ideas y la capacidad de liderazgo para resolverlos. La discriminación de género, que sigue obstaculizando a las mujeres, es también un obstáculo para nuestro mundo, afirma la ONU.
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Lo cierto es que en los últimos años el rol de la mujer se ha ido fortaleciendo en todos los ámbitos del desarrollo sostenible. A 20 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, donde “La mujer y el medio ambiente” fue una de las 12 esferas de especial preocupación identificadas en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, las mujeres están realizando grandes progresos y los gobiernos recurren cada vez más a su experiencia y liderazgo cuando deben adoptar decisiones importantes relativas al medio ambiente.
Aunque la pandemia de Covid-19 golpeó con fuerza el empleo femenino, principalmente por la intensificación de los cuidados en el hogar (especialmente por los niños que no iban al colegio), y las posibilidades de que las mujeres se reintegren al mundo laboral siguen siendo complejas, hoy el emprendimiento aparece como una de las alternativas más preferidas por el género para reinsertarse. En una encuesta desarrollada por Cadem, el 30% de las mujeres declaró que una vez terminada la pandemia prefería trabajar por cuenta propia, y un 27% dijo preferir trabajar desde su casa de manera permanente. Y ahí hay una oportunidad para el emprendimiento y la innovación sostenible, liderado por mujeres.
De acuerdo a las estadísticas de Corfo, de los 516 proyectos beneficiados con subsidios al emprendimiento en 2021, el 36% fue a empresas lideradas por mujeres; y en lo que respecta a los subsidios para el desarrollo de la innovación, el 20,5% de los 648 proyectos beneficiados eran liderados por mujeres. Y en el caso de líneas específicas, los proyectos liderados por mujeres representaron el 32% de las adjudicaciones a inciativas de economía circular. Si bien estos números aún no muestran una paridad, sí muestran un avance importante.
Para el ecosistema del reciclaje, y ad portas de la implementación de la Ley REP en todo el país, resulta clave contar con innovaciones y emprendimientos que permitan activar el mercado de materiales, ya sea a través del reciclaje, reutilización o reducción total en la generación de residuos.
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Los ejemplos los vemos a diario. Desde la educación -con la acción y el ejemplo- para la reducción de residuos que realiza Vida Sustentable Chile; o el reciclaje que se hace desde iniciativas como Convictus, que rescata material de vertederos para convertirlo en lámparas y muebles de diseño único. También el trabajo de Everwood, que transforma residuos en madera plástica, y lo mismo hace Joya Plástica para dar nueva vida a las bolsas que botamos a diario. O Biorigen, donde una necesidad familiar terminó en un emprendimiento de productos de higiene bucal 100% naturales.
Un aspecto diferenciador es que el emprendimiento femenino no apunta necesariamente a un retorno económico inmediato. Ya sea motivadas por nuevos ingresos, la protección del medio ambiente, el cuidado de los hijos o el desafío de innovar y encontrar nuevas soluciones, los emprendimientos liderados por mujeres apuntan también a un resultado futuro que se mide en impacto positivo y bienestar. Un objetivo que se alinea plena y naturalmente con los desafíos que a partir de ahora nos impone la Ley REP.