Asalto final o negociar: Ucrania vive horas claves tras segunda jornada de invasión rusa

Asalto final o negociar: Ucrania vive horas claves tras segunda jornada de invasión rusa

Por: turno | 26.02.2022
Un momento clave se vive en el este de Europa luego de dos jornadas de invasión rusa a Ucrania. Mientras aumenta la tensión internacional respecto al conflicto y aún no se vislumbran negociaciones, la guerra deja sus postales más terribles.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó este viernes que esta noche será difícil, al adelantar que Rusia intentará asaltar Kiev, por lo que pidió al ejército de su país no perder el control de la capital.

"Puedo decir con absoluta honestidad: esta noche será más difícil que el día. Muchas ciudades de nuestro Estado están bajo ataque: Chernígov, Sumy, Járkov, el Donbás, en el sur. Particular atención a Kiev: no pueden perder la capital", dijo en una nueva alocución a la nación publicada por su oficina en Telegram.

"Esta noche, en todos los frentes, el enemigo utilizará todas las fuerzas disponibles para romper nuestra resistencia: vil, cruel e inhumana. Esta noche asaltarán", dijo. El jefe de Estado además subrayó que el destino de Ucrania se está decidiendo ahora mismo y que su principal objetivo "es poner fin a esta masacre".

Posibilidades de negociación

La portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo durante la jornada que las autoridades de Ucrania propusieron a Rusia conversar este sábado sobre las posibles negociaciones entre las partes, pero no quisieron avanzar en ese asunto el viernes.

Previamente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Ucrania evita sentarse a la mesa de negociaciones después de que Moscú aceptara la propuesta de Kiev y sugiriera Minsk, la capital bielorrusa, como sede de las conversaciones.

Según Peskov, Ucrania propuso Varsovia como lugar alternativo para el diálogo tras lo cual "tomó una pausa" y "rompió la comunicación".

Zelenski declaró el jueves por la noche estar dispuesto a debatir la neutralidad de su país a cambio de garantías para Ucrania. Por su parte, las principales demandas de Rusia en materia de seguridad relacionadas con Ucrania se refieren a su desmilitarización y que el país vecino no ingrese jamás en la OTAN.

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Finalmente, la noche del viernes el gobierno ucraniano negó que rechace sentarse a la mesa de negociación con Rusia y aseguró que en estos momentos las partes celebran consultas sobre el lugar y la hora del posible diálogo para poner fin a la guerra lanzada por el Kremlin contra el país.

"Debo refutar las acusaciones de que nos hemos negado a negociar. Ucrania ha estado y sigue estando lista para hablar de un alto el fuego y la paz", señaló Sergii Nykyforov, portavoz del presidente ucraniano en su cuenta de Facebook.

"Esta es nuestra posición constante. Estuvimos de acuerdo con una propuesta del presidente de la Federación Rusa. En estos momentos se están realizando consultas entre las partes sobre el lugar y hora del proceso de negociación", indicó.

Llamado de Putin a un golpe de Estado

Por otro lado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, considera que, en estas circunstancias, es más fácil negociar con los militares ucranianos, a los que llamó a sublevarse. Les propuso a "hacerse con el poder".

"¡Tomen el poder en sus manos! Por lo visto, con ustedes será más fácil llegar a un acuerdo que con esa banda de drogadictos y neonazis que se ha asentado en Kiev y tiene secuestrado a todo el pueblo ucraniano", declaró el jefe del Kremlin en una reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia.

Desde el Ministerio de Exteriores ruso señalaron, a su vez, que las posibles negociaciones con Kiev no significarían necesariamente el fin de la intervención militar, cuyo objetivo es la "desmilitarización" y "desnazificación" de Ucrania.

Alerta de las organizaciones de derechos humanos

En otro ámbito, la organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes un ataque con bombas racimo a un hospital en la localidad ucraniana de Vuhledar, en la zona independentista de Donetsk, que dejó cuatro civiles muertos y otros 10 heridos.

HRW dijo haber confirmado la información a través de entrevistas telefónicas con un doctor del hospital y un representante del centro, el Central City Hospital, así como fotografías de dos de los fallecidos.

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La organización afirmó asimismo que otras instantáneas publicadas en redes sociales o enviadas al hospital muestran los restos de una de las armas aparentemente utilizadas en el ataque, un misil balístico Tochka 9M79 con una ojiva de racimo 9N123.

"Este ataque cruel ha matado y herido a civiles, y dañado un hospital", dijo en un comunicado el director de armas de HRW, Steve Goose, que llamó a las fuerzas rusas a dejar de usar munición de racimo y a "frenar los ataques ilegales con armas que matan y mutilan de manera indiscriminada".

La organización explicó que un tratado internacional prohíbe el uso de este tipo de armas, que típicamente explotan en el aire y envían decenas o cientos de pequeñas bombas que se extienden por un espacio similar al de un campo de fútbol.