La familia que protege y estudia los alerces milenarios, lucha contra el desalojo
Durante la última semana del 2021, el ingeniero forestal chileno Jonathan Barichivich era elegido para recibir un gran fondo (equivalente a 6 proyectos Fondecyt) del Consejo Europeo de Investigación, para actualizar las proyecciones climáticas en base al estudio de los anillos de los alerces y otros árboles del mundo. Esa misma semana, un contingente de aproximadamente 100 carabineros llegaba a su casa, y lo llevaba detenido.
Jonathan es parte de la familia Henríquez Vivanco, que se asentó hace décadas en la cordillera de la costa en un sector aledaño al ahora Parque Nacional Alerce Costero. Su madre y abuelo fueron guardaparques de Conaf, cuidando los alerces. Su abuelo, Aníbal Henríquez, fue el descubridor del alerce más antiguo, un árbol de más de 4000 años. Pero la familia Henríquez nunca obtuvo el título de su terreno, y ahora se enfrenta a un conflicto con representantes de la reserva privada Raulintal, que reclama como propias 8 hectáreas que son parte del lugar de asentamiento histórico de la familia.
Se trata de una disputa que llegó hasta la Corte Suprema y que derivó en lo que la familia denuncia como un violento intento de desalojo el pasado 27 de diciembre, donde un gran contingente policial se presentó para desalojar a Jonathan, su hermano y su mamá, y que terminó con la detención del primero. La familia logró postergar el desalojo y deposita sus esperanzas en una mesa de diálogo formada recientemente y presidida por el gobernador regional, para llegar a un acuerdo que les permita obtener la propiedad del lugar y seguir realizando las labores que hacen en el predio.
La familia además cuenta con el apoyo de comunidades aledañas y de un grupo de académicos de la Universidad Austral, quienes se han relacionado por años con la familia para poder realizar plantaciones y estudiar los alerces del sector. Además destacan el trabajo que está haciendo Jonathan, que lleva adelante una investigación a largo plazo en el terreno con la ayuda de su familia.
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La memoria del alerce
El proyecto que ejecutará Jonathan Barichivich con financiación del Consejo Europeo de Investigación, busca superar las dificultades actuales de predecir cómo evolucionará la interacción entre los bosques y el clima, a raíz del cambio climático. La capacidad de los bosques para absorber carbono tiene una gran influencia en el clima global, por lo que la investigación podría disminuir los márgenes de error en las proyecciones de cambio climático para el futuro. La investigación, según consigna Jonathan, puede influir en la toma de decisiones sobre acción climática a nivel global.
En su proyecto, Jonathan estudiará los anillos de los árboles, localizando su estudio en distintos sitios a lo largo del mundo. Uno de esos sitios es el lugar donde se emplaza la familia Henríquez, que ha hecho mediciones de forma constante sobre el crecimiento, captación de carbono y de agua de los alerces. Para lograr el fondo, Jonathan presentó como estudios de base estas mediciones que ha hecho con la ayuda de su familia a lo largo del tiempo. “Dentro de las 8 hectáreas que están en disputa, tenemos instalada instrumentación que utilizamos para las mediciones. También están las plantaciones de alerces que hicieron académicos de la Universidad Austral en 1993 y que cuidan y estudian hasta el día de hoy”, explica.
Esta relación de la familia con la academia es de larga data, según comenta Antonio Lara, investigador del Centro de Ciencia para el Clima y la Resiliencia (CR2) y profesor de la Universidad Austral. “Yo conozco a la familia desde 1994 a raíz de las investigaciones que hemos hecho con la universidad con los alerces en ese lugar, y siempre nos han ayudado. Luego Jonathan vino a estudiar con nosotros y por ende siempre ha habido una relación cercana. Creo que lo que pide la familia no es imposible. Raulintal tiene 2000 hectáreas. Lo que solicita la familia son 8, y tienen una posición legítima porque es un lugar que habitan y cuidan hace décadas, un lugar donde no es fácil vivir. Si prima la buena voluntad desde ambas partes esto se puede solucionar con diálogo”, opina Lara.
El investigador destaca la importancia de los bosques milenarios de alerce para el estudio del cambio climático. “Son bosques únicos, con flora y fauna altamente endémica empezando por los alerces, y que ocupan sitios muy extremos donde otras especies no son capaces de crecer y que además se han regenerado de múltiples incendios. Nosotros estudiamos cómo estos ecosistemas siguen capturando el carbono y regulando los flujos hídricos y cómo eso se transforma a lo largo del tiempo con el cambio climático. Para eso tenemos instrumentos muy sofisticados para medir esas cosas desde el 94, intensificando nuestras investigaciones durante estos últimos 12 años para modelar la capacidad de los bosques de regular el clima a nivel global”, comenta.
El conflicto y el diálogo
En el 2016, Nancy Henríquez comenzó el trámite para regularizar su terreno, y en ese momento se activó el conflicto. La familia Henríquez tiene a favor dos sentencias, en el tribunal de La Unión y en la Corte de Apelaciones de Valdivia. Luego de ese proceso, la Corte Suprema falló de forma favorable para Raulintal, cuyos dueños son la familia de notarios San Martín. “El problema es que Raulintal le entregó el terreno en disputa en comodato a una familia de un sector cercano, y esa familia fue utilizada como testigo en la Corte Suprema. Por eso estamos suponiendo la existencia de un fraude judicial; una colusión entre los demandantes y los testigos porque luego obtendrían a favor ese terreno”, explica el abogado representante de la familia, Antonio Olivares de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus).
Así, el conflicto generó una división con la familia mapuche que apoya la demanda de Raulintal. “Ellos como Raulintal le entregan el comodato a esta familia, que son los que se presentan a nuestra casa el día del desalojo y así Raulintal no tiene que ensuciarse las manos. Nos tienen peleando entre nosotros, entre la gente de acá pero en realidad son ellos quienes están operando todo”, opina Jonathan. Desde la familia Henríquez atribuyen el interés de Raulintal por el predio a la presión turística que ha crecido sobre el parque Alerce Costero y sus alrededores. “El lugar es ideal para desarrollar lo que actualmente el Parque Nacional Alerce Costero no puede ofrecer, por ejemplo, miradores de acceso universal, zona de picnic y estacionamientos”, se declara en la última propuesta de Raulintal sobre el destino del predio.
La familia San Martín ha hecho distintas propuestas sobre el destino de las hectáreas en disputa. La última de ellas supone traspasar el terreno al fisco y anexarlo al parque Alerce Costero. Para la familia Henríquez ninguna de las propuestas es aceptable porque entregan algunas hectáreas en comodato a la madre de Jonathan, Nancy Vivanco, hasta que dure su vida, lo cual les genera desconfianza y no lo ven como una solución definitiva para la familia que seguiría dependiendo de los dueños de Raulintal.
“Lo que pedimos es un peritaje independiente para establecer los límites de forma científica, y una mesa de diálogo territorial que ya se formó, ya recibió una propuesta de parte de la familia San Martín, y prontamente se pronunciará. Esperamos que los San Martín se integren del todo a la mesa de diálogo y así poder llegar a una solución. Además este conflicto y el desproporcionado contingente que nos vino a desalojar ha indignado a toda la comunidad. Por eso solicitamos que el presidente electo Gabriel Boric venga a conocer este lugar tan importante, o que nos reciba, para que este tipo de situaciones tan tristes no se repitan en el Chile que queremos construir”, declara Jonathan.