Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular: Nuevo colectivo fue clave en elección de mesa de la Convención
Aunque todavía no se oficializan como colectivo, ya tienen nombre. La Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular, compuesta hasta ahora por 14 convencionales, provenientes de la exLista del Pueblo, otros colectivos y una parte de los escaños reservados, hicieron su primera jugada política al presentar a Eric Chinga como candidato a la presidencia de la Convención.
“Venimos con intenciones transformadoras, con el sentido de desconfianza hacia los partidos políticos, esa es una definición clara de cómo pensamos todos”, explicó Manuel Woldarsky a El Desconcierto.
Si bien la elección de Chinga no se concretó -aunque alcanzó en al menos tres rondas sobre los 30 votos-, el colectivo tuvo una participación decisiva en la configuración final de la mesa.
La iniciativa del distrito 156 y los primeros acercamientos
El “distrito 156” es una plataforma de trabajo colaborativo para incentivar la participación popular en el proceso constituyente, que se puso en marcha en noviembre del año pasado, con el objetivo de “redactar en conjunto las propuestas de artículos e iniciativas populares de normas que ingresen al órgano constituyente para que sean incluidas dentro de la nueva constitución”, dice en su documento de presentación.
Esta iniciativa fue impulsada por un grupo de convencionales miembros de la ex Lista del Pueblo y otros colectivos, además de aquellos provenientes de los escaños reservados. Del primer grupo participaron Dayyana González, Daniel Bravo, Lisette Vergara, Tania Madariaga, Camila Zárate, Marco Arellano, Alejandra Pérez, Manuel Woldarsky, Giovanna Grandón, Ingrid Villena, Francisco Caamaño, Elsa Labraña y Manuela Royo.
Desde miembros de los escaños reservados colaboraron Natividad Llanquileo, Francisca Linconao, Eric Chinga e Isabel Godoy. Respecto a la diversidad de convencionales reunidos en la iniciativa, Elsa Labraña comentó a este medio que se trataba de un grupo de trabajo “sobre discusiones políticas, con una afinidad y pensamiento parecido”.
La plataforma, en rigor, fue el germen del nuevo colectivo. Aunque permitió agrupar a convencionales con ciertas afinidades, la conformación del nuevo conglomerado no estuvo exenta de dificultades.
La fractura de La Lista del Pueblo
Los consecutivos quiebres de fuerzas al interior de la Convención fue lo que en definitiva generó el nacimiento de la Coordinadora. Primero fue la fragmentación de la exLista del Pueblo, tras el episodio Rojas Vade, sumado a los líos internos de la colectividad, que desde entonces cambió su nombre a Pueblo Constituyente. El primer éxodo de militantes fue en septiembre del año pasado e involucró a los convencionales Giovanna Grandón, Alejandra Pérez, Manuel Woldarsky y Tania Madariaga,
Woldarsky asegura que prácticamente fueron echados de Pueblo Constituyente. “Nos condenaron al ostracismo, cuando quise preguntar el por qué de esta decisión, nadie me supo responder y esto remeció de manera intensa a varios constituyentes que tenían fe en lo que en su momento era la Lista del Pueblo”.
El convencional por el distrito 10 confirma que esta coyuntura los obligó a buscar nuevos aliados que compartieran objetivos similares, con el fin de llevar adelante un proyecto colectivo.
Semanas más tarde, otros tres integrantes de Pueblo Constituyente abandonaron la colectividad: Elsa Labraña, Lisette Vergara y Marco Arellano. Al oficializar su retiro, afirmaron que había una relación tensa en el colectivo, que algunos incluso califican de “tóxica”. Grandón, consultada por El Desconcierto, aseguró, al igual que Woldarsky, que después de la salida buscaron establecer relaciones con quienes “tuvieran buena convivencia dentro de la Convención y los mismos objetivos para la nueva Constitución”.
De esta manera, los ex Lista del Pueblo se unieron para formar una nueva fuerza política, la que finalmente convergería con otro grupo de descolgados, esta vez de los escaños reservados.
Escaños reservados y descolgados
Los 17 miembros de los escaños reservados tampoco han estado alejados de las polémicas y divisiones internas. Eric Chinga (Diaguita) asegura que hay dos grupos claramente definidos: “por un lado están ellos, liderados por Elisa Loncon y Rosa Catrileo, y por otro nosotros, encabezados por Natividad Llanquileo, Isabel Godoy y yo”, expresó.
Las diferencias entre ambos han quedado expuestas en la comisión de Participación de Pueblo Originarios, cuyo objetivo es poner en marcha una consulta indígena para recoger las sugerencias de las comunidades para la nueva Constitución. La disputa entre ambos sectores se ha generado básicamente por el mecanismo que se implementará para realizar la consulta.
El grupo liderado por Loncon y Catrileo pretende usar fichas explicativas con un catálogo de derechos y otras consideraciones expuestas en tratados internacionales, mientras que, por el lado de Chinga, Llanquileo y Godoy, prefieren usar un documento con artículo definido, escrito en clave jurídica, siguiendo el ejemplo de las anteriores consultas y convenios a los que se ha adscrito Chile a lo largo de su historia.
Estas diferencias llevaron al grupo liderado por Eric Chinga a buscar un nuevo colectivo político dentro de la Convención. El convencional Diaguita asegura que el proceso constituyente debe seguir teniendo "un carácter popular, plurinacional, que nos permita generar la unidad que tanto hemos soñados como país, no entender esto es no escuchar la voz de la gente, por eso nos juntamos con un grupo de convencionales que piensan de igual forma”.
Si bien siempre existió una relación entre el grupo de convencionales de pueblos originarios y los de la ex Lista del Pueblo, la elección por la renovación de la mesa directiva de la Convención y la proclamación de Chinga, fue la instancia propicia para sacar a la luz el nuevo colectivo: la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular.
Los objetivos y plan a futuro
El primer movimiento que realizó la nueva alianza política fue presentar a Eric Chinga como candidato para la presidencia de la Convención. Durante su presentación a la testera del órgano constitucional, Manuel Woldarsky dijo que la decisión fue tomada por “la necesidad de escuchar a los territorios, a las comunidades, a las organizaciones de base, a las y los expertos, porque el diálogo con la población será una de los ejes de la candidatura y no pensar que bajo la representación se solucionan los problemas”.
Lo anterior, concuerda con los objetivos que se han trazado como colectivo, basados en “en el derecho a la autodeterminación en base a los principios de la democracia participativa y directa, plurinacional, social, comunitaria y mutualista, poniendo fin a las prácticas corruptas y elitistas, que no hacen sino reflejar el interés al que responde la política tal como la conocemos hoy”, establece un documento presentado en los últimos días.
Elsa Labraña aprovechó la oportunidad para hablar sobre las iniciativas que intentarán imprimir en la nueva Constitución. “La protección de la naturaleza y la reivindicación de los pueblos originarios, no sólo en cuanto al reconocimiento de su identidad, sino también de la posesión de sus tierras”, sostuvo, ratificando la postura antineoliberal del grupo.
Rol clave en elección
La votación para elegir a la nueva mesa directiva de la Convención se extendió por dos jornadas y tuvo nueve rondas de votaciones, donde el candidato Eric Chinga se mantuvo como una de las mayorías durante tres rondas, debido al acuerdo al que llegaron días antes con Chile Digno. A la coalición se sumó el voto del independiente Renato Garín, quien se ha mostrado bastante cercano al grupo.
La jornada electoral estuvo marcada por cambios de candidatos y oscilaciones en las distintas fuerzas. Al pasar a la tercera votación, Ramona Reyes, la carta del Colectivo Socialista, cayó drásticamente en las preferencias, debido a los antecedentes de irregularidades que reflotaron en redes sociales durante su periodo como alcaldesa de Paillaco. Fue precisamente tras este episodio, junto al abandono de su opción por parte del Frente Amplio, que Eric Chinga se posicionó como la segunda mayoría.
A partir de la cuarta ronda la situación cambió para el candidato de la coordinadora, debido a que Chile Digno trasladó sus votos a la carta de Movimientos Sociales Constituyentes, Cristina Dorador, quien consiguió 60 votos dejándola como la favorita para quedarse con el puesto. En las rondas posteriores Chinga fue apoyado sólo por los miembros de la Coordinadora Plurinacional, más el voto de Garín, contabilizando 17, justo la cantidad que necesitaba Dorador para alcanzar la presidencia.
Llegada la octava ronda de sufragios, el panorama no cambió mucho. Los votos continuaron repartidos entre varios candidatos, lejos de un nombre de consenso que uniera a los bloques. La mesa finalmente decidió suspender la votación y dejarla para las 15:00 horas del día miércoles.
Después de la octava votación, de madrugada y en el jardín del excongreso, se reunieron los siguientes colectivos: Pueblo Constituyente, Coordinadora Plurinacional, Movimientos Sociales Constituyentes, Independientes No Neutrales, Escaños Reservados, Chile Digno y Frente Amplio, con el fin de negociar y llegar a un acuerdo.
Los nombres escogidos para negociar fueron: Eric Chinga por la Coordinadora, Rosa Catrileo por parte de los escaños reservados, Daniel Bravo por Pueblo Constituyente, y María Elisa Quinteros, por Movimientos Sociales Constituyentes. Para escoger un nombre, la condición fue que debían votar por la opción de un colectivo diferente al propio. Así se destrabó la disputa y se acordó el nombre de Quinteros.
Tania Madriaga, quien luego se unió a Chinga en la negociación, cuenta que “el acuerdo era que la presidencia sería definida por los colectivos independientes y la vicepresidencia por partidos e Independientes No Neutrales”. En teoría, la situación parecía resuelta y todo se destrabaría en la novena votación en la tarde siguiente.
La situación, sin embargo, se complicó cuando se percataron en plena votación que el Frente Amplio y el Colectivo Socialista no respetaron el acuerdo pactado durante la madrugada y votaron por sus propios candidatos, causando incertidumbre en los colectivos independientes. Fue en ese momento que Tania Madriaga tomó especial relevancia. Según Manuel Woldarsky, fue la representante del distrito 7 “la que hizo todas las matemáticas y nos aseguró que podíamos llegar a los 78 votos sin el apoyo de los partidos, nosotros siempre pusimos nuestros 17 votos a disposición”. El cálculo fue correcto y María Elisa Quinteros se transformó en la nueva presidenta de la Convención.
Luego vino la elección del vicepresidente y Gaspar Domínguez de Independientes No Neutrales fue elegido por el sector bajo la misma modalidad. “Una vez que eso se expresó en la elección de la presidencia, tomamos la decisión de construir el acuerdo a la vice presidencia entre estos mismos colectivos independientes”, cuenta Madriaga a El Desconcierto. Finalmente, la fórmula nuevamente dio resultado y Domínguez alcanzó la vicepresidencia.
Para Woldarsky, la capacidad de negociación de la Coordinadora y los independientes fue fundamental para que la elección se resolviera de buena forma y “aunque hubo varios momentos en los que pensamos que nada de lo que teníamos planeado iba a resultar, se logró”. De esta forma, y si aún constituirse oficialmente, la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular tuvo un rol clave para definir a la nueva mesa de la Convención.