Balance Ambiental 2021: Avances en la ley de royalty minero y los vínculos de Piñera con el proyecto minero Dominga
Como sucede los últimos 19 años, Fundación Terram publicó su Balance Ambiental el pasado 18 de diciembre, el que presenta un análisis y resumen de los hitos más relevantes de 2021 bajo el título “No hay tiempo para el negacionismo”. A través de este texto, Terram busca entregar a la ciudadanía una visión crítica y a su vez propositiva de las políticas públicas y acontecimientos que acontecen en el país y, por sobre todo, resaltar la importancia de actuar ante la emergencia climática que atraviesa el planeta.
Entre los sectores productivos más controversiales este año se puede destacar el minero, el cual fue analizado en el capítulo de “Minería” escrito por Telye Yurisch, economista de Fundación Terram. El documento explica desde el avance de la moción parlamentaria que establece en favor del Estado una compensación por la explotación de la minería del cobre y del litio (Boletín Nº 12093-08), denominada royalty minero; la presentación del anteproyecto de la Política Nacional Minera 2050; la gran cantidad de proyectos de inversión minera en plantas desaladoras y/o sistemas de impulsión de agua de mar que busca solucionar la crisis hídrica que afecta a la industria, la disputa por los fondos del lito donde se vislumbraron irregularidades en la licitación del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) hasta la revelación de los “Pandora Papers”, donde una serie de documentos vinculan a el presidente Piñera y su familia en la venta en un paraíso fiscal del proyecto minero portuario Dominga, cercano al Archipiélago de Humboldt, un hot spot de biodiversidad marina mundial.
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Royalty minero
Según explica Telye Yurisch, a partir de marzo y durante gran parte del año el precio del cobre estuvo por sobre los 4 dólares la libra (US$/Lb), por tanto, dicha situación de mercado revivió el debate nacional sobre los escasos aportes al fisco que entrega la gran minería privada del cobre y contribuyó a activar una la moción parlamentaria que establece en favor del Estado una compensación por la explotación de la minería del cobre y del litio (Boletín Nº 12093-08), denominada royalty minero. Esta moción fue ingresada el año 2018 a la Cámara de Diputadas y Diputados y su propósito es establecer una regalía (royalty) equivalente al 3% del valor (ad valorem) de los minerales extraídos de cobre y litio.
A pesar de la reserva de constitucionalidad a la que se acogió el gobierno y los parlamentarios de derecha, la iniciativa retomó su tramitación en marzo de 2021 y en el mes de mayo la Sala de la Cámara aprobó dicha moción con modificaciones sustantivas en su articulado, fijando una regalía del 3% ad valorem de las ventas de minerales que se extiende a todas las sustancias concesibles metálicas y no metálicas como el cobre, oro, plata, molibdeno, entre otras -según lo establece el marco legal minero-. Además, la modificación considera que los ingresos fiscales generados se destinarán a ingresos generales de la nación, pero también a las arcas de regiones mineras, y, por último, la moción presenta incentivos para la agregación de valor a la producción cuprífera.
La respuesta de la industria minera a la gran sequía
Otra de las problemáticas más relevantes en materia ambiental y minera tiene relación con la extensa sequía que afecta a las regiones mineras de Chile, ya que la situación de crisis hídrica estamos enfrentando representa el principal desafío climático para el sector. Ante esto, y para asegurar su continuidad operacional, la industria minera ha ido adoptando una estrategia de abastecimiento basada en la implementación de plantas desalinizadoras.
Según lo expuesto por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el sector presenta para este año una cartera de 15 proyectos de inversión de plantas desaladoras y/o sistemas de impulsión de agua de mar (uso directo sin desalar) que en su mayoría se encuentran en estudios de factibilidad y estarían en operación al año 2028. Estos proyectos presentados se sumarían a once proyectos de suministro de agua que ya están en funcionamiento, permitiéndoles equiparar al 2030, casi en parte iguales, el consumo de agua continental y el agua de mar.
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Para Telye Yurisch, sin duda las estrategias planteadas desde el sector minero en materia de escasez hídrica “abren distintas alertas ambientales, dado los eventuales impactos que conlleva el uso de agua de mar y los procesos de desalinización, sobre todo, porque el sector está trasladando su restricción hídrica a un problema energético y climático. La misma Cochilco proyecta que por dicho motivo el consumo de energía de la industria aumentará en un 34% para fines de década, por lo que, de no modificarse drásticamente la matriz eléctrica, inevitablemente se expresará en un aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del sector”
Si deseas leer el capítulo completo puedes descargar el Balance Ambiental 2021 de Fundación Terram de forma directa aquí.
