La ceja detrás de la bala: Colombina Parra y Silvio Paredes hablan de su disco juntos

La ceja detrás de la bala: Colombina Parra y Silvio Paredes hablan de su disco juntos

Por: Elisa Montesinos | 08.10.2021
“Las flores del bien” se llama el EP que el dúo va a estrenar en vivo este martes 12 de octubre con dos conciertos a las 19 y 21 horas en el Centro Arte Alameda, cuya nueva sede es la Sala Ceina, de Arturo Prat 33, Santiago.

Al comienzo no hubo palabras. Es el recuerdo común que conservan de ese primer encuentro: ella tenía un sintetizador, él llegó con su stick, instrumento de diez cuerdas que reúne el rango sonoro de una guitarra y un bajo, y se pusieron a tocar. Ella es Colombina Parra, rockera desde los años noventa al frente de su banda Los Ex, y cada vez más experimental en sus recientes discos con nombre propio. Él es Silvio Paredes, uno de los fundadores de Electrodomésticos a mediados de los años ochenta, y volcado luego a la electrónica desde la formación de Los Mismos, su siguiente grupo, hasta hoy. Con todos esos caminos paralelos no habían tenido ocasión de encontrarse a dúo sino hasta ahora, en un encuentro de hace unos meses en que la música fluyó natural antes de decir palabra.

–Como que no hablamos nada y nos pusimos a tocar, a tocar, a tocar, con la ventana abierta me acuerdo, y claro, ahí se produjo esa cosa al tiro, fue automático –recuerda Colombina Parra.

–Tocamos harto rato, improvisando. Es que es mejor que conversar, en algunos casos –considera Silvio Paredes–. Cuando pasa eso es fantástico. Es bien loco pensar en ese momento en que nos juntamos, ahora que estamos a punto de actuar en un teatro: hay una confluencia de energías maravillosas que pone a circular la música.

Colombina Parra y Silvio Paredes están en efecto a punto de actuar en un teatro porque dentro de cinco días, contados desde la tarde de esta entrevista, van a estrenar en vivo en Santiago su primer disco conjunto. Será el martes 12 de octubre con dos actuaciones en el Centro de Extensión del Instituto Nacional, Ceina. Son coordenadas significativas, porque es ahí donde volvió a abrir sus puertas el Centro Arte Alameda luego del incendio que destruyó sus instalaciones a una cuadra y media de la Plaza Dignidad en los plenos días de la revuelta popular chilena de fines de 2019. Y porque el nuevo disco de Colombina y Silvio es en muchos sentidos un resultado y un reflejo de los tiempos convulsos vividos en Chile desde la insurrección hasta la pandemia, con un título sugerente en ese contexto: Las flores del bien.

Al eco subvertido del título de Baudelaire que resuena en el nombre elegido por Colombina Parra para el disco se suma el detalle de una pintura del artista Mauricio Garrido que Silvio Paredes eligió para la portada, con un despliegue de imágenes multicolores y trenzadas de figuras humanas, animales y flores. “La portada hace un recuerdo de las flores del mal”, dice Colombina: “Si te pones a mirar son las flores del mal, pero nosotros hacemos el juego de las flores del bien. Y refleja mucho todas las sensaciones que vivimos en la cuarentena y en el encierro en el que nos faltaba la naturaleza: cuando salimos al aire libre apareció esta naturaleza que por primera vez sentimos”. 

[caption id="attachment_693480" align="alignnone" width="600"] Portada del disco por Mauricio Garrido[/caption]

Dos mundos en un paisaje sonoro

El nuevo disco es un EP de cinco composiciones, publicado en línea por el sello Tensa Records del músico y productor René Roco, y disponible por única vez en formato de CD para el estreno en vivo este martes 12 de octubre. Colombina Parra (en textos, voz y sintetizador) y Silvio Paredes (en stick, programación y composición) son los créditos formales, pero la creación de esta música estuvo lejos de ser compartimentada según tales o cuales roles, según recuerdan. 

–Es una música que está muy hecha de los dos: está muy su mundo y muy mi mundo –define ella–. Casi siempre los proyectos son así, uno hace su música y después invita a alguien a tocar encima, pero esto no: esto surgió como una plasticina que seguimos armando entre los dos. Entonces esos dos mundos que son distintos entrelazados arman este paisaje sonoro.

–En una improvisada que tuvimos en la sala de ensayo, pac, aparece uno de los temas del EP –agrega él–. Colombina después bautiza esto que nace ahí como Las flores del bien, ya tenía el nombre. Todo ha sido un poco así. Se dio un encuentro muy orgánico y un espacio para revisarnos muy libre, de propuesta y contrapropuesta.

–Claro, pasaba que en la sala de ensayo yo tocaba un sinte y Silvio me decía “eso, eso, es como un animal que se está metiendo, voy a hacer más larga esta parte paisajística para que tú puedas desarrollarlo…” –recuerda Colombina–. Se iba deformando y ampliando esto. Yo estaba más acostumbrado al trabajo con Los Ex antes, que las canciones venían hechas de la casa y después las pasábamos a eléctrico y era todo muy matemático. Esto no, esto es más etéreo, y yo que en las últimas cosas que he hecho he estado experimentando con la espontaneidad, con la improvisación, pude soltarme más todavía porque Silvio me daba ese espacio, como si fuera la respiración de un gran animal sobre la que sostiene esta cosa más delicada que es la voz y el canto. 

[caption id="attachment_693475" align="alignnone" width="600"] ©Rosa Angelini[/caption]

–¿Tiene que ver con instinto también, no es casual que salgan esas referencias a lo animal?

–Hemos asumido no tener miedo al error –dice Silvio–, sino que al revés: darle el espacio, prepararnos para que la cosa también puede que cambie, y no aterrorizarse frente a eso, que es algo que tiene mucho el mundo del pop. Como decía Colombina antes con Los Ex, a mí con los Electros me pasa también: hay secciones en las que tienes que ser infalible porque sino todos se empiezan a tropezar. Acá es muy distinto. Acá hay una conciencia de meterse en un terreno mental y emocionalmente más intenso y que requiere intuición. Es ahí donde creo que los dos tenemos una dosis de intuición más o menos desarrollada para expresarnos musicalmente. Y recién estamos viendo la criatura que nació: estamos empezando a cachar quién es, cómo camina. Es muy alucinante eso también.

–Llama la atención el pulso lento pero cadencioso que tienen las canciones. ¿Cómo es cantar encima de ese pulso, es como ir flotando?

–Flotando. Es absolutamente esa la sensación: flotando –coincide Colombina–. Es como una cosa irreal, ilusoria, cuando estoy cantando siento que es como un sueño. A veces digo “¿estoy despierta o estoy soñando?”

Cantado desde otro yo

En un momento fueron solo palabras. Fue en el instante en que Colombina Parra terminó de grabar la voz de una de las cinco canciones del EP. Es la que se llama 'Levanto la ceja detrás de la bala', y que parte con una base sonora compuesta por Silvio Paredes y con una melodía cantada por Colombina, pero termina con la voz de ella sola, y sin melodía siquiera: con los solos versos dichos sobre un fondo de silencio.

–En ese momento René (Roco) entendió muy bien la intimidad que necesitaba Colombina para poder decir sus textos, y la dejamos sola –recuerda Silvio–. Salimos calladitos del estudio.

–Sí, necesitaba estar sola, porque sí, porque la letra requiere una concentración –recuerda ella también, porque, entre los muchos versos que escribió y grabó Colombina Parra para esa canción, hay líneas como “Porque cómo puedo no llamarle muerte / al disparo recto que irrumpió mi orgullo” o las propias “Levanto la ceja detrás de la bala / que rompe el cielo de burbujas de sangre”. Y con todo lo implícitas que son esas imágenes, no cuesta trabajo leer ahí una referencia al dolor de las mutilaciones causadas por la represión policial a la protesta social durante la revuelta.

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–Está cantado desde ese yo, no desde mi yo –dice Colombina–. Entonces tenía que conectarme con esa persona, tratar de estar dentro de ella. 

–Es feroz –agrega Silvio–. Si toco la música sola (de esa canción) podría ser una cosa medio dreampop, melódica, etérea, pero justamente está esa tensión que genera la Colombina con el texto que pone. Yo nunca me hubiera esperado eso. De repente empieza a cantar y nos pasó mucho con este disco: de terminar el tema y quedar emocionados, con el ojito medio brillante. Y en ese tema creo que es muy potente, y la letra se me hace una cuestión inapelable.

En cualquier país de habla hispana

–Colombina, ¿pensaste estos versos desde el comienzo como letras de canciones? ¿O están concebidas sin música, solo con la letra?

–Las escribí como letras, no las había pensado para canciones. Y cuando me junté con Silvio empecé a cantarlas para decirlas encima de la música, y sí, funcionaba.

–Ahí hay un elemento que creo que va ser potente el martes –comenta Silvio a propósito de las presentaciones en vivo del disco–, que es la intensidad con que se involucra la Colombina también, cuando está ahí en sus textos, porque entra como en un trance. 

–¿Qué quisieran adelantar de esa presentación en vivo del disco?

–Vamos a tocar el EP obviamente entero, y tenemos una sorpresita, un pequeño condimento, porque en el fondo este es el comienzo del proyecto, hay mucha energía que quiere salir como música nueva también –adelanta él–. Cuando uno libera la energía, tiene que correr hasta donde pueda llegar. Este disco tiene un potencial para hacer giras, teatros de pequeña escala en el sur y en el norte, y si me preguntan si pienso en Sudamérica, obvio: me encantaría que estuviéramos en Colombia, en Argentina, en cualquier país de habla hispana donde pudieran entender los textos power de la Colombina y la música que estamos haciendo. Hay un aporte ahí, hay una nueva combinación y una forma de enfrentar poesía y música que puede concitar el interés de las audiencias. Yo creo que no nos vamos a dar ni cuenta y en un momento van a estar pasando esas cosas. 

–Esta primera tocata va a ser como un big bang, yo siento eso –agrega Colombina–. Ahí nos vamos a mostrar y esto va a generar muchas cosas. Musicalmente tenemos muchas ideas y se pueden ir desarrollando más territorios nuevos: eso me da seguridad, sientes que estás pisando en un territorio, que existe, que lo encontraste. Que lo dominas.

–Eso me gustó, caramba –se entusiasma Silvio–. Estamos muy concentrados y enfocados por la energía que tiene Las flores del bien. Ese es el regalo que traía este año y lo nuevo que hay: aquí viene algo potente.

Escucha parte de Las flores del bien 

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