Vertientes de la Chimba norte: La cruzada ciudadana por restaurar un ecosistema abandonado
Entre una pista de motocross y un cementerio de neumáticos, se esconden las vertientes de La Chimba norte; un pequeño oasis verde que es hogar para diversa flora y fauna, en medio del paisaje árido de Antofagasta, en la zona norte de La Chimba.
El lugar acumulaba mucha basura, por lo que el municipio realizó un llamado para jóvenes voluntarios y voluntarias que asistieron a un operativo de limpieza en el 2016. El operativo se realizó una sola vez, pero algunas de las y los jóvenes se interesaron por el lugar que antes desconocían, y se organizaron para limpiarlo y cuidarlo.
[caption id="attachment_690433" align="aligncenter" width="1080"] Vertientes de La Chimba norte, antes y después. ONG Raíces Endémicas[/caption]
Luego de años de trabajo lograron recuperar la vegetación natural del lugar y señalan la proliferación de flora y fauna. A partir de este esfuerzo ciudadano, formaron la ONG Raíces Endémicas, que sigue generando actividades de limpieza y educación ambiental en el lugar. Una publicación con fotos del antes y el después se hizo viral en redes sociales, por el visible cambio que lograron en el paisaje de las vertientes.
El trabajo despertó el interés de académicas y académicos de la Universidad de Antofagasta, que ahora investigan las condiciones naturales de las vertientes y recopilan la información necesaria para solicitar que el lugar sea declarado humedal urbano, bajo la nueva legislación que los protege. El proceso de solicitud, que ya está en su fase inicial de recopilación de datos para la ficha técnica, recibió el apoyo del Municipio de Antofagasta.
Salvemos las vertientes
Carmen Serrano fue una de las personas que asistió al primer operativo de limpieza de las vertientes y que sigue hasta hoy impulsando el trabajo colectivo en el lugar. “Quedé sorprendida de que hubiera un lugar así en una zona tan árida, y de que estuviera tan descuidado”, comenta. Comenzó a averiguar e investigar sobre la flora y fauna que habita allí, e incluye especies endémicas y en peligro de extinción como el caracol de La Chimba.
De a poco comenzó a interesar a más ciudadanos y ciudadanas en la conservación de las vertientes. El trabajo se ha basado sobre todo en el retiro de residuos y la educación ambiental. Y de a poco, lograron ver cambios en el paisaje. La vegetación se recuperó y los bordes de la vertiente recuperaron el verdor, propiciando la proliferación de lagartijas, aves rapaces, insectos, etc.
Para Carmen, es claro que hay un interés creciente de la ciudadanía por empoderarse y recuperar ecosistemas. “A raíz de la publicación en redes sociales me han contactado grupos de personas de otros lugares del país que están trabajando en recuperar algún ecosistema, y que les gustaría conocer nuestra experiencia o reunirse”, comenta. También celebra el interés de la academia, que espera entregará fundamentos para el trabajo que se estaba haciendo y la necesidad de recuperar el lugar.
La posible declaración de las vertientes como humedal urbano se vuelve fundamental para la organización Raíces Endémicas, ya que han habido intereses inmobiliarios en el sector, y rumores sobre la posible construcción de una vía aluvional. La contaminación de los sectores colindantes también amenaza al lugar, y desde la organización han denunciado los carretes clandestinos que se hacen en las vertientes y que resultan en la acumulación de basura.
“Todavía hay mucho por hacer. Estamos trabajando en concientizar a la ciudadanía y generar educación ambiental así como también propiciar el sentido de pertenencia. La falta de interés y de sentido de pertenencia aquí en el norte es muy fuerte, porque tampoco las autoridades visibilizan el valor de los espacios naturales que tenemos. Pero cada vez más gente se va interesando”, reflexiona Carmen.