El comité que investiga el asalto al Capitolio, del 6 de enero, arrancó este martes su primera sesión con un escalofriante video en el que veía cómo una turba de seguidores del ex presidente Donald Trump agredía e insultaba a agentes de policía.

Frente a los ojos de los parlamentarios, desfilaron las imágenes de estos funcionarios intentando contener a los simpatizantes de Trump que, armados con bates y palos de hockey, entre otros objetos, intentaron abrirse paso para impedir la ratificación de la victoria del candidato demócrata y actual mandatario, Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.

La emergencia se generó en momentos en que Trump aseguraba, sin prueba alguna, que hubo fraude en los comicios y el 6 de enero, ofreciendo un discurso en los alrededores de la Casa Blanca, instó a sus seguidores a marchar a la sede del Congreso.

Respecto de las diligencias actuales, el comité que investiga el asalto al Capitolio tiene la misión de esclarecer por qué ocurrió el ataque, quién es el responsable y qué se puede hacer para evitar otro suceso similar.

En un principio, la idea era que el comité fuera similar al ente bipartidista de carácter independiente que investigó los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, pero los republicanos del Senado primero bloquearon su creación y ahora los republicanos de la Cámara Baja están boicoteando las audiencias.

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El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, no quiere que ninguno de sus correligionarios participen en la investigación y comprometió represalias contra quienes lo hagan.

La comisión actualmente está compuesta por siete demócratas (Zoe Lofgren, Adam Schiff, Pete Aguilar, Stephanie Murphy, Jamie Raskin, Bennie Thompson, y Elaine Luria) y dos republicanos moderados: Adam Kinzinger, y Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009).

A todos los nombró la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien impulsó la creación del comité.

Las autoridades estiman que, el 6 de enero, unas 10.000 personas marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria de Biden.

Como consecuencia del asalto, cinco personas murieron, mientras que hubo 140 agentes agredidos por manifestantes partidarios de Trump.

Hasta ahora, unas 550 personas ya fueron imputadas por cargos relacionados con el asalto de enero, incluidas 165 personas acusadas de delitos de agresión a la autoridad.