Mauricio Daza a dos semanas del inicio de la Constituyente: “Uno de los mayores desafíos es estar al margen de la política electoral"
Mauricio Daza (48) salió electo constituyente por Magallanes, la misma región que ayer le dio un fuerte respaldo al candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. "Hay un elemento regional muy importante, frente a una candidatura presidencial en Magallanes que crece más allá del sector que él representa. No es una sorpresa", plantea Daza. De todas maneras, dice que el Frente Amplio no inscribió un constituyente en Magallanes y que se trata de fenómenos distintos. "Uno de los mayores desafíos es estar al margen de la política electoral", manifiesta.
Para Daza integrar la comisión de Reglamento, la más importante en su opinión, es el espacio desde donde quiere depositar el conocimiento que por más de quince años ha adquirido en su experiencia académica y como asesor externo del Senado. Está confiado en que de esto salgan discusiones técnicas que permitan encauzar de la mejor manera el futuro de la Convención, y la propuesta final que se le haga a la ciudadanía.
Más allá de este, sus desafíos son varios: está preocupado de la transparencia con que se desarrolle, algo que no separa de su trabajo en temas de corrupción, como lo fueron los casos Penta y SQM, en los que fue querellante. Además, lo imprescindible, remarca, es que la Convención no se asemeje al Congreso y sus maneras de discutir los proyectos, donde dice que la “pre-cocina” debe quedar completamente afuera.
Como independiente, el abogado aclara que sus ejes serán, más que los bloques con los que podría aliarse, el contenido que se propone. “Noto que hay altos niveles de consenso en todos los sectores”, comenta a El Desconcierto a dos semanas del inicio de la Convención Constitucional.
¿Qué balance haces de las primeras sesiones de la Convención?
Satisfactorio, más allá de las dificultades materiales que tuvimos que enfrentar al momento de sesionar donde no existía implementos tecnológicos y físicos propios de un momento como el que estamos viviendo. La verdad es que se logró sacar adelante y ya tenemos la puesta en marcha que, de alguna manera, nos está encaminando al funcionamiento de este proceso constituyente, para que logremos proponerle al país una Constitución que cumpla su objetivo con el plebiscito de salida dentro de los plazos establecidos.
-El miércoles de la semana pasada se aprobaron las comisiones de Ética, Reglamento y Presupuesto en una sesión extendida. ¿Quedaste conforme con lo que se acordó?
Quedé conforme con dos cosas: la primera, que logramos de manera exitosa enfrentar la primera votación concreta respecto a las normas relacionadas con el funcionamiento de la Convención y se desarrolló de buena manera, lo que va a marcar su desempeño dentro de los próximos días y espero que dentro de los próximos meses. Respecto al contenido, creo que son las normas más adecuadas para poder establecer la regulación de lo que va a ser lo operativo a los próximos treinta días. Fue una jornada exitosa y no pierdo las esperanzas que he puesto en el proceso, que vamos a llegar a acuerdos en aquellos temas, que noto, son las materias más importantes para la ciudadanía.
- Y, ¿con cuáles tuviste diferencias?
Bueno, la verdad es que había diferencias con algunos puntos que propuso la mesa para regular los primeros 30 días de trabajo la Convención que se saltaron a través de indicaciones, que fueron presentados por grupos al interior. En ese sentido, me parece muy bien que se haya ampliado lo que es la competencia la comisión externa de indicaciones, que se haya perfeccionado el mecanismo de nombramiento de las distintas comisiones aprobadas, en especial la de Reglamento que probablemente es la más importante para los siguientes días. Con eso damos un paso gigantezco hacia adelante y la ciudadanía lo va a notar de una manera completa a través de las comisiones.
-En la comisión de Reglamento, ¿qué crees que deba quedar establecido?
Primero, un número de comités temáticos que sean los suficientes para garantizar las disposiciones y materias que sean de conocimiento de la convención y que este proceso se haga de manera seria y profunda. Vamos a tratar temas importantes sobre derechos sociales, descentralización, desconcentración, la protección del ambiente, estos y otros temas merecen tener espacio de debate participativo que nos permita tener una Constitución que proyecta Chile para el siglo XXI, bajo los parámetros de un estado moderno. Lo otro, es la participación ciudadana. Su ejercicio no se puede limitar a que 155 personas se reúnan en un palacio en Santiago para después salir con un proyecto de un año que se proponga al país, debe estar en conexión con las comunidades y debemos establecer mecanismos que nos permitan ir a regiones a través del funcionamiento de las comisiones. No es algo simbólico, es práctico. Hay una gran brecha digital, sobre todo en regiones, e impedimentos económicos que hacen que muchas personas y organizaciones no puedan viajar a Santiago y hacer su aporte al proceso.
-Previo a eso hubo una reunión de la que participaste como independiente junto a la Lista del Pueblo, los pueblos indígenas, el PC, los movimientos sociales e independientes no neutrales. ¿Cómo se han dado esas negociaciones?
La lógica de la Convención es distinta a lo que se da en el Congreso donde, básicamente todo lo que se relaciona con los acuerdos para legislar, se determinan desde la base de comités integrados por personas de una misa afiliación política. Acá gran parte de la Convención es independiente y eso implica que personas que fueron electas dentro de listas de partidos, hay una gran autonomía de los convencionales para decidir en aquellas materias que son de interés de la ciudadanía y para lo que nos han mandatado. Acá las alianzas son más temáticas que por grupos prestablecidos. Es una forma de hacer política que rompe con la tradición del Congreso de la cual probablemente es responsable la falta de credibilidad hacia las instituciones, por la lejanía entre el funcionamiento y las aspiraciones de la ciudadanía que escogen esos integrantes.
-Dentro de eso, ¿reconoces una disputa interna en Apruebo Dignidad entre las propuestas que ha hecho el FA y el PC?
La verdad es que las propuestas han sido diversas y eso ha justificado una cierta distancia, pero tampoco lo veo tan dramático. No veo que el ambiente al interior se haya presidencializado o vayan con la lógica de la contingencia política electoral. Acá estamos hablando de temas profundos y relevantes y las distintas posturas legítimas son las que de alguna manera articulan estas alianzas que se dan. No veo una Convención muy preocupada del contexto político electoral.
-¿Crees que se van a disociar de las dinámicas internas en la Convención?
Uno de los mayores peligros es que este se presidencialice o que de alguna manera su funcionamiento esté determinado por la lógica electoral. Eso es un desafío importante considerando que estamos en un año de elecciones presidenciales y en el Congreso. Por tanto, va a exigir un esfuerzo de quienes son representantes de grupos políticos al interior de la Convención.
-¿Se ha dado alguna señal de eso?
He hablado con varios convencionales que forman parte de partidos políticos o que son cercanos a lo mismos, y tienen bastante claridad sobre esta materia porque no estamos para pensar el país de los próximos años, sino que de los próximos cuarenta años. Dado las materias y las dinámicas del debate que estamos tratando, creo que eso se va a visualizar de manera más patente dentro de las próximas semanas.
Y como independiente, ¿cuáles son los criterios para sumarte a las eventuales alianzas que se vayan generando?
El criterio que estoy ocupando por el contenido de las propuestas de cada grupo y me parece que es la forma con la que gran parte de los independientes están operando. Más allá de que sean independientes fuera de pactos, como es mi caso, o independientes que estuvieron en un pacto político que fueron electos. En ese contexto, insisto, vamos a ver una lógica muy distinta que la del Congreso, algo que probablemente el país no está acostumbrado, pero que le va a hacer mucho bien al trabajo de este proyecto.
Tenemos que sacarnos la lógica de alianzas entre bloques y pasar a las alianzas por tema. Es la visión que en definitiva va a imponerse en el proyecto de la Nueva Constitución. Esa es mi convicción.
-¿Qué efectos podría tener el que se vayan asumiendo esas lógicas?
Mira, un solo ejemplo... hubo una votación de apoyo a esta iniciativa que unió a Chile Vamos con la Lista del Pueblo. Esa es una señal donde se está abriendo un espacio para tener votaciones transversales respecto a temas relevantes, tenemos que sacarnos esas alianzas electorales de corto plazo y estoy optimista que así sea.
-Sobre el reglamento, de las propuestas que hasta ahora se conocen, una presentada por la mesa directiva, otra por la Vocería de los Pueblos y los representantes de pueblos originarios y una del PC. ¿Cuál ves más viable de ser aplicado?
Sí, hay múltiples, pero la realidad es que la única que surgirá es la de la comisión respectiva, hay que revisar el mérito de esta propuesta. Hay muchos independientes que no han suscrito propuestas divulgadas antes del trabajo de la comisión. Creo que eso se va a concretar a partir del trabajo que se realice ahí. La lógica de tener proyectos de reglamentos por distintos grupos políticos, de manera previa a su debate formal, es la lógica propia del funcionamiento tradicional del Congreso, donde existen unos seis grupos que, más allá de la representación que tengan siempre están en el Congreso, o que han negociado los últimos 30 años a partir de textos preparados que son consensuados fuera del debate parlamentario y que, luego, se concretan en las sesiones del Parlamento. Acá el debate será de verdad y las propuestas serán en un proceso participativo y trasparente. Convencionales y la ciudadanía podrán observar cómo se formulan, se discuten y se votan. Este va a ser un debate real y no va a estar precocinado.
-Con la idea de la “pre-cocina” refuerzas que es terminar con ese funcionamiento ya instalado para negociar cómo se resolverán los proyectos…
Absolutamente, no es ni más ni menos que colocar el interés general, y el particular, en igualdad de condiciones para que estos sean negociados por un puñado de dirigentes políticos para diseñar e implementar políticas públicas a espaldas de la ciudadanía, lo que ha generado una falta de credibilidad profunda que debemos solucionar con una manera de hacer las cosas distintas.
-En concreto, ¿cómo dar vuelta esto?
Es difícil salir de la inercia para aquellas personas que han hecho una política muy determinada durante los últimos 30 años, pero tengo la convicción que partir de lo que se va a dar en la discusión de temas, esas dinámicas van a ceder y vamos a lograr observar que hay coincidencias transversales. He tenido la valiosa oportunidad de hablar con constituyentes de distintos sectores y sobre profundizar la democracia, el sistema político, descentralización, más atribuciones para gobiernos regionales y locales, y noto que hay altos niveles de consenso en todos los sectores.
[caption id="attachment_676663" align="alignnone" width="1024"] Twitter Mauricio Daza[/caption]
Primera declaración
-Lo primero que fijó la mesa directiva fue hacer una declaración por los presos del estallido. ¿Qué te ha parecido el debate que se ha dado en torno a esto?
Bueno, aquí creo que se ha centrado mucho en discutir si estamos frente a presos políticos, lo que yo creo que no es tan importante. Más allá de la etiqueta que se ponga a esta situación, estamos frente a un problema en el cual una parte importante de la Convención quería que se debatiera y eso me parece decisivo. Y lo otro a considerar, es la utilización que hace de ello el gobierno como un instrumento de carácter político, como es la ley de seguridad interior del Estado, que permite solo con la voluntad del presidente de turno aumentar en un determinado caso el marco punitivo y, además, disminuir sustantivamente las garantías judiciales de una persona. El proceso constituyente no se inició, en estricto rigor, a partir de la convicción democrática y republicana de los sectores representados en el Congreso nacional que suscribieron el acuerdo del 15 de Noviembre de 2019, que fue más bien una reacción ante un creciente estallido social, (luego) se trató de encauzar el estallido y desmovilizar a la ciudadanía.
El gobierno fue más allá, por una parte, con la represión para generar un desincentivo a la ciudadanía para manifestarse bajo el riesgo de sufrir lesiones graves a partir de la represión judicial. Por otra parte, hubo una estrategia de persecución criminal que se concretó con la presentación de cientos de querellas de ley de seguridad interior del Estado en contra de manifestantes para permitir que quedaran en prisión preventiva con facilidad, dilatando esos procesos con baja calidad de la prueba que han concluido con absoluciones o con penas menores que se cumplían en libertad. Creo que eso es parte de una estrategia política para desmovilizar el país y mantener las condiciones en que ha estado en los últimos 40 años.
Por eso fue oportuno y justificado sacar una declaración, porque fueron esas manifestaciones las que iniciaron el proceso constituyente. Iniciar la Convención haciendo una mención a aquello, me parece pertinente y por eso apoyé una de las dos declaraciones.
-Y, ¿sobre la otra?
Era un proyecto de declaraciones y aquella que obtuviera la mayoría de los miembros de la Convención iba a ser aprobada, pero en el caso que esa primera votación no obtuviera la mayoría se pasaba a la segunda. Al no lograr esto, en la segunda votación opté por aprobarla. La otra la rechacé, pero aprobé la declaración.
-¿Por qué razones rechazaste?
La verdad es porque sabíamos que una de esas declaraciones no iba a concitar la mayoría suficiente y se optó por una de las opciones que tenía más probabilidades que podía lograr el quórum de aprobación porque de esa manera no nos arriesgáramos a que no se generara ninguna declaración por parte de la Convención. Ese habría sido el peor escenario en ese contexto.
Los desafíos
-Vas por un distrito que tiene como una de sus demandas la autonomía territorial. ¿Cómo debería quedar esto expresado en la Constitución?
Debería establecer una forma de organización que le entregue un nivel de autonomía suficiente a las regiones con la finalidad con que se pueda definir a su propio futuro desde sus territorios por parte de sus comunidades y eso se puede lograr en el contexto del estado unitario a partir de la figura del Estado regional que existe en Italia y en España donde efectivamente las distintas unidades territoriales pactan con esas atribuciones creo que hay que centrarse mucho en lo que son los gobiernos locales y, además, generar instancias regionales para la implementación de políticas públicas que sean diseñadas con participación ciudadana efectiva y creo que eso es perfectamente viable, y podría constituir uno de los cambios más trascendentes en esta nueva Constitución. Somos muchos los interesados en dar ese paso adelante.
-Sobre la participación, se ha hablado respecto a la creación de un distrito extranjero, ¿qué te parece?
Es una posibilidad razonable, mientras más instancias de participación logremos construir, (será) de mejor forma nuestra democracia. En principio, estoy de acuerdo en establecer una nueva división política administrativa para efectos electores, por ejemplo, pero también no es solo crear nuevos distritos, sino que lo importante es definir ciertos principios en que los sistemas electorales deben funcionar, eso involucra que haya más participación en términos de igualdad de los sectores independientes. También tenemos que regular mejor los partidos políticos que son relevantes para el funcionamiento de la democracia, pero que requieren que se definan ciertas garantías para que las personas que militan no estén capturadas a partir de ciertos liderazgos que se van produciendo y que han generado el escenario ideal para que se produzcan hechos de corrupción, como hemos visto en Penta, SQM, Corpesca, entre otros. Creo que debemos ese espacio para pensar una nueva forma de participación ciudadana, acá necesitamos una democracia participativa donde...también contemos con mecanismos para transparentar.
-Justamente sobre eso, y por tu experiencia en temas de transparencia por los casos que has llevado, ¿cómo se debería cumplir esto en la Convención?
En primer lugar, todos los debates y las comisiones del pleno deben ser trasmitidos para que la ciudadanía acceda de manera fácil a ellos. También todas las entidades que vayan aportando, tanto entidades como personas que comparezcan a la Convención para dar la opinión sobre las materias que estamos debatiendo, debe ser subida a una plataforma digital de fácil acceso. También necesitamos generar espacios de interacción con la ciudadanía, esto no es solamente necesario para efectos de participación ciudadana, sino que, de transparencia, que podamos recibir los requerimientos que tienen los y las ciudadanas en cuanto a lo que pasa en la Convención y los niveles que estamos teniendo en el desarrollo de este proceso. Aquí todo tiene que ser a puertas abiertas, con pleno conocimiento del trabajo que se está haciendo el interior de la Convención y facilitando los medios para que eso ocurra.
-¿Qué te ha parecido la disposición de estas semanas para el funcionamiento de la Convención? Por ejemplo, por la habilitación de espacios…
El trabajo del gobierno en relación a su obligación constitucional de entregarle apoyo logístico y tecnológico a la Convención para su instalación y funcionamiento la verdad es que ha sido un desastre. Acá no se ha sentido ese mandato y lo que uno observa es una completa desidia respecto de lo que es esta Convención. Lo que resulta especialmente llamativo es que estamos frente al proceso de participación democrática más importante de la historia de Chile y que tengamos que funcionar sin las condiciones sanitarias y materiales propias de una instancia como esta donde no existen los espacios mínimos para desarrollar nuestro trabajo la verdad es que es algo muy vergonzoso, respecto a lo que vamos a tener que como sociedad emitir un juicio. Esa desidia, esa negligencia es equivalente al dolo y, por tanto, yo lamento mucho lo que ha sido esta labor. Frente a eso, tenemos dos posibilidades, inmovilizarnos y quejarnos o simplemente intentar sacar las cosas adelante. En eso tenemos que reconocer el trabajo de la mesa, integrada por dos personas, que consiguió en menos de 48 horas lo que el gobierno no fue capaz de realizar durante seis meses para poner en marcha la Convención