Día de la Madre: ¿Cómo cambia su corazón durante el embarazo?
Durante el proceso de embarazo y adaptación para cargar con la vida de un gestante, el músculo cardíaco de la madre sufre diversos cambios para nutrir y oxigenar el cuerpo del feto que está por nacer. Esto se explica porque es la madre la encargada de nutrir y oxigenar la sangre tanto suya como del bebé. El investigador del Núcleo Milenio Cardio MR, y docente de Cardiología de la Universidad Católica, Gonzalo Martínez, explica sobre este proceso lleno de cambios para el corazón y el aparato circulatorio durante la gestación.
De acuerdo a Martínez, los cambios más importantes que ocurren durante el embarazo se aprecian en la presión arterial, en el volumen de sangre del cuerpo y en la contracción de los vasos que irrigan a los órganos del cuerpo. “En primer lugar, existe una disminución en la presión arterial, marcado en el segundo trimestre del embarazo, para subir en el tercer trimestre y alcanzar los valores cercanos a los que tenía en un principio”, explica el cardiólogo e investigador.
Por otro lado, aumenta el volumen de fluidos, incluido el sanguíneo, ya que el organismo se predispone a irrigar una mayor cantidad de sangre hacia la placenta, como un nuevo órgano en desarrollo y para el bebé en gestación. Además, la resistencia vascular disminuye, “lo que produce una vasodilatación y permite que la sangre llegue a los órganos que lo necesiten”, agrega Martínez.
“Todos estos cambios afectan o ponen una situación más demandante al corazón de la madre. En general, un corazón normal logra adaptarse a estos cambios y puede proveer la energía necesaria y la contracción necesaria que asegura un embarazo saludable y un desarrollo del gestante saludable”, explica el investigador del Núcleo Cardio MR. Sin embargo, cuando existen enfermedades previas en la madre, ya sean propias del corazón u otras relacionadas a la vasculatura pulmonar, estos cambios pueden incidir negativamente en el corazón y poner en riesgo tanto a la madre como al gestante.
“Esto nos pone una pequeña nota de alerta a las mujeres que tengan enfermedades del corazón, que sean hipertensas, o que tengan cualquier indicación de que su corazón no funcione de modo normal. Deben ser asesoradas por su obstetra y por cardiólogos especializados en estas patologías”, advierte Martínez.
Conexión cardiaca madre-hijo
De acuerdo a la afirmación del doctor Martínez, existe una interacción muy eficiente entre la circulación y el funcionamiento del corazón de la madre y del bebé durante el tiempo de la gestación. “Toda la sangre oxigenada que va a llegar a los tejidos del gestante provienen de la madre, dado que el intercambio de oxígeno ocurre en los pulmones de la madre, a través de la placenta de la madre”, añade.
Durante la gestación, el bebé no tiene sus pulmones en funcionamiento, lo que hace que el corazón del bebé esté en un circuito continuo con el de la madre. “Cuando haya un problema en la capacidad de la madre de surtir una cantidad regular de sangre hacia el bebé, este se va a ver afectado”, explica el investigador.
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“Si necesitamos que haya un desarrollo normal del embarazo se necesita que este circuito entre el corazón de la madre y el de su hijo funcionen adecuadamente”, agrega el cardiólogo de la UC. Una de las más importantes recomendaciones que entrega el especialista está enfocada en mantener una actividad física regular de la madre, que aumenten su capacidad respiratoria y el grado físico de su musculatura.
La gran mayoría de las mujeres tienen un embarazo sin problemas, afirma el investigador de Cardio MR. Esto, porque la adaptación normal del cuerpo es suficiente para poder atravesar este período sin mayores problemas. “La recomendación es que mujeres que sepan que tienen enfermedades preexistentes en el músculo cardiaco, debieran buscar ayuda y planificar adecuadamente su embarazo”, recomendó el médico de la UC.