Matthei apunta a Sichel y dice que quienes trabajan su campaña son "el símbolo de los que manejan las inversiones de los más poderosos en Chile"
En una extensa entrevista que este miércoles publica El Mostrador, Evelyn Matthei alude a distintos temas entre los que se encuentra la carrera presidencial, que analiza y observa de cerca considerando sus ya manifiestas aspiraciones en este ámbito.
"Uno no sabe qué va a pasar con la figura de Sichel en los próximos meses. Él es el candidato de aquellos empresarios que no quieren perder privilegios, de los institutos de estudio que no quieren perder influencias y de los políticos que no quieren perder poder. Todos ellos tienen poder en los medios, tienen mucho dinero, pueden levantar encuestas, donde él aparece arriba, por lo que luchar contra ello no es fácil, pero espero que esto se empiece a tratar y analizar abiertamente si es eso lo que queremos para una candidatura de nuestro sector", dice al momento de aludir al presidenciable de Evópoli.
"Es de una irresponsabilidad tremenda que algunos políticos experimentados estén pensando pasarle el mando a una persona que no está probada y qué recién viene llegando al sector, que nunca ha enfrentado una crisis. ¿Cómo es posible que estén pensando en él cuando boleteó por 4,5 millones de pesos durante cinco meses, para echar a andar una de las 100 medidas del Gobierno de Bachelet en la Subdere?", agrega luego en su frontal estilo.
"Es súper complejo tener un candidato cuya campaña es trabajada por 100 profesionales, economistas e ingenieros, desde el escritorio", complementa la jefa comunal de Providencia.
La actual alcaldesa de Providencia no escatima en definiciones y apreciaciones. Por eso, al ser consultada por el trabajo que existe detrás Sichel, pormenoriza y habla de un "equipo de profesionales liderado por el jefe de Moneda Asset Management, Esteban Jadresic, a quien le tengo mucho cariño personalmente, pero (...) es el símbolo de los que manejan las inversiones de los más poderosos en Chile, donde están además el exdirector del FMI para el Cono Sur, Guillermo Le Fort; el exgerente de la Asociación de Bancos, Alejandro Alarcón; y consultores de grandes empresas. Uno de sus ejes es la mayor eficiencia del gasto público, es decir, no quieren más impuestos. Esa campaña es manejada por aquellos que suelen capturar todo, entonces, lo más probable es que Sichel va a tener mucho dinero y probablemente va a tener toda la simpatía de los que de alguna manera forman opinión en Chile".
Incluso va más allá y apunta a la existencia del un grupo de empresarios que creen, erróneamente a su juicio, que pueden comprar la paz social, un "grupo de personas que de verdad no ha entendido por qué y qué ocurrió con el estallido social. Su racionamiento es 'pero por qué, si estábamos tan bien'".
Matthei postula que en su caso, conoce la realidad de Chile por su actividad en terreno, a diferencia de este colectivo de pesonas a las que alude.
"No saben cómo están viviendo los haitianos, quienes viven hacinados y a quienes les cobran una barbaridad por unas piezas asquerosas. No se dan cuenta que ahí se está formando el nuevo cartel, probablemente no saben que en Providencia tuvimos un turbazo (saqueo masivo) hace una semana, probablemente no saben qué es un turbazo ni quiénes los organizan", cuestiona posteriormente.
"Hay un grupo de personas que añoran los años 90, entre quienes hay políticos, institutos y empresarios", agrega antes de que se le consulte de qué políticos habla mientras se le menciona un listado que incluye a Andrés Chadwick y Andrés Allamand.
"Chadwick, Allamand, claramente. Tienen a toda su familia de alguna manera metida en esto. Pero no me consta que Piñera esté entre ellos", responde.
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Para ella la miopía de este sector que cuestiona es evidente. "No se dan cuenta de que los problemas de hoy son acuciantes, son gravísimos, que si nosotros seguimos dejar avanzar el narcotráfico, podemos llegar a ser un Estado fallido, como tantos otros de Latinoamérica. Esto no se arregla con las recetas de siempre. Entonces, yo me pregunto: ¿van a seguir con la monserga de la puerta giratoria? ¡Perdón!, pero ¿saben ellos que, en estos pocos días que llevamos de 2021, ya ha habido cuatro reos asesinados en cárceles? ¡¿Lo saben?! ¿Saben que los capos del narcotráfico cuando caen a la cárcel dicen que van a la playa? ¿Saben que ahí tienen casi esclavizados a muchos reos? ¿Saben que desde ahí siguen operando?", critica.
Matthei dice entender de manera perfecta el modus operandi de Sichel, quien según sus palabras vive bien hace mucho tiempo "porque ha sido, entre otras cosas, lobbista. Ahora bien, ¿qué prima en Sichel? ¿Ese pasado de su infancia o el pasado más reciente de lobbista o sus actuales compañeros de ruta, quienes dicen que hay que tener mucho mejor y más mercado, más basado en emprendimientos y en pymes? Perdón, ¿y alguien le va a creer que vamos a sacar Chile adelante a través solo del emprendimiento y las pymes? Cuando uno ve todos los socios que tiene y los que están detrás de su campaña, está claro que los institutos, aquellos empresarios y políticos básicamente no quieren ceder poder, privilegios e influencias,".
La mujer que lidera la administración de Providencia, identifica claramente a Libertad y Desarrollo (LyD) tras la campaña del ex ministro de Piñera. "Es obvio que buena parte de sus equipos están construyéndose desde allí. Andrés Chadwick hijo era el periodista de Libertad y Desarrollo y se fue a trabajar con Sichel. Y espero que el Centro de Estudios Públicos (CEP) no esté haciendo lo mismo.
Matthei: "Se van a necesitar reformas tributarias, les guste o no"
Posteriormente, consultada por su otro "adversario" en medio de una carrera presidencial de la que no se ha bajado, la economista adelanta la que a su juicio será una próxima Presidencia de la República muy difícil para quien esté en La Moneda. "Vamos a tener crisis social, desempleo, Asamblea Constituyente. Cualquiera que sea el Presidente o Presidenta tendrá en contra ambas cámaras, porque está tan fragmentado el electorado que es imposible tener mayoría", proyecta.
Para ella un sistema que sea implacable con el delito es lo óptimo para el país. "El próximo Presidente o Presidenta tiene que, desde el día 1, partir con las zapatillas de clavo puestas para hacer la intervención que se hizo en Colombia. Hacer sentir todo el peso de la ley para sacar al narcotráfico de un determinado territorio, pero al mismo tiempo inmediatamente llegar también con todo el poder del Estado para mejorar el barrio, dar posibilidades de capacitación, buenas posibilidades de educación. En ese sentido es impresionante lo que están haciendo el colegio El Almendral y el Nocedal, que son del Opus Dei. Debo reconocer que me siento bastante lejana a lo que es el Opus Dei, pero es para sacarse el sombrero de lo que tienen frente a El Castillo o la Fundación Cristo Vive. Es con ellos que tenemos que llegar a los barrios".
El año pasado, en el sector de la Fiscalía Metropolitana Oriente hubo aproximadamente 40 homicidios, 30 de los cuales son de Peñalolén y de La Florida, ¿no será entonces que hay que meterse de verdad allí? ¿Qué economista de Sichel se ha ido a sentar a conversar con Claudia Pizarro, la alcaldesa de La Pintana, que está amenazada de muerte por los narcotraficantes? ¿Quiénes de todos estos iluminados conoce cómo hacer las cosas? Pero todos vociferan que no se malgaste el dinero fiscal. Acá se va a necesitar mucho dinero, se van a necesitar reformas tributarias, les guste o no".
Matthei plantea que más que impuesto a los súper ricos, lo relevante "es que la mayor recaudación tributaria se haga no a costa del empleo y de una manera que no sea pura boca, sino que de verdad recaude. Muchas veces hay títulos muy bonitos, como el impuesto a los súper ricos, pero si ellos tienen casa en todos los países del mundo, pueden comprar la ciudadanía del país que quieran. En dos patadas se fueron de Chile y nunca más les cobramos impuestos. De qué estamos hablando, seamos prácticos".
Consultada por la acotada lectura que hace su sector del cambio que evidenció Chile como consecuencia del estallido social, Matthei vuelve a cuestionar a su propio sector.
"No hay lectura alguna, no han aprendido nada, mire la fiesta en Cachagua, mire los helicópteros en Zapallar y mire además a varios de ellos súper entusiasmados porque les emociona la historia de Sichel. Quiero decir que Sichel hay muchísimos en todas partes, hay mucha gente que lo pasó muy mal, que han sido los primeros de sus familias que han logrado ir a la universidad, pero a ellos no los contratan de gerentes generales, a ellos no los contratan de ministros, ellos no están en la Sofofa, ellos no están en ninguna parte, porque de la meritocracia se habla mucho pero se practica poco. Se enamoraron de él porque les tocó conocerlo, probablemente como lobbista.
Cuando se le consulta si le molesta no ser la candidata de esos poderes fácticos que no quieren perder el poder, la jefa comunal aclara, "no me estoy quejando para nada, ni me quejo tampoco de que Lavín no sea el candidato de ellos. Por lo demás, yo no quiero ser la candidata de ellos, pero desgraciadamente quienes están detrás de su candidatura muchas veces son los que llevan el pandero en lo político. Quiero ser súper clara: para hacer tortilla va a haber que quebrar huevos y en ese sentido es mucho mejor tener independencia".
Consultada luego por sus aspiraciones presidenciales, Matthei no entrega definiciones claras porque, de acuerdo a lo que transparenta, aún no dispone la claridad suficiente para hacerlo.
"En este momento está todo muy fluido, no sabemos qué va a pasar en abril, va a ser un mes clave. Por lo tanto, cualquier persona sensata estaría haciendo lo mismo: prepararme para una primaria, pero tomar la decisión en abril. Ahora uno tiene que saber qué vas a proponer y estoy segura que necesitamos romper con mucha gente que de alguna manera tiene todo capturado, y no estoy hablando de romper en mala, no estoy hablando de transformarlos en enemigos, sencillamente de tener la suficiente independencia para tomar las medidas duras que se deberán tomar en el próximo periodo presidencial. Y si finalmente soy electa Presidenta de la República, claro, con pena de mi alma, voy a tener que dejar Providencia, uno no puede ocupar los dos puestos, por mucho que me gustaría"
"Si llegara a perder en las primarias contra Lavín y si él se impusiera en la presidencial, ¿sería parte de su gobierno de Convivencia Nacional?", le preguntan antes de que evidencie total certeza frente a esta eventual apuesta. "No voy a perder. Si es que me lanzo, no voy a perder. Y eso lo tiene que decidir el que gana, no el que pierde. Pero tenemos concepciones distintas. Yo valoro la torre que está construyendo Joaquín, pero yo estoy hablando de modificar todo un sector de Quilicura, que es la Parinacota, de cómo vamos a intervenir La Pintana. Además, no creo que haya un gobierno de Convivencia Nacional, no creo que ninguna persona de un partido tradicional acepte ser ministro, lo que sí creo es que hay que tener ministros que tengan mucha calle", dice.
Respecto de contendores como Daniel Jadue o Pamela Jiles, Matthei nuevamente se muestra muy segura. "Yo nunca le temo a nadie y les tengo respeto a todos. Creo que Jadue va a morir con lo que apareció en La Tercera o, por lo menos, le van a bajar las posibilidades enormemente. Nosotros hicimos una licitación por luminaria más o menos en la misma época que la hizo Jadue y por cada una pagamos $136.000, mientras él pagó $780.000, eso no tiene cómo explicarlo", dice.
Por último, cuando le preguntan si considerando el proceso constituyente, cree que la derecha va a buscar atrincherarse para defender el legado de Pinochet, la actual alcaldesa piensa que ese no es el camino.
"No, eso sería un tremendo error. La Constitución del 1980 nos permitió avanzar mucho como país. Pero hoy Chile y sus problemas son distintos, por lo tanto, las soluciones también tienen que ser diferentes. Es evidente que el sistema político ya no da más. Un sistema presidencial en que el Mandatario tiene muchos poderes con este grado de fragmentación en el Senado y en la Cámara, no resulta, y deberemos discutir si vamos a pasar a un sistema semipresidencial, a un sistema con un Primer Ministro y Presidente de la República, o a lo mejor mantener un sistema presidencial pero con un sistema que le ponga límites mínimos de votación para tener representación parlamentaria como existe en Alemania. Lo que hay hoy ya no funciona. Y a lo que más tenemos que apuntar es a que llegue gente cuerda y sensata a la Convención Constitucional, y de distintos sectores", postula.