Bárbara Gaete, coordinadora del postítulo en Arteterapia U. Chile:

Bárbara Gaete, coordinadora del postítulo en Arteterapia U. Chile: "La obra es la ficha con la que trabajamos con el paciente"

Por: El Desconcierto | 13.01.2021
Considerado uno de los cursos de especialización de postítulo con más trayectoria al interior de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, el postítulo en arteterapia ha cimentado un camino que busca desarrollar la dimensión terapéutica del arte. Para conocer más detalles de la disciplina y del programa de estudios de dicho postítulo, conversamos con Bárbara Gaete, coordinadora del programa.

Para la Coordinadora del postítulo en Arteterapia de la Universidad de Chile, Bárbara Gaete, esta especialización utiliza los procesos creativos y el lenguaje artístico para acompañar y facilitar los procesos psicoterapéuticos y así promover el bienestar biopsicosocial, tanto de grupos como en individuos. "La creación artística, dentro de un encuadre adecuado, logra ayudar a que las personas se exploren a sí mismas y se conecten con lo que sienten y piensan", asegura Gaete.

¿Cómo se explota el potencial terapéutico del arte?

El arteterapia lo que nos permite es relacionarnos con todo lo que nosotros queremos expresar, pero desde un lenguaje no verbal. El lenguaje está asociado al pensamiento. Nosotros pensamos y eso que pensamos se traduce en lenguaje y muchas veces el lenguaje afecta nuestro pensamiento. Pero hay un lenguaje que no es tan explorado, como el lenguaje del arte o de las artes en general, que cuando nos conectamos con él, logramos ver otras cosas que están al interior de nuestra mente. De algún modo lo que el arte nos permite dentro de lo terapéutico es alcanzar contenidos que son inconscientes, de los que tenemos imágenes, pero no el lenguaje para compartirlo.

Hay poblaciones que no logran usar el lenguaje como quisieran, pero cuando atraviesan esta limitación a través de la imagen, el arte o los materiales del arte, pueden comunicar otros elementos que de otra forma no hubieran podido hacerlo. El arteterapia usa el lenguaje artístico y desde ahí permite que las personas se miren a sí mismas, se expresen, exploren, logren elaborar un discurso y analizar aquello que dicen cuando a veces el contenido es inconsciente. El arte nos permite entonces llegar a esos elementos más inconscientes, lo que hace que este análisis de sí mismo sea mucho más contundente.

¿Cuál es la importancia de la creatividad en los procesos de Arteterapia?

El arteterapia usa el proceso creativo. Cuando la creatividad se usa al interior de la terapia, lo que nos permite es generar un pensamiento más divergente. A veces las personas tienen algún problema y sólo ven una solución a ese problema. En cambio, cuando somos más creativos lo que hacemos es ver varias respuestas para un mismo problema. De ahí que la creatividad y el desarrollo creativo sean una posibilidad de exploración de las personas sobre sus propias posibilidades, sobre sus propias respuestas. Por eso nos interesa potenciar mucho la creatividad, porque mientras más creativos somos, podemos acceder a otros elementos que son súper necesarios como la flexibilidad, la sensibilidad y la motivación. No somos creativos sólo para inventar algo nuevo, sino para que nuestra forma de pensar tenga más alternativas y sea más divergente.

¿Cómo se ha desarrollado el Arteterapia en el contexto actual?

El Arteterapia en pandemia ha tenido un desarrollo bastante curioso. Algo positivo que se nos presenta para los que trabajamos en Arteterapia -y que llevamos un tiempo atendiendo pacientes-, es que podemos llegar a poblaciones a las que antes no teníamos alcance y simplificar la vida para muchos pacientes, como aquellos con movilidad reducida, por ejemplo. La pandemia nos obligó a generar nuevos sistemas como el trabajo en línea. Ahí nos dimos cuenta que habían muchas personas que estaban en otras regiones, que tenían poco acceso a los lugares de atención y que hoy sí lo logran tener.

Se ha comenzado a explorar el lenguaje incluso mucho más allá del espacio terapéutico. Este tiempo nos ha permitido reflexionar y descansar incluso de la pantalla, porque la mayor parte de la terapia ocurre cuando el paciente está creando. Hemos podido sumar aún más la tecnología, recurrir a otros elementos que antes no los considerábamos porque no estábamos tan asociados a los medios. Ha tenido una repercusión muy buena en cuanto a la posibilidad de atención de personas que antes no podrían acceder por distancia o por dificultad de movilidad.

¿Cómo se ha rearticulado la formación en Arteterapia en vista del contexto sanitario actual?

Para nosotros fue un desafío comenzar a vincularnos con nuestros alumnos de manera remota. En algún momento pensamos que no se iba a volver a hacer, “que no es lo mismo”. Yo creo que el cambio siempre va a provocar un poco de resistencia, sin embargo, nos ha pasado que los que trabajamos como arteterapeutas atendemos a los pacientes de esta forma y tiene absoluta lógica que nos amiguemos con este espacio más digital, para poder hacer un trabajo en pos de los pacientes. Nuestros alumnos también ahora logran postular desde regiones y ya se está abriendo un poco a esto de que ya no todo ocurre en Santiago. También logramos comunicarnos con personas que están en otros países, tanto para la atención como para nuestros exámenes de grado. El contexto nos ha abierto un universo. Antes todo era presencial y ahora nos hemos dado cuenta de que funciona, y muy bien. Y que a pesar de esta distancia física, los alumnos han logrado tener una relación muy rica y de harta confianza. No hay problemas hasta el momento con lo digital.

¿Cuál es el perfil de un arteterapeuta?

Los arteterapeutas normalmente vienen de distintas áreas. Pueden venir de la educación o de las artes en general. Nosotros a veces tenemos creadores audiovisuales, gente de teatro, de danza, artes visuales y música, también sicólogos y gente que trabaja en salud. Es súper amplia la gama. Como nosotros somos una especialización profesional, cada estudiante sabe o ya ha tenido una experiencia artística que le permite entender que el arte tiene un potencial terapéutico. Lo que ha pasado es que este profesional empieza a generar un nuevo conocimiento desde el área de la que viene, pero también empieza a tomar elementos que son súper importantes en cuanto a lo artístico.

Tenemos la idea de que el arte es para que sea visto, pero en lo terapéutico nosotros tenemos códigos éticos que son súper importantes de respetar, porque de algún modo, la obra es la ficha con la que trabajamos con el paciente. Esa obra dice muchas cosas de esa persona. El arteterapeuta es una persona que está dispuesta a trabajar por otro, a entender que la creatividad y el desarrollo creativo es muy necesario, que el lenguaje artístico nos va a permitir eso, pero que también se inserta en una lógica terapéutica donde va a decidir cómo aportar a ese bienestar biopsicosocial del otro. Entonces también es alguien que tiene una inquietud social. Nosotros partimos de una invitación porque entendemos que, para crear, el otro requiere sentir que puede confiar. Hay un ambiente que es muy rico, muy cercano… nosotros de alguna manera acompañamos el proceso del otro. Este es un perfil que busca promover el bienestar en el otro.

¿Cuál es el sello en el postítulo en Arteterapia?

Creo que la Universidad de Chile, además de contar con el postítulo que es el más antiguo, también ha seguido una tradición de vinculación con lo social. Nosotros nos sentimos agentes sociales y entendemos que nuestro trabajo logra un nivel bastante profundo con la gente. Hemos armado de un perfil de un arteterapeuta que busca este vínculo con la sociedad. Para nosotros es súper importante que el arteterapeuta sea capaz de entender cualquier problemática, no solamente desde el área en la que decide trabajar. Generalmente hay más elementos de los que uno alcanza a ver y por eso nuestro énfasis siempre está puesto en lo social. Hay que entender lo social un poquito más ampliamente, porque cualquier problema que se va a gestar no solamente tiene que ver con lo psicológico o con lo biológico, sino que también con lo social. Nuestro enfoque es social al considerar los factores biopsicosociales y no solamente puntualizar en la salud o  en la educación, sino que hacemos un hincapié en mirarnos de manera más extensa.

 

Revisa la entrevista completa a Bárbara Gaete en el siguiente enlace:

 

https://www.youtube.com/watch?v=1JVmLNQh2Io&t=15s

 

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