El estallido social que se vive en las calles de Perú, en medio de la grave crisis política que desató la destitución del Presidente Martín Vizcarra, está teniendo muchas similitudes respecto de lo que sucede en Chile desde el 18 de octubre del 2019.

Esto, porque a la par con la violencia y la cruda represión policial que ha dejado heridos y muertos, también existe un gran espacio para la cultura callejera y la música, donde Los Prisioneros nuevamente reeditan su categoría de íconos.

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Esto, porque "El baile de los que sobran" ha sido entonado con fuerza, como un verdadero himno, por miles de gargantas de quienes han salido a las calles a desafiar a la clase política y a los balines y lacrimógenas derivados de la resistida fuerza policial.

“En Chile y en Perú el baile de los que sobran se convierte en un himno. Gracias por tanto Jorge González”, se ha leído en Twitter, donde uno de los principales promotores de este suceso fue el ex fiscal Carlos Gajardo, colgando un emocionante video.

https://twitter.com/cgajardop/status/1327975198046482433

https://twitter.com/Chile_Alerta/status/1328044075723919360

Perú, ingobernable

Sin presidente ni mesa directiva del Congreso, dos de los tres poderes del Estado se encuentran vacantes y bloqueados por una clase política vilipendiada por los ciudadanos, que aún siguen enardecidos en las calles tras una semana de crisis.

Todo esto pese a que la ciudadanía parece haber llegado al límite de su paciencia, tomando las calles e incluso perdiendo a dos de sus jóvenes, Jack Pintado (24) e Inti Sotelo (22), asesinados a manos de la policía durante la represión de las protestas que estallaron precisamente para poner fin a estas prácticas.

Cae Merino

Este domingo arrancó con el sobrecogedor balance de una movilización ciudadana prácticamente sin precedentes en dimensión e intensidad en el país vecino, casi tanta como violencia policial, que en la noche del sábado dejó, además de los dos muertos por disparos de la Policía, casi un centenar de heridos.

Ese balance, desolador por un lado y esperanzador por otro, forzó la renuncia del presidente transitorio Manuel Merino, quien asumió el poder el lunes pasado después que el Congreso destituyera a su predecesor Martín Vizcarra de un modo legal sobre el papel pero ilegítimo para la inmensa mayor parte de los ciudadanos y juristas.

Merino asumió ya con dudas y luchó para encontrar un Ejecutivo que quedó en manos por el veterano político conservador, Ántero Flores-Aráoz.