Desarrollo económico local, como antídoto ante la concentración de la riqueza
Lo pandemia ha venido a agravar los problemas sociales y económicos derivados de un modelo de desarrollo injusto y desigual impulsado a nivel global. Sus consecuencias negativas en Chile, ya fueron denunciadas por una amplia mayoría a partir de las masivas movilizaciones del 18 de octubre del 2019. A esto se suma el pronóstico de los organismos internacionales respecto a que enfrentaremos, como generación, una de las mayores recesiones económicas que hayamos conocido. ¿Cómo enfrentar este escenario? ¿Cómo aportar desde lo local a que la riqueza que existe y la que seamos capaces de generar en el futuro, no se siga concentrando?
El Estado debe descentralizar y fortalecer con recursos y atribuciones aquellos niveles que interactúan de manera desconcentrada con los territorios, donde habitan quienes se encuentran mayoritariamente al margen de los beneficios del modelo de globalización actual, que concentra la riqueza a nivel mundial. Esto debe servir, tanto para fortalecer la capacidad de generar empleo a partir de su propio funcionamiento, el despliegue de los servicios y programas y la ejecución de inversiones; como a través del acompañamiento técnico, administrativo y financiero de las actorías privadas y comunitarias, buscando fortalecer las capacidades productivas territoriales.
Al respecto la Municipalidad de Valparaíso, durante el primer trimestre del año 2020 se encuentra impulsando una cartera de inversiones en ejecución o en trámite de contratación por $20.000 millones que representan la posibilidad de generar al menos 400 nuevos empleos durante el segundo semestre con continuidad para el próximo año. A esto se debe sumar, lo que se pueda gestionar en los trimestres venideros, tanto con recursos municipales como con recursos externos, mediante la cartera de proyectos que se ha postulado a financiamiento.
La apuesta por la generación de empleos al mismo tiempo busca avanzar en la recuperación de la ciudad y su patrimonio. Entre las iniciativas se encuentra: la construcción de un conjunto habitacional; la reposición de un cuartel de bomberos; la reparación y reposición de calles, luminarias, escaleras y senderos en mal estado; el mejoramiento de viviendas, cités y edificios patrimoniales; la construcción de sedes y reparación de espacios deportivos y la adquisición de equipamiento para fortalecer el sistema de aseo y mantención de la ciudad, cuya operación también requiere mano de obra.
Se torna indispensable, fortalecer la capacidad de producción en la base de la sociedad. Por tanto, se trata de exigir la generación de empleos de calidad en aquellas empresas que más han concentrado la riqueza y que dominan la escala global de la economía; pero sobre todo se trata de reconocer, apoyar y fortalecer las capacidades productivas que los actores de la escala local y regional, que movilizan recursos a través de iniciativas públicas, privadas y/o comunitarias poniendo en funcionamiento redes de comercio, de producción de bienes y servicios y de apoyo, cuidados y asistencia social.
En definitiva, tenemos la posibilidad histórica cambiar el enfoque y con ello el rumbo de lo que venimos haciendo como país. Para Valparaíso, es clave apostar por el desarrollo económico local articulado con las estrategias económicas globales que se desarrollan en su territorio, impulsando cambios que permitan que la riqueza se produzca y distribuya de forma mas democrática y justa. Esta apuesta, no solo permitiría generar empleo sino también mejorar la calidad de vida de miles de porteñas y porteños.
El proyecto de parque en el sector de Barón y la recuperación de la Bodega Simón Bolívar; la urbanización sostenible de la parte alta del anfiteatro enfrentando la precariedad y la exposición al riesgo, regularizando campamentos y construyendo sistemas de agua potable y alcantarillado; la solución del déficit habitacional mediante la construcción de 5 mil viviendas y la recuperación de barrios históricos mejorando la habitabilidad de las viviendas y de los espacios comunes; o la ejecución del muelle exclusivo de cruceros y la tributación en la cuidad de la riqueza que se genera en el borde costero a partir de la actividad portuaria, son solo algunos ejemplos para demostrar que, si el país quiere enfrentar la crisis, hay un camino trazado que requiere voluntad política explícita.