Los animales reinan en el silencio en el mayor zoo de Brasil, en medio de las precauciones para que no contraigan COVID-19

Los animales reinan en el silencio en el mayor zoo de Brasil, en medio de las precauciones para que no contraigan COVID-19

Por: Carolina Ceballos | 06.05.2020
"Tenemos mucho cuidado también con los primates, por su semejanza a los humanos, aunque no hay evidencias de trasmisión, pero aquí trabajamos de forma preventiva", recalcó un veterinario del recinto, que agregó que también se evitan los contactos directos entre humanos y crías para protegerlos.

Los más de 2.000 animales del zoológico de Sao Paulo, el más grande de Brasil y uno de los mayores de Latinoamérica, reinan en medio del silencio de la cuarentena, mientras sus cuidadores redoblan las precauciones para evitar contagios de coronavirus, especialmente entre felinos y primates.

En las calles del zoo, siempre ruidosas y llenas de visitantes, tan solo resuena el sonido de la naturaleza, que impera desde el cierre del establecimiento a visitas el pasado 21 de marzo como parte de las estrategias de combate al COVID-19.

Desde su inauguración, en 1958, el zoológico, situado en un parque natural con un área de 824.529 metros cuadrados de Mata Atlántica -uno de los biomas más importantes y amenazados del país-, ya recibió más de 91 millones de visitantes, pero ahora, debido a los peligros que suponen el nuevo coronavirus, los únicos autorizados a transitar diariamente son los funcionarios del local.

Aún así, siguen un sistema de turnos alternados para reducir en hasta un 50 % la circulación de personal y disminuir los riesgos de contagio entre humanos y también para proteger a los animales.

Las medidas de higiene también son rigurosas y el uso de guantes y mascarillas obligatorio.

El estado de Sao Paulo es el epicentro de la pandemia en Brasil, con 34.053 contagios y 2.851 muertes, según datos oficiales registrados el martes, y donde rige una cuarentena "blanda", ya que el gobierno local no ha decretado un cierre total de establecimientos ni la prohibición de circulación de personas.

"Las medidas de aislamiento hacen que los animales tengan una interacción diferente si se compara con la rutina de visitas abiertas, sobre todo por el tema de los ruidos humanos (prácticamente inexistentes), pero eso no indica que no estén bien o que este hecho les cause cualquier problema", explicó a Efe el veterinario del zoológico Fabricio Rassy.

"Aunque hay un cambio significativo en la rutina humana y en las actividades de las personas a su alrededor, la de los animales sigue prácticamente inalterada", agregó.

Precaución ante un desconocido enemigo

Según el experto, el Sars-CoV-2 es un virus muy nuevo y por eso sus efectos en animales y formas trasmisión todavía se desconocen con precisión.

Sin embargo, el caso del zoo del Bronx, en Nueva York, donde hay al menos cinco tigres y tres leones infectados hace que el cuidado en São Paulo sea intensificado con los felinos, que están entre los animales preferidos de los visitantes.

"Tenemos mucho cuidado también con los primates, por su semejanza a los humanos, aunque no hay evidencias de trasmisión, pero aquí trabajamos de forma preventiva", recalcó el veterinario, que añadió que también se evitan los contactos directos entre humanos y crías para protegerles.

Sobre los efectos que el fin de la cuarentena y el regreso de los humanos podrían tener en los animales tras un largo periodo de aislamiento, Rassy descartó cualquier tipo de perjuicio.

"Los animales están acostumbrados desde hace mucho a la presencia humana. Estamos pasando por este periodo de aislamiento ahora, pero seguramente, como lo demás en esta pandemia, cuando podamos volver a abrir las puertas, el retorno de los visitantes se dará de forma gradual (lo que facilita la adaptación)", resaltó.