Durante este viernes El Mercurio publicó una carta en la que Juan Ignacio Olivos, expone sus razones para estar en desacuerdo con la hostilidad de los vecinos de Zapallar hacia quienes han viajado en estos días a la zona.

Esto en el contexto de la cuarentena que rige en gran parte de la Región Metropolitana, y que ha sido infringida por al menos tres helicópteros que salieron desde Vitacura hacia Zapallar, según informó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

"Tengo mi domicilio electoral allá (en Zapallar), pagos mis permisos de circulación, mis contribuciones obviamente, y en general trato de hacer todas mis contribuciones tributarias en esa comuna, porque me parece que tienen más impacto allá que en Las Condes, donde resido en Santiago. Soy por lo tanto, además de propietario, vecino de la comuna de Zapallar", comienza argumentando Olivos en su carta.

Luego, quien escribe la carta agrega que si bien no entiende la norma que impuso la autoridad de restringir el desplazamiento hacia localidades fuera de la Región Metropolitana, "acato completamente la instrucción, simplemente por hay que obedecer. Mucha falta nos hace que todos obedezcamos las instrucciones de las autoridades y respetemos las leyes".

En esa línea, y llegando ya al centro de su argumentación, Olivos sostiene que "lo único que me diferencia de otros vecinos de la comuna es que no estoy de manera permanente allá, sino que voy cada vez que puedo", agregando que "me cuesta mucho aceptar lo que estoy viendo por parte de mis vecinos, en orden de discriminar tan odiosamente a los que viven todo el año versus los que tenemos una casa para ir cuando podemos".

Esto porque según el autor de la misiva, los motivos para la odiosidad contra los visitantes no responden simplemente al coronavirus.

"Si creyera que esto tiene su origen solo en el temor que unos tienen a contagiarse del virus con la llegada de otros desde afuera, lo entendería y estaría tranquilo. Pero tengo la sospecha de que las actitudes de algunos vecinos tienen un origen distinto al sanitario. Actitudes hostiles hacia los propietarios de casas de veraneo se vienen dando desde hace algún tiempo, especialmente en la última parte del año pasado y este verano", sostiene Olivos en su carta.

Finalmente, el autor se pregunta "¿a qué vamos a llegar, cuál es el límite?" y hace un llamado a que "prime la cordura", porque "todos nos necesitamos a todos".

En redes sociales en tanto, la argumentación de Olivos fue duramente criticada, enfatizando en el hecho de que el autor se sentiría con derechos solo porque "paga impuestos".

Esta carta en Mercurio de hoy resume con claridad a una élite que cree que pagar es tener derecho a hacer cualquier cosa. Que confunde y mezcla todo, que sigue mirando a la sociedad desde una posición de privilegio creyendo que el resto son “resentidos” por un éxito heredado. pic.twitter.com/xZeSG4rX6X

— Gabriel Alemparte (@jgalemparte) April 10, 2020

CORREGIDO:La carta del señor que NO se fue a Zapallar, pero se siente incómodo con las críticas empieza con una afirmación sencilla que ordena todo lo que expone después: «soy propietario», anuncia. Desde ahí ve el mundo.

— Oscar Contardo (@OscarContardo) April 10, 2020

La carta del ilustre vecino de #Zapallar nos plantea que si se es dueño y si “se da trabajo” (algo así como una dádiva excepcional) las “libertades” individuales están por sobre la salud pública. Quizás nos merecemos la pandemia.

— Jorge Mera Schmidt (@jorgeignacioms) April 10, 2020

Como Arquitecto puedo decir (sin pretender tener la verdad) que no es lo mismo "habitar" un lugar que "pagar impuestos" (territoriales en este caso). El Sr. De la carta no "Habita" Zapallar, solo paga Imp. y va de visita de vez en cuando. Un turista con der. De Prop. Solamente

— Ismael Rivera Narvaez (@rivera_narvaez) April 10, 2020