Sobreviviendo al colapso: La crisis hospitalaria que tiene a Temuco en la UTI
La ‘explosión’ de contagios de COVID-19 en estas últimas semanas tiene tres focos bien identificados en La Araucanía: uno fue a través de la seremi de Salud, Katia Guzmán, que llamó a varios puntos de prensa y saludaba a los asistentes sin ninguna protección; otro fue la persona que fue diagnosticada con el virus pero igual viajó desde Santiago en avión; y la tercera, por el contagio de una auxiliar de aseo de uno de las líneas de micro en la que viajan cientos de personas al día en Temuco. Desde ahí los casos se desataron: hoy suman 562 en total y 13 personas fallecidas, la cifra más alta de muertes en el país detrás de la Región Metropolitana.
Esta cadena de contagios ha generado el colapso del principal establecimiento de salud de la región, el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, y también que los insumos de protección personal para los funcionarios sean restringidos, además de contabilizar un total de 48 profesionales contagiados.
A esto se suma la principal dificultad: la falta de camas y de ventiladores mecánicos. Hasta ayer lunes 42 personas se mantenían conectados a ventiladores para facilitar su respiración: 27 en la red pública y 15 en clínicas privadas.
Los recursos también han escaseado con el transcurso de los días. De hecho, el viernes pasado, el servicio de salud de Temuco recibió una circular desde la subsecretaría de Redes Asistenciales, a cargo de Arturo Zúñiga, instruyendo racionalizar los equipos para atender a pacientes con coronavirus. Este fue una orden que se dio a nivel nacional, pero que, de todos modos, en La Araucanía se hace más compleja al ser la segunda región con mayor índice de contagiados.
Con esto, las autoridades sanitarias han debido implementar el “uso extendido” de los insumos, es decir, manteniendo un mismo elemento para la atención de uno o más pacientes de manera continua sin removerlos ni reemplazarlos, hasta cuando estén visiblemente sucios o dañados. Es el caso de las mascarillas quirúrgicas, cuando estén húmedas, los escudos faciales y antiparras y las batas impermeables. No así con los guantes que deben ser desechados después de la atención de cada paciente.
A Viviana Carrasco, presidenta de la Confederación Nacional de Profesionales de los Servicios de Salud (Fenpruss) en La Araucanía, le parece preocupante el desabastecimiento de estos instrumentos indispensables. Dice que están ejerciendo las funciones diarias con lo mínimo. “Los equipos de protección, las N95 (mascarillas) están guardadas exclusivamente para las unidades críticas. Se dio la instrucción de reutilizar y lavar todos los equipos. Anteriormente la norma era que todos estos artículos fueran desechables y ahora la duda es qué tanto van a proteger”, expresa.
Al reducir los implementos los profesionales que atienden a pacientes con otras patologías en los mismos recintos hospitalarios quedan expuestos a los contagios, o también a contagiar en caso de ser un portador sin síntomas. Hasta ahora 140 funcionarios del Hospital Regional están en aislamiento preventivo, de ellos 27 dejaron temporalmente sus funciones este lunes después de que se dieran resultado positivo una enfermera y una técnico en enfermería de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC).
Rodrigo Córdoba, dirigente de la Fenpruss de La Araucanía Sur y profesional de Hospital Regional, dice que se han tomado medidas ‘parche’ de autorizar la compra autónoma de elementos de protección por parte de hospitales y establecimientos sin tener que pasar por la dirección de servicio. “Lamentablemente nos hemos dado cuenta que los implementos están al doble o al triple de lo que acostumbran estarlo. Lo otro es que los laboratorios ya tienen vendido poco menos dos o tres meses de producción. Tampoco es asequible porque pasa por un desabastecimiento a nivel empresarial”, precisa.
Traslados de pacientes
Al interior de la UPC del Hospital de Temuco se ha librado una lucha diaria para atender a los pacientes que acuden, y algunos que hoy permanecen en condiciones críticas. Tres de ellos, de 42, 47 y 76 años, salieron de este estado de gravedad este lunes, como lo dio a conocer una internista a través de su cuenta de Twitter.
https://twitter.com/BelnRodriguezR1/status/1247179469972004867?s=20
La falta de camas llevó a que la semana pasada circulara una orden emitida por el Hospital Regional de limitar el ingreso de pacientes a la UPC, a las que fueran “tratables” y que pudieran “lograr recuperación con los tratamientos”, priorizando aquellos sin cáncer, VIH e insuficiencia cardíaca. Sin embargo, luego de la intervención del Colegio Médico la medida quedó sin efecto.
De todas maneras, la falta de un lugar adecuado para los pacientes ha obligado a que algunos de ellos sean trasladados, en caso de estar más estables, a hospitales de menor complejidad en otras comunas, como el de Nueva Imperial. Uno de ellos fue derivado al Hospital de Concepción, en Bío Bío y, de seguir copado el servicio en Temuco, se evalúan hacer lo mismo en Puerto Montt.
También un médico de la región fue trasladado a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea (FACh) durante la madrugada de este lunes para ser internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Aunque sobre esto, Carrasco aclara que fue decisión de la familia para recibir mejor atención en este lugar y no por falta de aparatos.
Para descongestionar el flujo de pacientes, en tanto, se adelantó la puesta en marcha del Hospital Padre Las Casas, que inició sus funciones ayer lunes y que contará con 280 camas para cuidados básicos e intermedios. “Con esto vamos a resolver en parte el problema que tenemos en La Araucanía”, dijo el presidente Sebastián Piñera en medio de su inauguración por videoconferencia.
Córdoba explica que por ahora no hay claridad sobre el flujo de pacientes que se podrían trasladar entre Temuco y la comuna donde se ubica este último recinto de salud. “Si bien en un principio se había determinado, cuando comenzó el ‘Plan Coronavirus’, que Padre Las Casas sería un apoyo para el hospital regional con pacientes no coronavirus, ahora vemos que se ha convertido a un hospital que recibirá pacientes COVID-19 positivos. Entonces, no tenemos claro cómo va a ser”, señala.
El viernes pasado llegaron ocho ventiladores a la región: seis para unidades críticas y dos para traslado de pacientes. Y este lunes el Ejército trasladó otros 14, además de 3.000 test de diagnósticos. Para el manejo de estos aparatos se ha ido capacitando a profesionales durante los últimos días, que también cumplen turnos para estar disponibles en caso de urgencia.
El fin de semana se informó sobre dos nuevos pacientes que fueron entubados a ventilador mecánico, que siguen en observaciones para evaluar su traslado a una cama de una complejidad menor.
La situación sin duda ha generado desgaste en los funcionarios y desde los gremios y los hospitales están haciendo vinculaciones con el área de salud mental para que sean atendidos por las extenuantes jornadas que realizan, ante una situación sin precedentes en la región.