Repensar los paradigmas que nos están conduciendo a la crisis del sistema: la reflexión detrás del premiado filme “El viaje de Monalisa”
Galardonada en la categoría DOK (Sección Oficial de Documentales) con el premio a Mejor Película Documental, El viaje de Monalisa captó el interés del público y la crítica. “Este trabajo es resultado de un profundo proceso de siete años. No imaginé que estas modestas grabaciones iniciales, acabarían proyectándose en festivales de cine. De hecho ahora que lo imagino, creo que esa simple idea hace siete años hubiera sido abrumadora”, dice la realizadora Nicole Costa, quien recibió el premio con alegría ensombrecida por la ausencia de su amigo y protagonista del filme, Iván Monalisa, quien espera sus documentos migratorios para poder por fin viajar fuera de Estados Unidos.
-¿Hay un gesto político en el hecho de que Monalisa no pueda asistir a las presentaciones de la película fuera de EEUU?
-Sin duda. Iván Monalisa sigue siendo victimizada por el sistema incluso a día de hoy, en que el proceso de su visa se ha visto ralentizado por las políticas actuales; y aunque lleve más de dos años trabajando legalmente (ahora mismo como vendedor de una concurrida tienda H&M de Manhattan) aún vive en un status precario, y en la incertidumbre de cuándo le llegará ese papel que por fin le permitirá salir de Estados Unidos después de 24 años y regresar sin problemas. Entonces hasta ahora solo ha podido disfrutar presencialmente de las muestras de la película en Nueva York, lo cual es paradójico si pensamos en el título de la película. De esta manera solo podemos comprender el viaje de Monalisa como un viaje que trasciende al desplazamiento físico y se centra en un recorrido interior en pro de su propia libertad. La libertad de ser y renombrarse en una identidad Two Spirit, como Iván Monalisa Ojeda.
-¿Has encontrado diferencias en el recibimiento de la película en audiencias de festivales genéricos como IDFA (Holanda) en relación a los festivales de nicho LGBTQ como el New Fest de EEUU?
-Sí, por supuesto. Creo que las películas se completan con la mirada del espectador y en ese sentido la percepción de las audiencias es fundamental para el posicionamiento de la obra. Personalmente he disfrutado muchísimo de las reacciones y lecturas de públicos tan diversos. Los festivales genéricos han llevado a conectar a las audiencias con los temas más universales de la película, que atañen a la experiencia del ser humano y a sus problemáticas políticas y sociales. Por otra parte, creo que las audiencias de festivales LGBTQ encuentran una complicidad desde sus propias vivencias y en ese sentido hay una empatía muy natural y amorosa con el personaje. Los lleva a conectarse con las fragilidades y fortalezas que viven como comunidad, y esto me emociona profundamente como directora.
-¿Cómo fue la recepción del público en Bilbao?
-Sala llena y ovación final del público que aplaudió de pie. El presentador Carlos Loureda vinculado a la revista Fotogramas y Cine Invisible, alabó abiertamente la película, considerándola una pieza de arte y un clásico inmediato. Los asistentes se mostraron profundamente conmovidos, y permanecieron en el coloquio no solo para hacer preguntas sino también para manifestar lo mucho que les había impresionado este trabajo. Asimismo, programadores de festivales internacionales de cine de Italia, Grecia y Francia entre otros, mostraron interés inmediato en reclutar la película para sus propias selecciones oficiales.
-¿Cómo se desarrolló el proceso creativo?
-Cuando yo empecé a grabar con Iván Monalisa ni yo ni él éramos conscientes de que estábamos haciendo una película. Yo comencé a grabar porque me sentía fascinada con la construcción que Iván había hecho de sí mismo, sumando a Monalisa a su identidad como Iván, otras palabras, añadiendo a su ser la expresión de su lado femenino. Me pareció que el haberse nombrado como “Monalisa” tenía mucho sentido, ya que estaba resignificando la creación del artista que yo siempre había visto en él, pero esta vez enfocando su genio creativo en una obra que iba a ser por lejos más importante que cualquier producción teatral, puesto que se trataba de su propia vida; y su obra, su propia identidad. Sin embargo en ningún momento imaginé que estas modestas grabaciones iniciales, acabarían proyectándose en festivales de cine. De hecho ahora que lo imagino, creo que esa simple idea hace siete años hubiera sido abrumadora. En cambio, el no tener deadlines durante los primeros años me permitió trabajar sin ansiedad, disfrutando del proceso y respetando los tiempos de Iván Monalisa, tratando de no invadirla para que pudiera mostrarse tal cual, con y sin corazas; sin dejar de ser nunca y por sobretodo, su amiga Nicole.
-¿Qué significa para ti este premio?
-Considerando que España es mi segunda casa, tras vivir en Madrid por 15 años, este premio me llena de felicidad. Siento que de alguna forma avala la conexión de lenguaje y humor que me une a sus habitantes, especialmente a los de la comunidad LGBTQ+. Por otra parte, este mismo festival ya nos había recibido hace dos años con la película de mi amigo del alma, el director valenciano Adrián Silvestre, en la cual yo tuve una participación como actriz. Para esa edición, la película obtuvo el premio a la Mejor Dirección y a la Mejor Actriz (Laura Rojas Godoy) y pudimos celebrar con gran alegría. Entonces la posibilidad de regresar, –esta vez como directora de una película propia–, es algo que me hacía mucha ilusión. Ganar el premio ¡ya ni te digo!
-¿Cómo repensar la trayectoria de esta película en un momento actual de tanta incertidumbre para los artistas?
-Confío en que esta película tendrá su propio viaje y podrá encontrar su lugar en el tiempo y en el espacio de manera natural. Este trabajo no fue movido por expectativas exitistas sino todo lo contrario, fue concebida gracias a la fe y a la colaboración de profesionales de gran compromiso y humanidad, que pensaron que contar esta historia sería un aporte de tolerancia y entendimiento hacia las identidades no binarias, así como una reflexión sobre las políticas de inmigración. Creo que todas las personas involucradas en esta película coincidimos en la necesidad urgente de repensar los paradigmas que nos están conduciendo a la crisis del sistema que enfrentamos actualmente, y espero que esta intención pueda seguir dirigiendo naturalmente el curso de esta película.
El documental producido por Mimbre Producciones se estrenará en Chile en las salas alternativas del país a partir del 2 de julio de este año, bajo la distribución de Storyboard Media.