El Laboratorio de Análisis Político de la Fundación Para el Progreso (FPP), dirigido por Mauricio Rojas, quien fuera ministro de Cultura por cuatro días, publicó el pasado viernes su primer informe sobre el contexto económico y social del país.

El documento destaca al surgimiento de un “polo insurreccional” como el hecho determinante de la actualidad política y apunta a una crisis de expectativas como uno de los principales factores del descontento ciudadano, sindicando las motivaciones a un supuesto miedo de volver a la pobreza de la “nueva clase media”.

El polo insurreccional

El análisis que hace el autodenominado centro de estudios liberales, afirma que no existiría una cohesión en el movimiento ciudadano y que se trataría de “una multitud de tribus antisistema que confluyen y se apoyan mutuamente”.

Así, este polo estaría compuesto por componentes que van desde anarquistas y el feminismo militante, hasta barras bravas y bandas criminales asociadas a la delincuencia barrial y el microtráfico de drogas. Todos quienes asumirían un rol protagónico “como organizadores locales de las acciones más violentas, como los cientos de ataques a cuarteles de Carabineros, los saqueos y los incendios”. Sobre sus motivaciones, señala que es debilitar el poder estatal hasta hacerlo impotente.

En esta misma línea, asegura que esta situación es usada como "elemento de presión sobre el Gobierno" por "la parte más oportunista de la izquierda ex concertacionista", sentenciando que "de esta forma está jugando con un fuego letal que fácilmente puede hacerse incontrolable y del cual, dado el caso, difícilmente se libraría".

También analiza la que, según los investigadores, sería la rama política del “polo insurreccional”. Allí menciona al Partido Comunista, “sus periferias frenteamplistas y grupos de raigambre trotskista”. Asegura que, al contrario de los sectores antisistema, “la orientación es claramente hacia la conquista del poder estatal mediante el derrocamiento de los gobernantes actuales”. También, se refiere directamente al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, al que acusa de realizar “llamados, cada vez más abiertos, al levantamiento insurreccional”.

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Además, asegura que a todo lo anterior se suma un “despliegue informático de importancia vital en redes sociales”, destacando a los medios de comunicación El Desconcierto, Russia Today y TeleSur.

Plebiscito constituyente

El informe también se refiere al plebiscito del próximo 26 de abril y una eventual Convención Constituyente. Allí, el escrito avala la tesis que intentan imponer algunos sectores de la derecha que cuestiona la legitimidad que tendría el proceso en caso de que continúen las manifestaciones.

“Una vuelta a la vorágine de violencia de los meses de octubre-noviembre nos abocaría a una situación totalmente imprevisible, fuera de hacer inviable o restarle toda legitimidad al plebiscito”, afirma. Es más, hace una proyección en la que cree que habrá una polarización política creciente en los próximos meses y que, si bien ganará el “Apruebo”, será “un plebiscito altamente cuestionado y con un significativo voto Rechazo”.

Puedes revisar el informe completo aquí.